Biodiversidad

Autopistas salvajes

En la península ibérica, numerosas especies sufren el impacto de la fragmentación del territorio, como el oso pardo, el ciervo, la nutria, el erizo o el lince: solo en 2018 han muerto atropellados 21 ejemplares al cruzar territorios atravesados por carreteras.

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11
diciembre
2018

¿Te has encontrado alguna vez con una carretera cortada o con que no quedaban habitaciones en el hotel al que ibas y no has podido descansar o protegerte de las inclemencias del tiempo? Si te ha ocurrido, seguro que has sentido una mezcla de enfado, impotencia y hasta miedo.

Así es como se sienten muchos ejemplares de fauna y flora cuando encuentran obstáculos en sus desplazamientos por la península ibérica. Su viaje se transforma entonces en una cuestión de vida o muerte en vez de en una oportunidad para expandir su área de distribución, para encontrar un hábitat favorable, para mezclarse con otras poblaciones o para buscar nuevos territorios donde adaptarse a los efectos del cambio climático.

«Solo en 2018 han muerto atropellados 21 linces ibéricos al cruzar territorios atravesados por carreteras»

Un claro ejemplo lo encontramos en el lince ibérico, que en su proceso de expansión debe atravesar un territorio fragmentado por infraestructuras de transporte. Como consecuencia, un alarmante número de ejemplares no consigue terminar con vida su viaje ya que mueren atropellados. Desde 2002, el aumento del número de atropellos de lince ha sido dramático, afectando en 2014 a casi el 7% del total de ejemplares y convirtiéndose en la principal causa de mortalidad. En los últimos años ha alcanzado cifras catastróficas, con 31 linces atropellados en 2007. Y 2018 no se queda atrás, pues cuando quedaban dos meses para acabar el año, ya eran 23 los ejemplares víctimas de esta amenaza.

Desgraciadamente, el lince -objeto de un intenso programa de seguimiento- no es la única víctima ya que el problema de la movilidad de la fauna salvaje no se reduce a los atropellos o al aislamiento de poblaciones por autopistas, carreteras o vías de tren. Otras actividades humanas, como la agricultura intensiva, las urbanizaciones, embalses, vertederos, invernaderos o zonas deforestadas o incendiadas, contribuyen a la desconexión del territorio ibérico donde la planificación territorial ha suspendido en garantizar la conectividad entre espacios protegidos.

En la península ibérica son numerosas las especies que sufren el impacto de la fragmentación del territorio, como el oso pardo, el ciervo, la nutria, el erizo e infinidad de árboles y arbustos. De hecho, a nivel internacional, se reconoce la fragmentación del hábitat como una de las principales causas de la actual pérdida de biodiversidad.

«La fragmentación del hábitat es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad»

En la búsqueda de una solución para este problema, que garantice la conectividad y facilite los desplazamientos entre espacios protegidos, WWF propone establecer una red de corredores ecológicos. Para ello, se han priorizado 12 «autopistas salvajes», aquellas «carreteras» que utilizan los animales para desplazarse, donde es más urgente aplicar las medidas de conservación y restauración. Además, en estos 12 corredores se han identificado 17 puntos críticos sobre los que actuar con rapidez para que la naturaleza ibérica pueda seguir su curso.

En un momento en el que todos los seres humanos estamos cada vez más conectados, y dado que el problema de la movilidad de la fauna salvaje no se reduce a la península ibérica, es importante apostar por garantizar una naturaleza conectada. Además, es necesario trabajar para garantizar una Red Europea de Corredores Ecológicos que permita el movimiento de fauna y flora, el intercambio de genes y el funcionamiento de los procesos ecológicos a nivel europeo.

Por último, es importante no perder de vista que garantizar la conectividad ecológica del territorio es clave para la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales, así como para afrontar con mayores garantías los efectos del cambio climático.

*Teresa Gil es técnica del Programa de Especies de WWF España.

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