Cómo un ERP Industrial puede ser la clave para la transformación digital de una empresa
La introducción de un ERP industrial en una compañía puede reducir costes, identificar áreas de mejora y optimizar los recursos gracias a que la herramienta funciona a través de una integración interdepartamental.
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Optimización, eficiencia y rentabilidad. Bajo estos tres parámetros, esenciales en cualquier empresa del sector industrial, operan los conocidos como software ERP (Enterprise Resource Planning), un sistema de planificación de recursos diseñado para gestionar los procesos y las operaciones de las compañías.
Si la digitalización ya está presente en la mayor parte de este tipo de factorías, su perfeccionamiento se presenta como el mayor reto para el futuro más inmediato. Por eso, una herramienta como los ERP es esencial para controlar al milímetro tanto lo que ocurre en el proceso de producción como aquellas variables que lo pueden desestabilizar.
A día de hoy, la industria necesita una solución personalizable y especializada que le brinde las máximas ventajas competitivas, como son las aportadas por este software. Una vez se ha dado con el ERP adecuado, la herramienta puede ayudar a gestionar las órdenes de fabricación, hacer un seguimiento de las operaciones y mejorar la previsión de suministros para evitar cuellos de botella que puedan afectar a la producción, entre otras muchas finalidades.
Así, lograr la automatización total y evitar ineficiencias en la empresa son los objetivos que persigue esta herramienta digital, que actuará como un espacio donde se integren las necesidades de la industria. Y estas no son pocas. Entre ellas destacan las soluciones de IoT y de robótica industrial, el sistema MES de control de la producción, el software de gestión de almacenamiento (SGA) y el de Recursos Humanos, el CRM para la gestión comercial o la plataforma e-commerce.
Este software de producción industrial puede acceder a cada una de las partes esenciales del negocio y, si se explota correctamente, es capaz de controlar los costes de producción y las órdenes de trabajo.
Esta herramienta digital actúa como espacio integrador de las necesidades de la industria
Sin embargo, no todos los ERP son igual de válidos. Es recomendable que, para conseguir los objetivos esperados, se eviten los ERP generalistas y se apueste por uno industrial. Estos ya están preparados para integrarse con sistemas de control y otras tecnologías utilizadas en la industria manufacturera. Además, proporcionan informes y análisis detallados sobre la producción y la eficiencia operativa, abarcando aspectos como los tiempos de ciclo, el rendimiento de las máquinas y los costes de producción, así como la gestión de inventarios en tiempo real.
A la hora de tomar la decisión de elegir un ERP industrial, se deben tener en cuenta factores como el tamaño de la compañía, los procesos que lleva a cabo, la complejidad de la organización y los objetivos de resultados para asegurarse de que la herramienta se adapta bien al negocio.
Sin embargo, una vez elegimos el ERP correcto, ya podemos comenzar a disfrutar de beneficios como la reducción de costes, la optimización de los recursos y la identificación de potenciales áreas de progreso.
Además, otras de las características fundamentales de los ERP son la integración interdepartamental y la disponibilidad de todos los datos generados por el sistemas. En el caso de la primera, es bien sabido que la rentabilidad de una empresa no se puede entender sin integración, por lo que tener una estrategia de digitalización es primordial.
Por su lado, tener acceso a información de valor es fundamental para la toma de decisiones de una manera más rápida y de forma consistente. Esta información pesa a favor de la toma de decisiones operativas, como la contratación, la facilitación de la compra de materias primas o la satisfacción de las demandas de los clientes. Gracias a la eficiencia de la herramienta, las ventajas no son únicamente palpables en la parte técnica, sino también la parte humana, ya que se trasladan también a la satisfacción del cliente y de los trabajadores.
En definitiva, un ERP industrial está orientado a adaptarse a las nuevas exigencias del sector, potenciar la competitividad, hacer más eficiente tanto la producción como la toma de decisiones y conectar todos los sistemas. Un dato respaldado por el desarrollador Zuchetti en su guía Digitalización industrial. El papel del ERP especializado para potenciar la eficiencia en la industria: «El aumento en la complejidad de los procesos industriales obliga a las organizaciones a adoptar un cambio en la cultura empresarial, que debe estar basada en el análisis de datos como fundamento para la toma de decisiones inteligentes».
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