Sociedad

Quisimos dejar de soñar

«Nos dispusimos a desarrollar un modelo de empresa que empoderara a consumidores a ser parte del cambio a la hora de comprar y que permitiera a las empresas hacer bandera de sus causas», escribe Inés Echevarría, fundadora de Uttopy.

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01
enero
2019

Soñábamos con cambiar el mundo. Imaginábamos mil soluciones para acabar con las injusticias. Creíamos que, si todos pusiéramos un poco de nuestra parte, las cosas podrían ser diferentes. Así que un día decidimos dejar de soñar, y nos aventuramos a emprender en Uttopy, un nuevo proyecto que nos permitiera hacer de esta utopía una realidad.

Vivimos en una economía de consumo donde cada compra es un voto al mundo que queremos crear. Es una manera de manifestar nuestras prioridades, premiando con nuestras adquisiciones a organizaciones que destacan por su precio, su estatus, o incluso su ética a la hora de fabricar. En definitiva, una gran herramienta para transformar la sociedad.

«En el mundo en el que vivimos ya no es posible cambiar las cosas desde la individualidad»

Por ello, para hacer realidad nuestro sueño, nos dispusimos a desarrollar un modelo de empresa que empoderara a consumidores a ser parte del cambio a la hora de comprar; que permitiera a las empresas «hacer de sus causas bandera», convirtiéndolas en algo más que una línea de texto en su política de responsabilidad social y que apoyara a entidades benéficas en su lucha por causas, porque su acción es crucial para cambiar nuestra realidad. Un modelo basado en la cooperación entre ciudadano, ONG, y empresa, porque en el mundo en el que vivimos ya no es posible cambiar las cosas desde la individualidad.

Si queremos avanzar en la consecución de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) urge migrar a nuevos modelos colaborativos, y apostar por modelos responsables y largoplacistas, que más allá del beneficio económico, busquen genera un beneficio social, y medio ambiental.

Nos enfrentamos a grandes retos socio ambientales. Afortunadamente, cada vez somos más quienes soñamos con ser parte del cambio y transformar nuestra realidad. Actuemos. Seamos coherentes, y cumplamos nuestros sueños. Y no solo porque es necesario, sino porque como decía Gandhi, «la alineación entre lo que hacemos, decimos y pensamos es la fórmula de la felicidad».

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