Discapacidad: una ventaja competitiva
Para Pablo Morate, que tiene 37 años, nació con espina bífida y trabaja como jefe de planificación en el Grupo Siro, la experiencia de una persona con discapacidad es una auténtica prueba de fondo a lo «Ironman».
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COLABORA2012
Muchos críticos deportivos y filósofos del deporte califican la Ironman* como la prueba de fondo mas exigente y demoledora a la que un deportista puede optar a enfrentarse. Cualquier atleta que complete esta exigente modalidad deportiva, se convierte en un auténtico deportista de hierro capaz de superar cualquier otra prueba física por dura que sea, ya que ninguna supera el grado de exigencia física que requiere una Ironman.
La discapacidad también es una prueba de fondo, todo comienza cuando se cruza en tu camino. No la eliges, ella te elige,… para que comiences a preparar tu Ironman particular. Solo tienes una opción y es superarla con la ayuda del único y mejor preparador que te guiará al éxito, tu mismo.
Es tan duro que en infinidad de momentos dejas caer los brazos, pausas la lucha y empleas las pocas fuerzas que tienes en implorar al más allá, ¿por qué tu? y pedir explicaciones una y otra vez a alguien que esperas te oiga y responda a todas tus preguntas, … pero nadie responde.
Es en esos duros momentos, cuando el atleta siente el aliento y aplausos del público que le anima a seguir. Lo mismo siente el discapacitado con el cariño y empuje de familiares y amigos que le hacen volar para superar cualquier dificultad, por dura que sea.
Todo este proceso de duras pruebas, se repite una y otra vez, indefinidamente, durante la vida de un discapacitado. Prueba, superación, prueba, superación…
Una persona con discapacidad, saca músculo por cada prueba superada, hasta convertirse en un autentico Ironman a la hora de superar dificultades. Inconscientemente, ha adquirido una especialización en superar dificultades, ha conseguido agudizar mecánicamente capacidades extremadamente útiles para afrontar con éxito cualquier dificultad por complicada que parezca.
Es ese músculo, esa especialización en superar dificultades, solucionar problemas, aprovechar oportunidades de mejora, la que el discapacitado aprende a aplicar y canalizar en todos los ámbitos de su vida (trabajo, familia, amigos,…).
Reflexionemos entonces, ¿podemos considerar una auténtica ventaja competitiva en el mundo laboral la capacidad que adquiere una persona con discapacidad para superar dificultades y aprovechar oportunidades de mejora, respecto a personas que nunca padecieron discapacidad?
Muchos empresarios han sabido dar respuesta a esa pregunta leyendo entre líneas la palabra discapacidad, con evidencias claras. Juan Manuel González Serna como presidente de Grupo Siro, es un ejemplo de empresario de éxito y socialmente comprometido que ha identificado y sabido interpretar correctamente el valor sostenible que puede aportar una persona con discapacidad, incorporándoles al mundo laboral a través de sus plantillas y asumiendo puestos de responsabilidad dentro de la estructura de la compañía, en algunos casos.
Son pocos, pero pueden considerarse empresarios innovadores que se diferencian y desmarcan de cualquier prejuicio, para apostar por trabajadores que han adquirido una formación exigente a la hora de superar dificultades y por ello, son garantía de éxito.
(*) El Ironman es la prueba más exigente del triatlón. Consta de 3,86 kilómetros de natación, 180 de ciclismo y una maratón completa. La carrera tiene un tiempo límite de 17 horas, un tiempo promedio de 12 horas.
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