Sara Gil

El Hospital Universitario La Paz lleva unos años convencido de que la salud de las personas y la del planeta están conectadas. Una muestra de ello es su Plan ReConecta, con el que, a través del marco de las 9R, llevan a cabo líneas de acción basadas en la economía circular. Nueve puntos entre los que se encuentran la reducción de residuos, la eficiencia energética o la formación de profesionales para que se involucren con la sostenibilidad. Un proyecto que ha llevado al centro a recibir el premio BASF en la categoría de Administración Pública. Sara Gil, responsable de la sección de Responsabilidad Social Corporativa, explica cómo nació el proyecto y cuáles son los retos a los que se enfrentan.

Habéis recibido el premio BASF a la mejor práctica circular en la categoría de Administración Pública. ¿Qué significa este galardón para vosotros?

Este galardón es un reconocimiento al trabajo constante que venimos realizando durante años en materia de economía circular y sostenibilidad. Supone un impulso para seguir avanzando hacia un hospital cada vez más eficiente, responsable y comprometido con el futuro. Este premio reafirma que vamos por el buen camino y nos anima a continuar innovando en la gestión ambiental.

¿Por qué crees que es importante que las administraciones públicas tengan un papel protagonista en la transición hacia modelos más sostenibles?

Desempeñan un papel esencial, tanto por su capacidad de influencia como por su responsabilidad en la gestión de los recursos públicos. Este reconocimiento pone de manifiesto que las instituciones pueden innovar, actualizar sus procesos y liderar con el ejemplo la transición hacia prácticas más respetuosas con el entorno.

El galardón que habéis recibido reconoce la reducción del impacto ambiental del Hospital La Paz a partir del plan ReConecta. ¿Cómo surgió la idea? ¿Cuáles son las claves del proyecto?

El Hospital La Paz lleva muchos años comprometido con la mejora ambiental, desde su certificación en 2008 en el Sistema de Gestión Ambiental. En el ámbito de residuos hemos trabajado intensamente en el reciclaje y en el consumo responsable, pero éramos conscientes de que el reciclaje es solo una parte de la solución. Por eso decidimos dar un paso más e integrar las 9R de la economía circular, abordando el ciclo completo y promoviendo una transformación real hacia un modelo más sostenible. Esa visión es la esencia del plan ReConecta.

«Las instituciones pueden innovar, actualizar sus procesos y liderar con el ejemplo la transición hacia prácticas más respetuosas con el entorno»

¿Cómo fue el proceso de implementación de las «9R»?

Desde la Sección de Responsabilidad Social Corporativa y Medio Ambiente profundizamos en los principios de economía circular y analizamos todas las acciones que ya estábamos desarrollando en cada una de las 9R. Esto nos permitió identificar las áreas donde ya existían numerosos avances y aquellas en las que debíamos iniciar nuevas líneas de trabajo. A partir de ahí, estructuramos un plan progresivo y realista para integrar la circularidad en todas las áreas del hospital.

Habéis involucrado a distintas áreas del hospital. ¿Cómo ha sido la convocatoria de las diferentes secciones?

La sensibilización y la formación ambiental han sido constantes a lo largo de los años. La enfermería ha sido históricamente una aliada fundamental, al igual que el servicio de mantenimiento con el personal de residuos y el servicio de hostelería, especialmente el personal de limpieza y cocinas. En los últimos años, además, los facultativos han tomado una mayor conciencia de que la salud del planeta está directamente relacionada con la salud de las personas, lo que ha favorecido su implicación activa en iniciativas sostenibles. También estamos llegando a otros servicios como asuntos generales, el personal de lencería del servicio de hostelería, mantenimiento o contratación, ampliando así las áreas involucradas.

¿Cómo ha sido la recepción?

Muy positiva. Cada vez son más los profesionales que nos trasladan nuevas propuestas o que nos consultan cómo pueden mejorar sus prácticas para reducir su impacto ambiental.

«Cada vez son más los profesionales que nos trasladan nuevas propuestas o que nos consultan cómo pueden mejorar sus prácticas para reducir su impacto ambiental»

¿Qué beneficios habéis identificado a partir de la implementación del plan?

La implantación del plan ha generado un efecto multiplicador: surgen cada vez más ideas y muchas de las iniciativas que ponemos en marcha se replican en otras unidades que nos las solicitan. Algunas acciones nacen del análisis de indicadores del Sistema de Gestión Ambiental y otras surgen directamente de los propios profesionales, lo que demuestra un compromiso creciente y colaborativo.

¿Cuáles son las principales barreras a las que se enfrenta el sector para implementar prácticas circulares?

Actualmente, la viabilidad técnica y económica sigue siendo un reto. El sector sanitario utiliza una gran cantidad de materiales de un solo uso, muchos de ellos plásticos que hoy por hoy no cuentan con opciones reales de valorización debido a la falta de gestores especializados. Además, el coste de algunas soluciones circulares sigue siendo elevado, lo que dificulta su implantación generalizada.

¿Crees que otras instituciones podrían aplicar vuestras prácticas?

Sí, muchas de las iniciativas desarrolladas en el Hospital La Paz son totalmente replicables en otros hospitales y en otras instituciones públicas. La clave es adaptar la estrategia a cada contexto y fomentar la participación de los profesionales, porque la sostenibilidad es un camino colectivo.