La diversidad en la empresa, una suma que siempre da positivo

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Alejandra Espino

@LadyAlee9

La RAE define así el término diversidad: «variedad, desemejanza, diferencia» y «abundancia, gran cantidad de varias cosas». Para entender el concepto, nada más clarificador como hacer una radiografía de nuestro entorno social. Nunca ha existido una comunidad, por pequeña que sea, que presente un único fenotipo de ciudadano. En España, sin ir más lejos, residen más de 46 millones y medio de personas, de las cuales casi cuatro millones y medio son extranjeros que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), provienen de hasta 15 países diferentes. Si nos fijamos en la población por género, el 49% son hombres frente al 51% de mujeres. En cuanto a la edad, el 19,8% de las personas de nuestro país son menores de 19 años, el 24,6% tiene entre 20 y 39 años, el 36,6% entre 40 y 65 años y, finalmente el 19% es mayor de 65 años.

La tasa de paro de población nacional es del 15,5%. La de población extranjera aumenta hasta el 22,7%

Pero, si bien la diversidad es una característica intrínseca a nuestra sociedad, sigue siendo una asignatura pendiente dentro de la plantilla de las empresas, independientemente de que sean pymes o grandes organizaciones. Según el INE, el tercer trimestre de 2017 se ha saldado con una tasa de paro de población nacional del 15,5%. Un porcentaje que en el caso de la población extranjera aumenta hasta el 22,7%. La mayor desigualdad en inclusión laboral respecto a la media nacional se encuentra en el grupo de población activa integrada por mujeres nacidas fuera de la Unión Europea: casi un 25,4% de ellas está en paro. Cifras que evidencian la necesidad de fomentar medidas urgentes que implementen de manera efectiva y real la diversidad en el ámbito profesional.

La gestión de la diversidad en la empresa es «el desarrollo activo y consciente de un proceso de aceptación y utilización de ciertas diferencias y similitudes como potencial en una organización. Un proceso que crea valor añadido a la empresa, estratégicamente basado en valores y orientado hacia el futuro», en palabras del Manual de Formación en Gestión de la Diversidad de la Comisión Europea. Lucio Fernández, director de Recursos Humanos y Responsabilidad Social de Redyser, no solo coincide en la idea de que se crea valor añadido, sino que además considera que «la diversidad en la empresa te permite captar talento de todos los lugares. Si quieres contar con empleados que te hagan rentable, tienes que adaptarte a las distintas necesidades y gestionar la diversidad». Ana Callol, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners Iberia, reconoce que «la rentabilidad no es la primera razón, pero que sí es un motivo para llevar a cabo políticas de diversidad».

Desde Accem, una ONG que trabaja para conseguir la igualdad, la participación y el empoderamiento de las personas, son conscientes de que es necesario hacer partícipes a las empresas de la necesidad de adoptar medidas de diversidad en los procesos de selección. «Ya no se puede tener a las ONGs por un lado y a las empresas por otro, si queremos mejorar la sociedad tenemos que trabajar juntos», reflexiona José Antonio Arzoz, vicepresidente de Accem. Para conseguir este objetivo han desarrollado el Proyecto DIVEM, financiado por el Fondo Social Europeo y la Dirección General de Migraciones. «Es un proyecto dirigido a sensibilizar a las empresas acerca de la importancia y beneficios que supone gestionar adecuadamente la diversidad en el ámbito laboral», explican.

El Proyecto DIVEM cuenta con una página en la que las empresas pueden consultar las cinco dimensiones de la diversidad cultural: estratégica, organizativa, social, competitiva e intangible. Además, en esa misma web existe un apartado llamado recursos que recoge artículos, estudios e informes sobre la gestión de la diversidad en la empresa. Completan el proyecto con una publicación que incluye todos los beneficios y ventajas de ser una empresa responsable, ocho claves para la puesta en marcha de la Responsabilidad Social Empresarial y, finalmente un decálogo de la empresa responsable.

Tres casos de éxito

El Proyecto DIVEM está dirigido a sensibilizar a las empresas acerca de la importancia de gestionar adecuadamente la diversidad

No hay nada mejor que predicar con el ejemplo. Por eso, desde Accem han querido mostrar tres casos de empresas que, de alguna u otra manera, han conseguido desarrollar políticas de diversidad y mantener o, incluso, mejorar sus beneficios económicos: Coca-Cola, Redyser y Pascual. «A la diversidad hay que adaptarse por necesidad o devoción, mejor hacerlo por devoción», comenta Lucio Fernández, de Redyser. «Las compañías no diversas corren el riesgo de no saber qué ocurre fuera y eso supone un riesgo real de deterioro de la competitividad», considera Francisco Hevia, director de Responsabilidad Corporativa y Comunicación de Calidad Pascual.

Las tres empresas reconocen que ningún tipo de diversidad es fácil de gestionar, pero cuando se habla de diferencias «invisibles» la cosa es aún más complicada. «Las diferencias invisibles, aquellas que no son físicas o que no se dan por hecho, como puede ser una diferencia entre habitantes de dos comunidades españolas son menos tangibles. Por eso, hay que empezar por la diversidad visible, como la raza o el género, para lograr un ámbito diverso completo», argumenta Ana Callol, de Coca-Cola European Partners Iberia: «Hay que dar a entender que la diversidad en la empresa no es una moda». A la hora de comunicar el camino que las empresas han recorrido, Lucio Fernández es tajante: «La comunicación no puede ser un lavado de imagen de lo que no haces».