VII Jornada de Sostenibilidad de ANEABE

El ecosistema del sector de aguas minerales aporta alrededor de 1.500 millones de euros a la economía nacional, genera más de treinta mil empleos, entre directos (seis mil) e indirectos, y fija la población de la España vaciada, con un 10,5% de crecimiento en la última década. Estos son algunos de los datos que se ofrecieron en la VII Jornada de Sostenibilidad del Sector de Aguas Minerales, con el lema «Aguas minerales, pueblos vivos», organizada por la Asociación de Aguas Minerales de España (ANEABE) en la Fundación Ortega-Marañón, en Madrid.

Uno de los principales beneficios de la actividad del sector de aguas minerales es la revitalización de las zonas que integran la España vaciada: en términos de empleo, los municipios muy rurales (aquellos con menos de cinco mil habitantes o con menos de cien habitantes por kilómetro cuadrado) han incrementado en un 10,5% el número de afiliados a la Seguridad Social en la última década. Estas cifras no sólo tienen una repercusión económica, sino que ponen de manifiesto «la conexión de un recurso excepcional como el agua con las comunidades rurales que lo cuidan y prosperan con él, el impacto humano del sector de aguas minerales», según apuntó Núria Aymech, comisionada especial para la Competitividad Industrial y de la Pyme del Ministerio de Industria y Turismo. 

Según Diego Vizcaíno, el sector de aguas minerales «genera más empleo, más población activa y más renta en los hogares»

Este arraigo se refleja en el hecho de que el sector está presente en 700 municipios, 102 de los cuales cuentan con alguna de las 115 plantas envasadoras de aguas minerales que hay en España, lo que crea un ecosistema económico y social que fija población, genera empleo y fortalece el tejido empresarial local, tal y como expuso Irene Zafra, secretaria general de Aneabe, quien destacó que «el 40% del empleo es femenino, 15 puntos porcentuales por encima de los municipios que no tienen planta envasadora». La prosperidad, tanto de los municipios que cuentan con planta como de los pueblos colindantes, se advierte en la aparición y consolidación de centros culturales, como la creación de bibliotecas, museos, sucursales bancarias o centros deportivos.

Esto se explica, entre otras causas, por el hecho de que el sector está ampliamente diversificado, lo que, a su vez, permite «una elevada solvencia a la hora de encarar situaciones difíciles», apuntó Diego Vizcaíno, socio director del Área de Economía Aplicada de la consultora AFI, con quien Aneabe ha elaborado su Memoria de Sostenibilidad. El sector de aguas minerales «genera más empleo, más población activa y más renta en los hogares», insistió.

Además de impulsar el aspecto económico, social y humano de estos municipios, el sector no sólo protege su recurso natural, sino también la biodiversidad del entorno, clave para mantener la calidad del agua que envasan. La experta en sostenibilidad Mariluz Castilla aseguró, a este respecto, que «las políticas de biodiversidad que aplican las empresas dedicadas al agua mineral son un motivo para «sacar pecho», ya que, a su juicio, aún no están incorporadas en gran parte del tejido empresarial. 

Vinculado al cuidado de la biodiversidad, el compromiso con la sostenibilidad, como el consumo de las energías renovables, que representa casi el 99% del sector, el alto índice de la flota comercial compuesta por coches sostenibles y la reducción de la huella de carbono (un 25% en los últimos cuatro años).

Una sostenibilidad que permite su alta inversión en innovación, una de las mayores del mundo, a juicio del presidente de ANEABE, José Manuel Cuesta. «No nos queda otra que ser eficientes, sostenibles e innovar. Tenemos que ser competitivos. Una botella de agua mineral cuesta, en los lineales de un supermercado, 25 céntimos. Una botella que ha podido recorrer, hasta llegar a la gran superficie, mil kilómetros». 

El compromiso del sector con la sostenibilidad se refleja en el uso de las energías renovables, el alto índice de la flota comercial compuesta por coches sostenibles y la reducción de la huella de carbono

Otra de las cuestiones que centró la atención la jornada fue el Banco de Agua Solidario, creado por ANEABE y Cruz Roja en 2016 y que garantiza que queden cubiertas las necesidades básicas de la población en caso de catástrofes, como la de la DANA, durante la que se donaron un millón de litros. Jorge Zapatera, bombero e ingeniero técnico forestal, destacó la importancia de esta entidad: «Sin agua envasada, los bomberos no podemos trabajar. En el último gran incendio que se produjo en Guadalajara, en el Pico de Lobo, necesitamos seiscientas botellas de agua diarias».

«La manifestación de lo imposible»

Durante la jornada, se entregó el VII Premio de Periodismo Ambiental Aneabe, que recayó en Javier Rubio por un reportaje publicado en El Confidencial, Los ángeles de la guarda del quebrantahuesos en España: así han salvado a una especie desahuciada. «El quebrantahuesos es la manifestación de lo imposible», afirmó el periodista. 

Este año, la distinción ha tenido en la protección de la biodiversidad su eje temático, de ahí el reconocimiento a un reportaje que recoge cómo la dedicación de conservacionistas, con la colaboración de entidades públicas y privadas, ha permitido reintroducir al quebrantahuesos en Pirineos, Picos de Europa y Sierra de Gredos, garantizando, además de su supervivencia, la conservación de la biodiversidad local.