Opinión

No habrá cambio sin las pequeñas empresas éticas

«Si queremos acelerar la transición justa hacia una economía sostenible, considerada con las personas y respetuosa con los límites del planeta, debemos contar con las pequeñas empresas, la base de nuestro tejido empresarial», subraya Alba Sueiro, creadora del Congreso de Marcas Responsables.

Artículo

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA

Artículo

Si hay una frase célebre que no para de repetirse es esa en la que Eduardo Galeano afirma que mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo. Un conjunto de palabras esperanzador, que de vez en cuando nos gusta citar para reafirmarnos en el poder de los pequeños gestos para crear la sociedad que queremos.

En el caso de las empresas, esa gente pequeña en lugares pequeños son las pymes que hilvanan el 99,84% del tejido empresarial de nuestro país, de las que el 54,07% son personas autónomas y el 39,57% microempresas de entre 1 y 9 personas. Una abrumadora mayoría de empresas que aporta el 66% del empleo empresarial sin tener los recursos de las grandes compañías pero que, a menudo, se encuentran solas frente a los retos ambientales, sociales y tecnológicos a los que nos enfrentamos.

El Congreso de Marcas Responsables fomentará que las pequeñas empresas también puedan liderar el cambio

Una encuesta de la Comisión Europea a pymes de todos los tamaños sobre economía circular mostraba que el 30% de las pymes españolas que habían implementado procesos más sostenibles sentían que uno de sus problemas para realizar estas acciones era la falta de conocimiento. Y si este dato es relevante, aún lo es más que el 48% de las empresas que no habían tomado ninguna acción medioambiental, afirmaran que no lo habían hecho por no disponer de información suficiente.

Estos respuestas respaldan una de las quejas que escucho a menudo de boca de las pequeñas marcas responsables con las que trabajo: la cantidad de esfuerzo, tiempo y dinero de su propio bolsillo que tienen que dedicar para formarse y adaptarse a un mercado que cada vez demanda más productos y servicios responsables con la tierra y quienes la habitan. Y todo ello en un entorno digital cambiante que no acaban de comprender. Porque, aunque es cierto que cada vez hay más subvenciones públicas e iniciativas de financiación privadas para que las pymes inviertan en procesos más verdes o avancen en su digitalización, no hay tantos recursos formativos prácticos para que esas personas aprovechen todo el potencial que eso les reporta.

Quizá esta situación se entiende mejor con un ejemplo. Imagina el caso de Ramón, apicultor ecológico en los Picos de Europa. Ramón ha pedido una ayuda gubernamental para crear una tienda online en la que vender sus productos ecológicos, pero una vez que la agencia digital que ha contratado le entrega su web, Ramón no sabe cómo gestionarla. Sin la formación adecuada de la persona que debe usar esta herramienta día a día, la tienda online de Ramón se convierte en otro rincón de internet que no genera resultados. Y por lo tanto, pierde la oportunidad de ocupar un lugar en el mercado online y robar cuota de negocio a empresas menos éticas.

El caso ficticio de Ramón ilustra que no podemos dejar pasar la oportunidad de formar al 99% del tejido empresarial del país en las herramientas necesarias para la economía que viene. Para empezar, porque no sería justo. Las pequeñas empresas también merecen aprovechar las oportunidades que este cambio de paradigma ofrece. Y además, porque como sociedad estaríamos perdiendo una gran oportunidad de pisar el acelerador hacia una economía sostenible. Porque las grandes empresas no cuentan con la flexibilidad de sus hermanas pequeñas, que pueden tomar decisiones ágiles como reducir sus emisiones o hacer más éticos sus procesos en cuestión de meses.

Si queremos experimentar cambios sociales masivos, tenemos que contar con las grandes empresas para que tomen decisiones que impacten en el bien común, pero también con la rapidez y agilidad de las pequeñas. Sería un error no hacerlo.

Esa es la razón por la que decenas de emprendedoras y emprendedores sociales, agentes del cambio referentes, periodistas ambientales y activistas nos hemos unido en el Congreso de Marcas Responsables, un evento online 100% gratuito en el que aportaremos parte de las herramientas que las pequeñas empresas necesitan para impulsar sus negocios en el mercado ético. Del 10 al 13 de mayo, compartiremos charlas y ponencias formativas prácticas sobre emprendimiento social, comunicación responsable, marketing ético e impacto positivo, para que las marcas responsables no solo se adapten al cambio, sino que puedan liderarlo.

Porque, aunque sabemos que un pequeño congreso online por sí solo no va a cambiar la economía ni va a llegar a todas las pequeñas empresas que lo necesitan, nosotras y nosotros también hemos leído a Galeano.


Alba Sueiro Román es especialista en comunicación para marcas responsables y creadora del Congreso de Marcas Responsables

ARTÍCULOS RELACIONADOS

La empresa humana

Ignacio Cayetano

La revolución tecnológica provoca sentimientos encontrados: de la fascinación al pavor.

Ser verde ya no es suficiente

Jean-Marc Ollagnier | Domingo Mirón

En Europa, lo verde ya es una norma: las miradas están puestas en el continente que ha de liderar la sostenibilidad.

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME