La eficiencia energética y la bendita cuenta de resultados

Artículo

Carmen Gómez-Cotta

@GomezCotta

Cuando una empresa quiere diseñar un ambicioso plan de eficiencia energética no hay mejor argumento, por muy sensibilizados que estén sus primeros espadas, que su impacto positivo en la cuenta de resultados gracias a la reducción de lo que irónicamente podríamos llamar la factura de la luz. La inversión inicial en sistemas sostenibles se traduce a medio plazo en un sustancioso ahorro económico.

Los datos presentados recientemente por Telefónica ilustran bien esa filosofía en la que la lucha contra el cambio climático y el ahorro económico van de la mano, una fórmula eficaz que echa por tierra, una vez más, esas teorías que sostienen que las políticas de sostenibilidad resultan muy caras. La compañía española de telecomunicaciones ha reducido su factura energética en casi 58 millones de euros de 2007 a 2012.

«Este ahorro ha sido posible gracias a los más de 114 proyectos de eficiencia energética implementados, que han permitido disminuir en 505 GWh el consumo eléctrico y en 156.000 toneladas de CO2 sus emisiones de gases de efecto invernadero«, explican a Ethic fuentes de la compañía.

La compañía ha logrado ya una reducción del 22% del consumo energético en las redes, lo que significa que ya ha recorrido más del 70% del camino para cumplir su compromiso para 2015, que pasa por una disminución de un 30% en relación a 2007.

Según datos de la compañía, Telefónica logró evitar emisiones de CO2 por valor de 310.000 toneladas equivalentes durante el pasado ejercicio gracias, entre otras cosas, a la generación y compra de energías renovables, y las emisiones totales se mantuvieron casi estables, en 1,79 millones de toneladas.

¿Y cómo seguir reduciendo el impacto medioambiental y la factura? «Entre los principales objetivos para el próximo año ocupan un lugar muy importante el máximo impulso de la estandarización de los diseños de los sites, la renovación de los equipos de energía con modelos de financiación alternativos, el refrigerado de los equipos con el aire exterior y la utilización de softwares para ahorrar energía cuando la red tiene menos tráfico», explican las citadas fuentes.