Innovación

Emprender e innovar de forma responsable

«Hay que buscar un nuevo modelo económico basado en el conocimiento, la alta especialización y el compromiso social», señala Fernando Mugarza, de Zeltia, en este artículo.

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24
enero
2012

Si queremos mantener nuestro modelo social ante el cambio que se está produciendo en el orden mundial, nuestra sociedad precisa de modelos económicos que conjuguen el impulso a la innovación y el emprendimiento con la forma de hacerlo posible, asentando sus base en criterios de alta especialización, responsabilidad y gestión ética para con los diferentes grupos de interés o stakeholders. Es por ello que la “innovación responsable” es un concepto fundamental que emerge con fuerza y que algunas organizaciones como Forética, el Grupo Zeltia, la Universidad Rey Juan Carlos, las empresas que configuran el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), entre otras, vienen impulsando.

La innovación responsable en un país es reflejo de su ímpetu innovador, supone innovar en cualquier ámbito de una organización de forma ética, ajustada a los principios básicos de la RSE, es por lo tanto un concepto que impregna a la cultura de la Organización (Liderazgo innovador), es una palanca de generación de valor añadido, de mejora de la productividad y la competitividad y está vinculada al capital humano de las organizaciones y empresas, involucra directamente a grupos de interés tanto externos como internos a la Organización

Según el último informe elaborado conjuntamente por Forética, el Observatorio Zeltia, la Cátedra Innovación, Salud y Comunicación (ISC) y RDI (Red de Innovación), dentro de los aspectos fuertes de la innovación en España destacan: el porcentaje de la población entre 30 y 34 años con estudios superiores (17% superior a la media de la UE), la copublicación de artículos científicos internacionales (99%), la generación de marcas comunitarias (16%)  y las ventas de productos nuevos en el mercado y lanzamiento de nuevos productos (32%). También destacan algunos clusters de actividad como son el aeroespacial, automóvil, tecnologías de la información, tecnologías de la salud, biofarmacia y químico.

La radiografía de España nos muestra que el 90% de las empresas corresponden a autónomos o son microempresas, hay más de 3 millones de autónomos, aproximadamente el 20% del personal ocupado (65% hombres y 35% mujeres). Además conformamos un país con un desarrollo enormemente heterogéneo a nivel de innovación, de acuerdo con datos de la Comisión Europea, un tercio del país tiene un ritmo de innovación avanzada, otro tercio es moderado y otro tercio es modesto.

Necesitamos por lo tanto emprender reformas que reactiven la economía y generen trabajo de calidad, ya que la actual crisis económica ha revelado que nuestro modelo de crecimiento sostenible estaba fundado sobre bases poco sólidas. Es el momento de abordar un cambio de modelo basado en el impulso a iniciativas innovadoras, emprendedoras y es necesario apostar por nuevos sectores altamente especializados que doten a nuestra maltrecha economía del refuerzo positivo necesario para afrontar un futuro incierto.

El emprendimiento, además de la capacidad de innovar asociada a la inversión en I+D puede contribuir a solucionar la crisis y por ello necesitamos dejar de vernos como un país prestador de servicios, precisamos fortalecer nuestro tejido industrial y generar la creación de empresas, especialmente pymes innovadoras, ya que la innovación no es privativa de las grandes empresas, en muchas ocasiones son las pequeñas y medianas las que desarrollan con mayor profusión si cabe esta actividad, prueba de ello es un sector como el de la biotecnología entroncado en el entorno de la salud, aquí los datos son contundentes y se aprecia que este sector aún siendo pequeño, se está comportando bien, de forma sólida y madura pese a la difícil situación económica.

Un dato para el optimismo, el baremo de la consultora especializada – Booz & Company –  que viene incluyendo tanto a grandes empresas como a pymes dentro de las 1.000 empresas más innovadoras de la UE y entre ellas figuran ya algunas firmas españolas de gran prestigio: Telefónica, Almirall, Acciona, Zeltia y Abengoa.

Como muestra del compromiso innovador y dentro del sector biotecnológico y biofarmacéutico, el Grupo Zeltia representa la investigación más disruptiva y comprometida con la sociedad (cerca del 44% de su cifra de ventas destinado a I+D), cuyo vínculo con la innovación responsable y la ética empresarial pueden sin duda ayudar a que nuestro país asiente su desarrollo en un nuevo modelo económico basado en el conocimiento, la alta especialización y el compromiso social, todo un reto que afrontar que sin duda marcará el signo y el rumbo de nuestro futuro. Sabemos que no se trata de inversiones en las que se vean los beneficios a corto plazo, pero estamos convencidos que estos beneficios globales acaban apareciendo y perduran en el tiempo.

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