Personas a las que involucrar, no a las que atender
España se encuentra a la cola de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en materia de inserción laboral de las personas con discapacidad.
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COLABORA2011
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España se encuentra a la cola de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en materia de inserción laboral de las personas con discapacidad, aunque esta situación «está cambiando y se está avanzando mucho», según han denunciado los expertos participantes en la jornada ‘Generación de valor desde la acción social’, dentro del Ciclo de conferencias Fundación SERES-ESADE.
Los participantes, procedentes del ámbito empresarial y académico, han explicado que, en los últimos años las empresas que más han avanzado han sido las que lo han hecho por propia voluntad y compromiso. «Se trata de empresas que no se mueven por una imposición legislativa sino por una convicción propia que hace que se implante en la cultura corporativa y tenga futuro a largo plazo», según ha asegurado el director del Instituto de Innovación Social de ESADE, Ignasi Carreras.
Por su parte, el presidente del Grupo Konecta, José María Pacheco, ha indicado que «todo tiene que partir de un firme compromiso de la alta dirección, si no, es imposible que se implanten». En este sentido, el presidente de la Fundación SERES, Juan Arena, ha añadido que «es obligación de los gestores aprender a gestionar la discapacidad porque eso hace mejor a cualquier empresa y por extensión al país».
Pachecho ha explicado que «integrar o no personas con discapacidad es una decisión que no se puede valorar desde el punto de vista económico o tangible». A su juicio, se trata de una decisión que ayuda a crear valor en la empresa y a concienciar y motivar a las personas por lo que desde el punto de vista de Recursos Humanos tiene consecuencias muy positivas, aunque también desde el punto de vista de la imagen de la empresa.
El vicepresidente primero de la Fundación ONCE, Alberto Durán, ha apuntado que «también influye a nivel de producto ya que en muchas ocasiones la decisión de compra por parte del consumidor tiene un componente sentimental».
Por otro lado, los ponentes han coincidido en que la discapacidad es una oportunidad estratégica porque, si no, se puede perder mucho talento. Además, han recordado que un elemento común de las personas con discapacidad que se incorporan a un puesto de trabajo es que están más acostumbradas a pelear y solventar barreras que el resto de la población, y esto es algo muy positivo para una empresa.
Del mismo modo, han indicado que en España se ha pasado de una cultura que ve la discapacidad como «personas a las que hay que atender» a «personas que tienen que participar en la sociedad» y esto es muy positivo y que es «fundamental» entender que las personas con discapacidad son personas activas que tienen que desarrollarse por completo y participar en la construcción de la sociedad.
Según los datos, se está avanzando «mucho» en materia de empleo a personas con discapacidad, ya que en el último año se incrementó un 19 por ciento, aunque se partía de cifras muy bajas. Sin embargo, existen datos «muy esperanzadores» ya que «España es un país de los más inclusivos en materia de educación lo que, probablemente, tendrá su efecto en los próximos 10 o 15 años».
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