TENDENCIAS
Advertisement
Sociedad

Carlota Mateos

«La vulnerabilidad no está permitida para las personas emprendedoras»

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
14
marzo
2025

Carlota Mateos sabe lo importante que es cuidar la salud mental para quienes están al frente de una empresa. Cofundó Rusticae en 1996 y, desde entonces, ha liderado múltiples proyectos innovadores. Desde 2022, también dirige Ancla, una asociación creada para eliminar el estigma y prevenir las enfermedades mentales en el ámbito emprendedor.


Ancla es una asociación fundada hace pocos años, pero ha crecido mucho en poco tiempo. ¿Cómo surgió esta iniciativa?

Yo había sufrido un burnout bastante importante en 2013 y, luego, tuve un segundo episodio a principios de 2020 que acabó en una depresión. En el confinamiento, cuando yo ya estaba mucho mejor, recibí una llamada de Diego Ballesteros, amigo y emprendedor en serie. Nos conocíamos hacía 25 años y él ya me había oído hablar muchas veces en mesas redondas y charlas sobre mis episodios de burnout. Me contó lo que le estaba pasando y que no entendía muy bien. Yo vi que posiblemente ya tenía una depresión y le di el teléfono de mi psicólogo. Cuando se sintió recuperado, compartió un hilo en Twitter en el que decía que siempre había pensado que la depresión era una excusa de personas débiles, hasta que le pasó a él. Este hilo llegó a emprendedores a quienes también les había pasado y se alegraban de que lo hubiera hecho público. También hubo gente que le escribió contando historias muy duras en las que él no se sentía bien preparado para acompañar o dar una solución efectiva. Entonces, nos llamó a un grupo de emprendedores sénior que ya habíamos sufrido estas problemáticas y estábamos muy sensibilizados con el tema, y nos propuso crear una asociación de emprendedores y para emprendedores. Así fue como nació Ancla.life.

Una parte muy importante de vuestro trabajo es visibilizar la salud mental en el emprendimiento. ¿Qué proyectos estáis realizando en este sentido?

Sí, trabajamos en cinco pilares: visibilización y desestigmatización de la salud mental, formación, creación de comunidad, ayuda profesional e investigación. Dentro del primero, visibilizar y desestigmatizar los problemas de salud mental, tenemos dos herramientas: un pódcast y charlas divulgativas. El pódcast fue nuestro primer proyecto hace tres años y en él entrevistamos a personas emprendedoras que comparten su experiencia. Nos interesa que sean personas reconocidas en su ámbito, porque ayuda a demostrar que nadie es invencible y que esto nos puede pasar a cualquiera. También hablamos de cómo han salido adelante y qué aprendizajes han obtenido. Además, hemos comenzado a impartir charlas donde explicamos los ciclos del estrés y cómo este puede derivar en burnout, crisis de ansiedad o depresión. Es fundamental entender las señales de alerta, los procesos fisiológicos detrás de estas patologías y qué hábitos pueden mejorarse para ayudar a prevenirlas. Muchas situaciones de ansiedad y burnout están normalizadas, pero es importante preguntarnos en qué punto estamos antes de que sea demasiado tarde.

«Es fundamental entender las señales de alerta, los procesos fisiológicos detrás de estas patologías y qué hábitos pueden mejorarse para ayudar a prevenirlas»

¿Qué tipo de formación ofrecéis para ayudar a gestionar el bienestar mental?

Tenemos una plataforma en la que, por un lado, están todos los podcasts, muchas meditaciones guiadas y libros sobre desarrollo personal, buenos hábitos, mindfulness, yoga, alimentación o sueño. Pero la joya de la corona es nuestro curso Healthy Minds, que está dividido en 6 módulos sobre estrés, mindfulness, alimentación, actividad física, sueño, tecnología y gestión de emociones. Además, también organizamos retiros de fin de semana para ofrecer toda esa formación de forma presencial. Todo el contenido está basado en evidencia científica y nos hemos apoyado en Nikara. También son quienes desarrollan los estudios de investigación pertinentes para validar científicamente nuestras metodologías y seguir mejorando las herramientas que ofrecemos a la comunidad emprendedora. Ya hemos publicado dos estudios, uno sobre la efectividad de este curso y otro sobre la efectividad de los Personal Boards, grupos donde se desarrolla un fuerte sentido de pertenencia.

El emprendimiento puede ser un camino solitario. ¿Cómo fomentáis la creación de comunidad?

La falta de tiempo lleva a sacrificar relaciones personales, dejando a un lado amigos, pareja, familia, vacaciones y planes. Nos dimos cuenta de que era fundamental fomentar relaciones profundas y pusimos estos grupos, Personal Boards, en los que se reúnen siete emprendedores una vez al mes para compartir temas y retos de índole personal, profesional o familiar en profundidad. Se crean conversaciones sinceras, a corazón abierto, que permiten mostrarnos vulnerables y recuperar el hábito de las relaciones humanas auténticas. Ya contamos con doce grupos en marcha. Además, construir lazos profundos en un colectivo donde hay mucho escaparate no es sencillo. En Ancla, buscamos crear relaciones genuinas en un ecosistema que muchas veces está diseñado para brillar, cuando en realidad el emprendimiento está lleno de momentos oscuros. Nuestros espacios permiten cambiar el chip, bajar las conversaciones a la realidad y construir una comunidad basada en la confianza.

«El 72% de las personas emprendedoras en el ámbito digital ha sufrido problemas de salud mental, pero solo el 23% ha pedido ayuda»

En el caso de que alguien necesite ayuda profesional de forma individualizada, ¿cómo trabajáis?

Contamos con una red de profesionales que conocen bien los problemas específicos del colectivo. Un estudio de Snapshot de 2023 con 400 emprendedores digitales de Europa, Norteamérica e Israel reveló que el 72% ha experimentado problemas de salud mental, pero solo el 23% ha buscado ayuda. Entre los hombres, un 55% no lo ha hecho por miedo al estigma. Muchos temen que sus inversores, socios o empleados lo vean como una señal de debilidad. Queremos cambiar esta realidad. Además de terapia psicológica, contamos con un servicio de coaching para situaciones específicas. Por ejemplo, hay emprendedores que han conseguido financiación para escalar su empresa, pero no se ven suficientemente preparados para liderarla en esa siguiente fase de crecimiento y eso les genera ansiedad. En estos casos, un coach les puede ayudar a desarrollar las habilidades necesarias para afrontar el reto.

¿Por qué crees que están tan invisibilizados estos problemas en el ámbito del emprendimiento? 

El miedo al estigma nos lleva a ocultar lo que nos pasa. Aunque esto ha empezado a cambiar, hace apenas tres años nadie hablaba de salud mental en el mundo emprendedor. Nadie reconocía que le había ido mal o que había pasado por una depresión. Yo fui de las primeras en contarlo públicamente en una charla TEDx en 2015, tras haberlo vivido en 2013. Otro problema es que muchas personas fingen estar bien, cuando no es así. Por ejemplo, en los eventos de emprendedores parece que a todo el mundo le va fenomenal, está creciendo e incrementando sus ventas y luego no siempre es verdad, pero solo se reconoce en petit comité, si acaso… Parece que la vulnerabilidad no está permitida para las personas emprendedoras. Nos estamos americanizando mucho en ese sentido. El emprendedor está muy asociado al arquetipo del héroe o heroína que consigue lo increíble en el último instante, que salva a la empresa que iba a la ruina porque se le ha ocurrido hacer no sé qué, y entonces llega el dinero in extremis y consigue pagar las nóminas.

«El miedo al estigma nos lleva a ocultar lo que nos pasa»

¿Cómo llega una persona que tiene mucho éxito profesional a darse cuenta de que tiene un problema de salud mental?

En mi caso, he vivido dos episodios y habría dado cualquier cosa por haber tenido un Ancla que me ayudara antes. Aprendí por la vía dura. Mi primer burnout llegó después de 17 años emprendiendo. El cuerpo y la mente aguantan mucho, pero, si no les das respiro, tarde o temprano se rompen. Antes, estaba cansada y daba igual, seguía porque siempre había trabajo. A tus empleados no les puedes decir que trabajen 16 horas, se iban a su hora, pero yo muchos días salía de mi oficina a las 11 de la noche. Ahora, si estoy trabajando a las cinco de la tarde y me noto con fatiga mental, digo: «ya está, hoy he acabado». Muchas personas creen llevar una vida normal y activa hasta que, en nuestras charlas, descubren que están a tan solo un paso de la depresión. No se dan cuenta de que el estrés cotidiano puede convertirse en crónico, derivar en ansiedad, luego en burnout y, finalmente, en una depresión. Ese proceso es poco conocido.

«Hemos normalizado trabajar 16 horas al día y no coger vacaciones, pero eso no es sostenible»

¿Qué perfil de personas emprendedoras llegan a Ancla?

