La central nuclear de Garoña no solicita su renovación

Nuclenor, la empresa que gestiona la central nuclear de Garoña, no ha solicitado la renovación de la explotación de la planta ante la «incertidumbre regulatoria» que, a su juicio, existe en el sector, especialmente tras las explosiones de Fukushima, que han llevado a países como Alemania o Suiza a revisar sus políticas energéticas.

La empresa, gestionada por Endesa e Iberdrola, ha enviado una carta al ministro de Industria, José Manuel Soria, en el que explica que al no conocer cómo afectaría al rendimiento de la planta las nuevas condiciones que podrían establecerse para la actividad de generación nuclear es muy complejo trazar un plan de acción para los próximos años.

Según el texto, al que ha tenido acceso Ethic, Nuclenor defiende que Garoña reúne todas las condiciones técnicas para continuar operando de forma «fiable y segura, como reiteradamente han señalado el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la Agencia Internacional de la Energía Atómica».

Además, añade que en caso de que se «despejaran las incógnitas en torno a la viabilidad económica de la planta, Nuclenor podría solicitar la renovación».

En un comunicado difundido a los medios, la compañía reconoce que las inversiones de alrededor de 120 millones de euros que debería realizar para seguir funcionando, fruto del dictamen del CSN y de los planes de modernización permanente de la planta, suponen un freno en un contexto de incertidumbre regulatoria.

El pasado 3 de julio, el Ministerio de Industria revocó la orden del anterior Gobierno por la que se acordaba el cierre de la central nuclear el 6 de julio de 2013, y autorizó su explotación hasta dicha fecha.

Mediación autonómica

La Junta de Castilla y León quiere quemar los últimos cartuchos y maniobra para mantener los miles de empleos que genera esta planta. Éste es el objetivo que se persigue con el encuentro que celebran hoy en Valladolid el consejero de Economía, Tomás Villanueva, y el director de Garoña, José Ramón Torralbo.

En un contexto en el que ni Nuclenor ni el Gobierno de Rajoy quieren cambiar su postura, la cita de  hoy podría deparar algún mensaje en torno a la posibilidad a alargar la vida de la central hasta 2019.