Siglo XXI

Los ODS, asignatura pendiente en la mitad de las empresas españolas

Tan solo un 50,3% de las compañías españolas presenta en sus memorias información sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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18
abril
2018

A la luz de los datos, y a pesar de haberse consolidado ya como la única hoja de ruta posible para la sostenibilidad, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están aún poco presentes en las estrategias de negocio de las empresas españolas. Tan solo la mitad de las compañías (un 50,3%) presenta en sus memorias información no exclusivamente financiera, en la que se enmarcarían los datos sobre los ODS. Tres de los diecisiete Objetivos destacan especialmente en la contribución de las compañías: el 8, ‘Trabajo decente y crecimiento económico’, el 13, ‘Acción por el clima’, y el 9, ‘Industria, innovación e infraestructura’.

Esta ha sido una de las conclusiones del Observatorio de los ODS durante la presentación del Informe ‘La Contribución de las empresas españolas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible’, realizado con la colaboración de Fundación Bancaria ‘laCaixa’ y Esade. La misión de este informe se centra en una doble estrategia: inspirar a las empresas para enfilarse en el cambio e informar del estado actual en la consecución de las metas en cuanto a medio ambiente, sociedad, economía y gobernanza.

«Los ODS son universales, trascienden fronteras y son relevantes tanto para las relaciones laborales como para los mercados y la comunidad», ha afirmado Ángel Pes, subdirector general de CaixaBank y presidente de la Red Española del Pacto Mundial. «Estamos convencidos de que las empresas no pueden prosperar en un mundo de pobreza, desigualdad, incertidumbre y estrés ambiental».

Naciones Unidas incluye a las empresas como pieza clave entre los agentes que harán posible alcanzar los ODS de la Agenda 2030, por lo que la implicación del sector privado en su implementación supone una gran oportunidad para las compañías con visión de futuro. El sector a la cabeza de la innovación en sostenibilidad es el de tecnología y comunicaciones, con un 87,5% de empresas que mencionan los ODS en sus memorias. Le siguen la construcción y la energía con un 70%. El grado de compromiso está muy relacionado con el nivel de criticidad de cada sector, siendo el tecnológico el de menor riesgo y el energético el más crítico. Además, un 64% de las empresas colaboran ya con alianzas y organismos estratégicos con vistas a contribuir a los ODS.

El sector a la cabeza de la innovación en sostenibilidad es el de tecnología y comunicaciones, con un 87,5% de empresas

En este sentido, las empresas vinculadas a organismos promotores (como la Red Española del Pacto Mundial) presentan mejores resultados en cuanto a transparencia y voluntad de incorporar los Objetivos en sus modelos de negocio. Así, entre las empresas socias de la REPM, encontramos un porcentaje de un 33,7%, entre las firmantes un 26,3% y entre las no firmantes un 0,8%. «En cuanto a las políticas de retribución, hemos visto que aún hay que mejorar porque son opacas, así como el valor económico distribuido», afirma Liliana Arroyo, doctora en Sociología en la Universidad de Barcelona y Esade.

En cuanto a las políticas de equidad y no discriminación, el informe concluye que tan solo un 22% de las mujeres ocupan cargos directivos, por lo que en ningún caso se alcanzan los mínimos exigidos por la Ley de Igualdad. «Sobre el nivel de adopción de los principios de la economía circular, aún es muy incipiente», ha afirmado Liliana Arroyo, «las medidas más generalizadas son el reciclaje y la reutilización, pero aún están por llegar cambios disruptivos como la refabricación».

«Hay empresas que llegan a los ODS de manera reactiva, reaccionando ante una situación. Las adaptativas han visto que este tema ha llegado para quedarse y se intentan adaptar a los criterios y niveles de exigencia. Las terceras quieren ser líderes, se ponen al frente con sus estrategias y directivos». En este sentido, Ángel Castiñeira, profesor de Ciencias Sociales en Esade, afirma también que «el concepto de oportunidad apela al interés y a la responsabilidad, por lo que es muy difícil hacer la separación entre actuaciones por conveniencia o convicción». Para evitar que los ODS puedan contribuir al greenwashing de las empresas, es decir, al lavado de cara por apariencia, este informe recoge también de modo didáctico un resumen de buenas prácticas, entre las que destaca comprometerse con la cuantificación integral de los impactos y el establecimiento de objetivos, haciendo buen uso de la verificación y certificación de terceros.

A través de informes como el SDG Compass: The guide for business action on the SDGs, se recomienda a las empresas seguir un proceso de actuación en cinco etapas: entender los ODS, analizar sus posibilidades y definir prioridades, fijar un programa de acción, integrarlo y reportar los logros. El Observatorio de los ODS pretende con este primer informe facilitar el compromiso del sector privado en la Agenda Global, actuando como punto de referencia y fuente de inspiración, así como apoyando en el campo del desarrollo sostenible.

 

 

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