Diversidad

El voluntario, motor de cohesión y justicia social

Marjorie Luz Vega, galardonada recientemente con el Premio al Voluntario del Año de Telefónica Internacional por su largo recorrido como voluntaria en causas sociales.

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
01
marzo
2018

Más mujeres que hombres, más jóvenes que mayores y de una rama más social que sanitaria o de inserción. Así es el perfil del voluntario en España, según la Plataforma del Voluntariado, que refleja que actualmente hay alrededor de cuatro millones de personas que realizan actividades de voluntariado en nuestro país. De ellas, el mayor porcentaje lo ocupan mujeres menores de 24 años, con estudios universitarios, sin cargas familiares y con un estatus económico alto.

Marjorie Luz Vega, galardonada con el Premio al Voluntario del Año de Telefónica Internacional

Los datos son llamativos: a mayor edad, más son las personas que colaboran de forma económica, mientras que, a medida que nos acercamos a edades más jóvenes, esta aportación se traduce en tiempo invertido. Esta labor altruista tiene puesto el foco en actuar frente a realidades sociales en las que se producen situaciones de vulnerabilidad o privación de derechos humanos u oportunidades. A nivel europeo, la declaración del pasado 2011 como Año del Voluntariado se tradujo en un punto de partida en el reconocimiento de esta actividad como expresión de ciudadanía activa y organizada que favorece la cohesión y la justicia social.

«Siempre me ha gustado poner mi granito de arena para transformar el mundo», dice con entusiasmo y convencimiento Marjorie Luz Vega, galardonada recientemente por la Fundación Telefónica con el premio a la Voluntaria del Año de Telefónica Internacional. Esta peruana de 30 años con una larga trayectoria de compromiso en causas sociales ha colaborado desde los 12 años en todo tipo de proyectos de cooperación.

José Mª Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, Marjorie Luz Vega, Voluntaria del año de Telefónica, Ángel Vilá, Consejero Delegado de Telefónica.

«Hace cuatro años que pertenezco a la Fundación Telefónica, que ha sido de gran ayuda porque ha abierto una ventana para poder participar en muchos más proyectos, estar mucho más activa y poder aportar más a mi país», cuenta Marjorie Luz a Ethic. El programa de Voluntarios Telefónica es una de las principales iniciativas de voluntariado corporativo en el mundo, que ha contado con más de 40.000 participantes activos en 2017, lo que se traduce en más de 268.000 personas beneficiadas en todos los países en los que está presente.

El funcionamiento del programa se articula de forma en que cada Fundación Telefónica local lleva a cabo su propio programa, atendiendo a las características y a las necesidades específicas de cada país, en los ámbitos de educación, infancia, inclusión social, atención a las personas con discapacidad, cuidado de medio ambiente, atención a la salud, empleo y emprendimiento.

«También he participado en el proyecto ‘Casitas calientes’ en Juno, donde los niños mueren de frío en casas de barro que llegan a 16 grados bajo cero»

«También he participado en el proyecto ‘Casitas calientes’ en Juno, a 4.200 metros sobre el nivel del mar, donde los niños mueren de frío en casas de barro que llegan a 16 grados bajo cero. Con ayuda de otra ONG, se ha desarrollado un diseño para que, por medio de la luz solar, las casitas se calienten y mantengan el calor durante la noche», narra Marjorie, que se emociona al compartir la experiencia rehabilitando el Pabellón de Pediatría del Hospital Regional de Iquitos. Tras hablarnos de los 3 días de duro trabajo haciendo el lugar no sólo más seguro e higiénico, sino también más alegre, nos relata la emoción al recibir los abrazos de los niños agradecidos. «También tengo 60 abuelitos», afirma refiriéndose a las personas mayores a las que atiende, que no reciben pensión y no hablan español, solo quechua. «Vamos cada 15 días, hacemos terapia psicomotriz y les enseñamos a leer para que puedan tener una vida independiente».

Al preguntarle sobre su futuro en la cooperación, lo tiene claro: «Siempre he querido crear una ONG para las mujeres maltratadas». Ideas imprescindibles a las que organizaciones como Fundación Telefónica dan alas, apoyando a aquellos que quieren aportar su tiempo, habilidades, recursos e ilusión en beneficio de la comunidad y de los colectivos más desfavorecidos.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

La mortífera ruta canaria

Esmeralda R. Vaquero

Según el colectivo Caminando Fronteras, en 2023 murieron 6.618 personas intentando llegar a las costas españolas.

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME