Cambio Climático

Punto de no retorno en la Antártida

Un área de la Antártida ha alcanzado un estado irreversible de decadencia, donde nada impide que los glaciares acaben derritiéndose en el mar, según un estudio de la NASA y la Universidad de California.

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13
mayo
2014

“Se supone que el avance y retroceso de los glaciares debería producirse a un ritmo geológico, sumamente lento, y hoy están desapareciendo ante nuestros ojos”, advierte el periodista científico Robert Kunzig en National Geographic. Un reciente estudio elaborado por la NASA y la Universidad de California confirma este punto: un área de la Antártida Occidental ha alcanzado un estado irreversible de decadencia, donde nada impide que los glaciares acaben derritiéndose en el mar.

El informe presenta varias líneas de evidencia, con 40 años de observaciones que indican que los glaciares en el sector del Mar de Amundsen «han pasado el punto de no retorno», en palabras del glaciólogo y autor principal Eric Rignot. Estos glaciares, que liberan anualmente casi la misma cantidad de hielo en el océano que toda la capa de Groenlandia, podrían elevar el nivel global del mar en 1,2 metros. Lo cierto es que se están derritiendo mucho más rápido de lo que la comunidad científica esperaba. «Este sector [de la Antártida] será un importante contribuyente al aumento del nivel del mar en las décadas y siglos venideros», explica Rignot.

Los glaciares fluyen hacia fuera, de la tierra hacia el mar, con sus bordes de ataque a flote en el agua. El punto en un glaciar que primero pierde el contacto con la tierra se conoce como línea de conexión a tierra. Casi todo el deshielo de los glaciares se produce en la parte inferior del glaciar, más allá de la línea de conexión a tierra, en la sección flotante. Los glaciares de la Antártida estudiados por el grupo de Rignot han adelgazado tanto que ahora están flotando por encima de los lugares donde solían sentarse firmemente en la tierra.

A medida que los glaciares retroceden, no pueden escapar del alcance de los océanos, y el agua caliente provocará que la fusión sea aún más rápida. “El hecho de que el retiro esté sucediendo al mismo tiempo en un sector tan grande sugiere que fue provocada por una causa común, como un aumento en la cantidad de calor del océano”, apunta Rignot.

ártico

La amenaza del deshielo

Si bien el 99% del hielo terrestre en el planeta se encuentra en Groenlandia y la Antártida, los otros glaciares del mundo contribuyen casi tanto a la subida del nivel de los mares como el deshielo de esos dos mantos helados, según la investigación de las Universidades Clark y Colorado.

Las mayores pérdidas de hielo glaciar se dan en el Ártico canadiense, Alaska, las costas de Groenlandia, el sur de los Andes y los Himalayas. Estos glaciares perdieron un promedio de 260.000 millones de toneladas métricas de hielo cada año, según desprende un estudio realizado entre 2003 y 2009.

El clima de la Tierra puede sufrir cambios profundos. “Si no los estuviéramos provocando nosotros mismos ahora, si la naturaleza siguiera teniendo el control, dentro de un milenio o dos se produciría otra glaciación”, asegura el periodista científico Robert Kunzig.

Por otro lado, indica que si quemáramos todo el carbón, el petróleo y el gas que aún hay bajo tierra, derretiríamos hasta el último trozo de hielo. “Los glaciares nos recuerdan que nos encontramos ante una encrucijada”.

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