Educación y valor compartido

Artículo

Carmen Gómez-Cotta

@GomezCotta

Apoyar la educación y la formación de los empleados y sus familiares es, sin duda, una de las estrategias de responsabilidad social mejor alienadas con las teorías de la creación de valor compartido acuñadas por los profesores de Harvard Michael Porter y Mark Kramer.

En esta línea se sitúa el Programa Talento de Becas que desarrolla Prosegur -compañía de seguridad que acaba de ser elegida por el índice Merco como la mejor empresa para trabajar de su sector-, y que este año, a pesar de la crisis, se ha visto incrementado en un 37%.

En total, la compañía ha entregado un total de 467 becas de estudios a empleados en España y a hijos o familiares de estos. La presidenta de Prosegur, Helena Revoredo, ha afirmado que las ayudas que pretenden «reconocer el esfuerzo, constancia y dedicación» y ser una ayuda para sufragar gastos como la matrícula de los cursos escolares, profesionales o universitarios, aprendizaje de idiomas o material de estudio.

La mayoría de las becas que ha entregado la compañía (364) han ido dirigidas a hijos menores de empleados de Prosegur en edad escolar, mientras que 25 jóvenes, también hijos de trabajadores, han recibido ayudas para costear sus estudios universitarios, en reconocimiento a un expediente académico «sobresaliente», y las becas restantes (78) han ido dirigidas a los propios empleados.