Medio Ambiente

Cinco señales de que la sostenibilidad está presente en su empresa

Integrar la sostenibilidad en la cultura de la empresa es un eje fundamental para la recuperación económica que se necesita alcanzar. No se trata de una lotería: si existen, las manifestaciones de la sostenibilidad en una compañía son fácilmente identificables. Compruebe si es el caso de la suya o, si por el contrario, necesita abrazar el cambio.

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16
septiembre
2021

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Vivimos momentos de profundas transformaciones. La apuesta por integrar la sostenibilidad en la estrategia y en las operaciones de las organizaciones es uno de los ejes fundamentales para la recuperación económica que tenemos por delante. Sin embargo, para poder lograrlo, debemos cambiar la mentalidad –el mindset– de las personas que integran la organización junto con quienes la lideran. Una mentalidad de sostenibilidad, según los autores Kassel, Rimanoczy y Mitchell, es «una forma de pensar y de ser que resulta de una amplia comprensión de las manifestaciones del ecosistema, de la sensibilidad social, así como de un enfoque introspectivo sobre los valores personales y el ‘yo’ superior, y encuentra su expresión en acciones para el mayor bien del conjunto».

No se trata de una lotería, ni de jugar a los dados. Las manifestaciones de la sostenibilidad en la cultura de una compañía son perceptibles tanto dentro como fuera, así que repasemos si en su empresa están presentes los siguientes elementos.

Propósito

Quienes adoptan esta mentalidad entienden que el negocio no está separado de la sociedad en la que opera, ni tampoco del planeta. Las personas comprenden y respetan que exista una interdependencia entre todos estos entornos. Así, debemos ser conscientes de que nuestras decisiones sobre el negocio tienen un impacto en los otros ámbitos y tener siempre en cuenta que nuestras acciones impactan en la prosperidad y el bienestar de las personas, así como en la salud del planeta.

Del ego al eco(sistema)

Los retos sistémicos a los que nos enfrentamos no pueden ser resueltos por ninguna empresa o industria por sí sola. Necesitamos de modelos de colaboración radical. Debemos entender los problemas y soluciones desde un punto de vista sistémico, colaborando con otras empresas, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, el mundo académico y la ciudadanía.

Corto plazo vs. largo plazo

Es fundamental mirar el largo plazo para buscar la viabilidad y el éxito de lo que queremos hacer, especialmente en lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático, para desarrollar estrategias de descarbonización. Estas requieren la planificación de escenarios futuros e inversiones que en el corto plazo no serán un éxito. Si priorizamos el corto plazo, podemos perder oportunidades de impulsar la innovación relacionada con la sostenibilidad y desarrollar el capital humano. Además, seremos incapaces de gestionar eficazmente los riesgos sociales y medioambientales. Las empresas con un enfoque a largo plazo superan siempre a sus competidores por un amplio margen en términos de ingresos y ganancias.

En Stakeholder Capitalism, el fundador del World Economic Forum, Klaus Schwab, lo explica de forma clara: «No se trata de obtener beneficios a corto plazo para los accionistas, sino de crear valor a largo plazo, teniendo en cuenta las necesidades de todos los stakeholders y de la sociedad en general». Para ello, necesitamos tener la capacidad de fijar metas ambiciosas e impulsar los procesos de transformación canalizando el talento y la inversión para poder así conseguirlas.

De lo lineal a circular

El modelo económico basado en «extraer, producir, desperdiciar» está llegando al límite de su capacidad física. Necesitamos replantear nuestro sistema económico y productivo, redefiniendo qué es el crecimiento con énfasis en los beneficios para toda la sociedad. Disociar la actividad económica del consumo de recursos finitos y eliminar los residuos del sistema desde el diseño. Así, la economía circular nos permite trabajar bajo un paradigma diferente, donde producimos bienes y servicios al tiempo que reducimos el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Este modelo permite extender la vida útil de los productos y dotarlos de una segunda vida.

Del ‘storytelling’ al ‘storydoing’

No solo necesitamos contar historias en torno a una marca y sus productos, si no que también debemos lograr que las personas y todos los colaboradores (stakeholders) se involucren y vivan una experiencia. Para ello, es fundamental repensar nuestras estrategias de comunicación diferenciadas, teniendo en cuenta lo que queremos contar, provocar y conseguir en nuestros públicos.

Si en la compañía en la que usted trabaja están presentes estos cinco elementos, la sostenibilidad se encuentra viva en la mentalidad de las personas, influenciando su hacer y comportamientos. Si su caso es el contrario, la necesidad de afrontar estos cambios es vital para los tiempos en que vivimos y para que la empresa de forma activa contribuya a solucionar los retos globales.


Juan Parodi es Socio y Director Global de Sostenibilidad e Impacto en Olivia Consultoría.

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