Agua

¿Y si el agua ya no cae del cielo?

Este año hemos observado embalses vacíos, hemos dejado de regar huertas y hemos cerrado duchas de gimnasios. ¿Se puede reducir el consumo de agua en la industria?

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Estos últimos años hemos vivido uno de los períodos de sequía más importantes de la historia y hemos visto embalses vacíos o en mínimos históricos. También hemos vivido restricciones de consumo hídrico, y en muchos sectores como en la agricultura o la industria ha habido graves consecuencias. Sabemos que estos episodios no son casuales: todos los expertos indican que el calentamiento global va a desertificar buena parte de la península y nos va a poner al límite, tanto a nivel de escasez de agua, como a nivel de episodios traumáticos, como el vivido recientemente con las lluvias torrenciales provocadas por la DANA en Levante.

Está claro que la administración tiene que reaccionar. Como destaca la exministra Isabel García Tejerina en el octavo y último episodio del pódcast «Ser B o no ser», necesitamos cambiar nuestro modelo de aprovisionamiento hídrico, basado en un frágil sistema de embalses y en redes de suministro con altos niveles de pérdida de agua. También está claro que la población debe entender el nuevo paradigma, porque todo cambia cuando el agua ya no cae del cielo. En este contexto en el que todos debemos repensar nuestra relación con los recursos hídricos, las empresas jugamos, lógicamente, un rol crítico y primordial como grandes usuarios de agua que somos.

La población debe entender el nuevo paradigma, porque todo cambia cuando el agua ya no cae del cielo

En Liquats nos dedicamos a la producción de bebidas vegetales, y el agua es un ingrediente muy importante de nuestros productos. Por este motivo, nuestra empresa está ubicada en Viladrau, un pequeño pueblo del Montseny, reconocido por la calidad del agua. Desde Liquats estamos convencidos que las empresas deben tener un impacto positivo en la sociedad, y por esto formamos parte de la comunidad B Corp. 

El agua es uno de los ejes principales en nuestro plan de sostenibilidad, y articulamos su gestión en torno a cuatro puntos clave: la red de stakeholders con los que compartimos la cuenca hídrica, el aprovisionamiento, la gestión interna del recurso y, finalmente, la devolución del agua al medio. Esta filosofía viene marcada por la certificación AWS (Alliance Water Stewardship), que se basa en la firme creencia de que el agua es un recurso común que la empresa solo custodia y que comparte con el resto de los actores sociales.

Vamos punto por punto. La interacción con los grupos de interés es clave para entender las necesidades y retos que compartimos y para poder desarrollar un modelo sostenible de gestión del agua. En este sentido, tenemos el compromiso de mejorar nuestros procesos para optimizar al máximo posible el consumo de agua y de colaborar en la reforma de la infraestructura de abastecimiento municipal existente, así como en la complementación de agua subterránea, para asegurar su robustez y minimizar su impacto ambiental.

A nivel abastecimiento, para nosotros resulta clave la colaboración público-privada, algo señalado también por Xavier Amores en el episodio como esencial. Para mejorar la robustez de la red, hemos colaborado financieramente en la mejora de la red pública y también hemos invertido en estudios para conocer el estado de los acuíferos y la presión sobre el recurso en nuestro entorno. Sabemos que es necesario migrar del sistema actual que explota aguas superficiales a uno que se nutra de aguas subterráneas, ya que son modelos más sostenibles y robustos. 

En Liquats también decidimos crear un grupo de trabajo transversal con el objetivo de repensar partes de nuestro proceso para minimizar el consumo hídrico. El resultado ha sido muy satisfactorio: en tres años hemos reducido el 25% del agua que necesitamos para producir un litro de producto, y en 2025 trabajaremos en un proyecto de regeneración del agua depurada que nos permitirá llegar a un 35%. 

En este punto, es clave que la administración actualice el marco legislativo para dar cabida a acciones que hoy ya son viables a nivel tecnológico y que pueden suponer un gran nivel de ahorro de agua. Como empresa, estamos dispuestos a hacer inversiones económicas, pero también necesitamos que la administración vaya en la misma dirección. 

Es necesario migrar del sistema actual que explota aguas superficiales a uno que se nutra de aguas subterráneas

Finalmente, está la cuestión del retorno del agua al medio. Como remarca Laura Reboul en el pódcast, cuidar el entorno en el que las empresas operan es clave y, en nuestro caso, devolvemos el agua a una riera de montaña con un caudal pequeño, por lo que es crítico asegurar la máxima calidad del agua y hacer un seguimiento de los niveles de biodiversidad. Aquí trabajamos mano a mano con asociaciones de la zona que nos ayudan a conocer y dar respuesta a las necesidades del entorno.

Desde Liquats somos muy conscientes que la situación vivida no es transitoria. Por eso, pensamos que es clave seguir por el camino de la excelencia en materia de gestión del agua. Hemos trabajado duro en este aspecto, y vamos a seguir haciéndolo.


Àngels Sancho, responsable de Medio Ambiente en Liquats Vegetals.

Andrea Eguiluz, responsable de Ciclo Hídrico en Liquats Vegetals.

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