Educación

La educación: el arma que acabará con la violencia en Sudán del Sur

Erradicar el analfabetismo entre los más pequeños es la clave para acabar con la violencia y la injusticia y, por ende, llegar a mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo.

Artículo

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
15
noviembre
2019

Artículo

La injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son las muestras más comunes de intolerancia. Generalmente, tras la mayoría de ellas se encuentra la falta de información. La educación es un elemento clave para luchar contra cualquiera de estas formas de exclusión y ayudar a niños y jóvenes a desarrollar un criterio independiente y un comportamiento ético. Como destaca un reciente informe de la ONU, Sudán del Sur se sitúa entre los países con una de las tasas de analfabetismo más alta del mundo, lo que provoca una crisis educativa fruto de las décadas de conflicto y violencia sufridas en las comunidades.

La familia de Santo Paul huyó de su pueblo hace dos años debido a intensos combates que acabaron en el asesinato de su hermano. La vida de todos corría peligro y lo último en lo que se pensaba era en recibir una educación reglada. Santo tuvo que dejar el colegio, pero a sus 13 años tiene claro qué desea: «Quiero ser médico y ayudar a las personas enfermas. Quiero volver a la escuela otra vez». Su historia es tan solo un ejemplo de entre los miles de niños de Sudán del Sur cuyo futuro está en espera debido a la situación del país.

Sudán del Sur se sitúa entre los países con una de las tasas de analfabetismo más alta del mundo

El impacto devastador del conflicto es muy evidente en el acceso de los niños a las escuelas. Muchos de estos pequeños, al igual que Santo, se ven privados de oportunidades de aprendizaje por diferentes causas: educación interrumpida por tener que trabajar, necesidad de mudarse para huir de la violencia, destrucción de aulas y falta de recursos educativos. Además, a todo esto hay que sumarle la inseguridad de maestros y estudiantes dentro de las aulas. Muchos de los niños convertidos en niños soldados fueron secuestrados mientras estaban en la escuela, lejos de sus familias.Sudan del Sur profesor

Las consecuencias de la falta de educación en Sudán del Sur

Uno de los mayores peligros de la falta de educación radica en que los niños estén continuamente expuestos a prácticas culturales nocivas, como la sustracción de menores, el trabajo infantil o los matrimonios tempranos. Ante la ausencia de alternativas seguras, los más pequeños no tienen otra opción más que optar por decisiones que ponen en riesgo su integridad. A fecha de hoy, una niña en Sudán del Sur tiene tres veces más probabilidades de morir de un embarazo prematuro o en el parto que de completar su educación primaria. Cuando los menores están continuamente expuestos a la violencia quedan cicatrices emocionales que afectan a su capacidad de relacionarse con los demás. Esto, finalmente, afecta a su desarrollo cognitivo, emocional, psicológico y fisiológico.

La ONG World Vision ha conseguido llegar a más de 54.425 niños y niñas con mensajes de prevención de violencia y educación para la paz. Si se empieza trabajando con los niños y jóvenes a temprana edad se puede construir un futuro en paz. Por ejemplo, las obras de teatro son una herramienta muy utilizada con los niños y comunidades para promover la conciencia contra las prácticas nocivas. Así, a través del juego entienden que situaciones son peligrosas para ellos. Además, más de 659 docentes han sido orientados y preparados para llevar a cabo sesiones con los menores para reducir la violencia de género en las escuelas e instituciones educativas.

Una niña en Sudán del Sur tiene tres veces más probabilidades de morir de un embarazo prematuro o en el parto que de completar su educación primaria

Santo, igual que el resto de los niños y niñas de su edad, se siente feliz de poder asistir a todas las actividades que World Vision organiza y acude a diario a un Espacio Seguro para estudiar y relacionarse con otros menores de su edad. «Los juegos y todas las cosas que hacemos juntos nos ayudan a olvidar las dificultades por las que pasamos», cuenta. También participa en juegos de rol que ayudan a educar a otros niños sobre todas las formas de violencia y cómo identificarlas, tanto en sus hogares como en las comunidades.

Naciones Unidas se han comprometido a fortalecer la tolerancia mediante el fomento de la comprensión mutua entre las culturas y los pueblos en Sudán del Sur. Luchando así contra algunos de los datos más alarmantes sobre educación que encontramos en el país como que el 73% de los hombres y el 84% de las mujeres mayores de 15 años son analfabetos, que 3 de cada 5 niños en edad escolar no están matriculados en la escuela primaria o que el 32% de las 3.639 escuelas primarias existentes están al aire libre (debajo de árboles). La intolerancia está estrechamente vinculada a la ignorancia y, por eso, es necesario educar y enseñar en el respeto, la comprensión y la tolerancia.

Cristina Sánchez forma parte del departamento de Comunicación de World Vision

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME