La visita del Papa siguió criterios de sostenibilidad

Capaz de aplicarse en la mayoría de los planos de la vida y de ir desde lo más cotidiano hasta lo inalcanzable, la sostenibilidad es un concepto de múltiples aplicaciones y afectaciones, y tampoco entiende de colores, ideologías, creencias, razas y géneros.

Desde las empresas, hasta los partidos políticos, las pequeñas y grandes asociaciones, internacionales o no, y ahora también, el Papa Benedicto XVI, apodado hace unos años como “El Papa verde” (Green Pope), y quien ha logrado que la Jornada Mundial de la Juventud, que se desarrolló en Madrid del 11 al 21 de agosto, se organizó en clave de sostenibilidad.

Sin embargo, no es la primera vez que Su Santidad opta por una actuación sostenible. Ya en 2008, Benedicto XVI encargó colocar 2.400 paneles solares en las instalaciones del Vaticano para reducir el consumo de CO2 y hace unos días se hizo pública la adquisición de varios vehículos oficiales del Papa (“papamóviles”) de formato híbrido entre el eléctrico y el de consumo convencional.

En 2008 el Vaticano sacó adelante una lista con siete nuevos “pecados sociales” entre los que se incluía la contaminación y el daño ambiental, así como la contribución a aumentar la brecha entre pobres y ricos

También en 2008 el Vaticano sacó adelante una lista con siete nuevos “pecados sociales” entre los que se incluía la contaminación y el daño ambiental, así como la contribución a aumentar la brecha entre pobres y ricos y la excesiva riqueza.

No obstante, el Vaticano sabe que hay que dar ejemplo y no sólo predicar. Por eso, la Jornada Mundial de la Juventud 2011 tendrá carácter 100% natural gracias a la compra de créditos de emisión de CO2 en proyectos de Honduras, Nueva Caledonia, Uganda, China y Turquía.

La compañía que está detrás de esta estrategia de reducción de la contaminación es Zeroemissions, de la empresa de soluciones de innovación sostenible Abengoa, quien calculará y compensará las emisiones directas de gases de efecto invernadero

Esta práctica de compra de derechos de emisión de CO2, inevitables en eventos masivos, se ha llevado a cabo ya en 2010 en los Juegos de Invierno de Vancouver (Canadá) y en varios conciertos.

La compra de créditos de emisiones de CO2 es una herramienta creada a partir del Protocolo de Kioto de compensar los daños ambientales con recompensa económica a aquellos países que lograsen reducir sus emisiones a la mitad para el periodo 2008-2012.

Según se informa en la página web de la Jornada Mundial de la Juventud, la organización indica que se comprarán créditos de carbono en cinco proyectos, uno en cada continente: un campo de energía eólica en Nueva Caledonia, una mini hidráulica en Honduras, un proyecto de reforestación en Uganda y dos proyectos de recuperación de metano en vertederos de China y Turquía.