Nuestro alcance es variado, pero, al haber nacido en el ecosistema de start-ups digitales, se nos conoció rápidamente en ese ámbito. La mayoría de quienes llegan a Ancla son hombres (73%) y el 27% son mujeres, lo que refleja la composición del sector. En cuanto al tipo de negocio, el 53% lidera una startup, el 10% una scaleup, el 13% una pyme y el 24% tiene otro tipo de empresa. Sobre la salud mental, un 27% ha sufrido crisis de ansiedad con frecuencia, el 47% alguna vez y el 30% nunca. En el caso de la depresión, el 23% ha sido diagnosticado, mientras que un 34% no está seguro de haberla tenido, ya que ha experimentado los síntomas, pero sin llegar a buscar un diagnóstico médico. Si analizamos hábitos de bienestar, el 63% no practica meditación, a pesar de ser una herramienta clave para gestionar la ansiedad. También observamos que las relaciones más descuidadas desde que emprendieron son la pareja y los amigos, es decir, los grupos afectivos que podemos elegir libremente. En cambio, las menos afectadas son las de la familia extendida e hijos.

La salud mental no es solo un problema individual, sino también estructural. ¿Qué tipo de apoyos tenéis en el ecosistema emprendedor?

En Ancla empezamos autofinanciándonos y, luego lo abrimos a donaciones de los emprendedores. Cualquiera puede hacerse socio desde 9€ al mes y también puede donar cantidades más altas con acceso a los mismos materiales y servicios y también ofrecemos recursos gratuitos para que nadie quede fuera por motivos económicos. Sin embargo, se necesita más apoyo estructural. Si un fundador tiene problemas de salud mental, el impacto se extiende a su equipo, inversores y empresa. Por eso, ahora también buscamos el apoyo económico de firmas de Venture Capital, aceleradoras, incubadoras y corporates cercanas al ecosistema emprendedor. Reconocen el problema, pero no siempre saben cómo abordarlo y Ancla se lo pone en bandeja a cambio de una donación muy asequible. Sin embargo, en España falta cultura de filantropía y para conseguir su apoyo tenemos que proponerles un modelo en el que su donación beneficie directa y gratuitamente a fundadores de las startups con que trabajan. ¿Un ejemplo de mentalidad filantrópica espectacular? Sin duda, Kibo Ventures. Sus partners, Aquilino Peña y Sonia Fernández, nos dieron su apoyo desde el día 1 sin pedir nada a cambio. Vieron clarísimo que había un problema de escala estructural y decidieron apoyarlo sin ambages.

Ancla es una asociación joven, pero ha crecido mucho. ¿Qué respuesta estáis obteniendo?

Tenemos un feedback fenomenal que nos caldea el corazón, la verdad. Hay emprendedores que nos dicen que desde que están en Ancla les ha cambiado la vida. Además, como hemos fundado Ancla un grupo de emprendedores reconocidos en España, tenemos una capacidad muy grande para llegar a instituciones, emprendedores, medios… Está claro que había un problema ahí que no se veía y había que dar respuesta.

«Hay tres pilares que debes proteger siempre: tu salud física, tu salud mental y tus relaciones afectivas»

¿Qué consejos o estrategias para llevar una vida emprendedora sostenible a largo plazo?

Lo primero es ser consciente de que emprender es un camino duro y que hay tres pilares que debes proteger siempre: tu salud física, tu salud mental y tus relaciones afectivas. Si no, el emprendimiento arrasa con todo ello. También es clave preguntarte por qué emprendes y recordar esa razón cuando las cosas se complican. En mis charlas, siempre hago esta pregunta y las respuestas suelen dividirse en seis: crecimiento personal y profesional, libertad, dedicarse a lo que realmente les gusta, crear valor a la sociedad, cumplir sueños o alcanzar independencia financiera. Si pierdes de vista tu propósito, puedes acabar sacrificando tu bienestar por objetivos que ni siquiera eran los tuyos. Además, hay que equilibrar trabajo y descanso, es esencial a largo plazo. Hay señales de alerta que indican que estás entrando en una espiral peligrosa: fatiga mental, sueño escaso y de poca calidad, ansiedad, aislamiento social o identificación excesiva con tu proyecto y llegar a sentirte un fracaso si el proyecto no va bien. Por último, mantener hábitos saludables es clave: meditar, hacer ejercicio, dormir bien, alimentarse correctamente, respiraciones conscientes y cultivar las relaciones personales. Son cosas básicas, pero que a menudo olvidamos.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME