Medio Ambiente
Qué podemos esperar de la COP29
Del 11 al 22 de noviembre, delegados de todo el planeta debatirán sobre las medidas a poner en marcha para paliar el cambio climático. La financiación será el tema clave del evento.
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Una nueva Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida por su abreviatura COP, arranca este 11 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán. Por delante —y hasta el próximo 22 de noviembre, cuando está prevista su clausura—, delegados de todo el planeta debatirán sobre los pasos para afrontar y paliar los retos de la emergencia climática.
Azerbaiyán ha tomado el relevo a Emiratos Árabes Unidos, que acogió la cumbre en la pasada edición en medio de una importante polémica. Lo cierto es que esta edición no se libra tampoco de las críticas. Como en la anterior, el país anfitrión es altamente dependiente de los combustibles fósiles (a ellos se vincula casi la mitad de la economía de Azerbaiyán) y el país presenta «un alarmante historial en materia de derechos humanos», como denuncia Amnistía Internacional.
El contexto climático de esta COP tampoco es especialmente optimista. Las estimaciones del servicio Copernicus acaban de advertir que 2024 va camino de ser el año más cálido de los que se tienen registros y que el calentamiento global superará los 1,5 ºC. Los informes del IPCC advierten año tras año que se están acelerando demasiado las cosas. «Este es un año decisivo para la acción climática», insiste Manuel Pulgar-Vidal, director mundial de Clima y Energía de WWF y presidente de la COP20. «La COP29 debe ser la plataforma que impulse un cambio urgente y transformador», suma. Ya existen las soluciones, ahora lo que está pendiente es dar la base monetaria para desplegarlas.
Y ese es, justamente, el hilo por el que ha apostado esta COP. Se presenta como «la COP de las finanzas» y el dinero será el tema principal que ponga sobre la mesa. Quieren aumentar la ambición y habilitar la acción.
Los grandes retos de la COP
«Las medidas que adoptemos en los próximos cinco años serán cruciales si queremos tener alguna posibilidad de limitar el calentamiento global a 1,5 °C y evitar los peores efectos de la crisis climática», asegura Fernanda Carvalho, líder del Programa Global de Clima y Energía de WWF. Pero para lograrlo no valen solo las palabras, sino que deben asumirse compromisos y poner en marcha acciones. «A medida que los países elaboren sus nuevos planes nacionales sobre el clima, deben asegurarse de que adoptan urgentemente medidas rápidas y transformadoras», apunta.
En la COP, hay que abordar cuestiones concretas y tomar decisiones prácticas. «Hay que aclarar cuestiones relevantes relacionadas con el llamamiento a las partes para el abandono de los combustibles fósiles, como, por ejemplo, concretar el transitioning away, o el papel de los combustibles de transición», ha señalado Carlos de Miguel Perales, abogado y profesor de Derecho Civil y del Medio Ambiente en la facultad de Derecho de ICADE (Universidad Pontificia Comillas), en declaraciones recogidas por SMC España.
Desde el entorno de las inversiones, se pide más claridad en el largo plazo. Un análisis de Columbia Threadneedle habla de que se «aborden las preocupaciones de los inversores por la falta de reglas claras sobre el proceso, las normas y las garantías en algunos mercados emergentes».
Distintos análisis han señalado la importancia de que se establezcan reglas claras en el ámbito de las inversiones
En todo esto el dinero importa. La financiación no es el tema vehicular de esta COP por casualidad. Aunque se lleva hablando de la necesidad de fondos desde la primera década de este siglo, todavía es un tema complejo y en el que queda mucho por hacer. Afrontar los efectos del cambio climático y cambiar cómo se hacen las cosas requiere inversiones multimillonarias.
Un estudio del Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment de la London School of Economics estima que se necesitarían 2,4 billones de dólares (trillions, en inglés) de inversión anual antes de 2030 para cubrir todas las «prioridades» en las áreas clave. Es decir que solo para cubrir los elementos más básicos se necesitan cifras muy elevadas. Llegar a cumplir con los Acuerdos de París sin dinero es imposible. Para acelerar el cambio, la financiación es clave.
En las cuentas no solo deben entrar fondos para la inversión, sino también otras cuestiones como los fondos de compensación, uno de los puntos que ya ha protagonizado debates en las ediciones anteriores.
Qué cambia la victoria de Trump
La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos tendrá consecuencias directas en la lucha contra el cambio climático. En el arranque de la campaña, un informe de Carbon Brief estimaba que su potencial victoria podría permitir 4.000 millones de emisiones extra antes de 2030 en Estados Unidos (el equivalente a las emisiones conjuntas actuales de la Unión Europea y Japón o a las totales de los 140 países que menos emiten). En términos económicos, es el equivalente a daños por valor de 900.000 millones de dólares.
Por tanto, el político estadounidense será uno de los grandes protagonistas de este encuentro. «Toda la COP va a estar centrada en el impacto de la victoria de Trump», asegura a SMC España Alejandro Caparrós, catedrático de Economía de la Energía en la Universidad de Durham (Reino Unido) y profesor de investigación del CSIC. «Estuve en la cumbre de 2001 cuando Bush anunció que no iba a ratificar Kioto y no se habló de otra cosa», recuerda.
Aun así, también debe recordarse que Trump ya había abandonado el Acuerdo de París (y no por eso la lucha climática paró) y que Estados Unidos, como recuerda Friederike Otto, profesora titular del Centro de Política Medioambiental del Imperial College de Londres, también para SMC, «nunca ha sido un gran jugador de equipo en las COP».
El papel de la UE
¿Y qué ocurre con la Unión Europea? La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no asistirá a esta COP, una ausencia que han destacado la mayoría de análisis previos. Pero lo cierto es que la propia realidad comunitaria también tiene un papel destacado, puesto que, si bien la UE apuesta firmemente por algunas cuestiones clave para la transición climática, ha frenado en el último año su trabajo en otros terrenos (por ejemplo, en la renaturalización).
Los resultados de las últimas elecciones europeas han puesto en una situación un tanto precaria el futuro de la agenda verde comunitaria.
«Sabemos que el verdadero progreso en la COP no depende de quién esté en el escenario principal, sino de lo que ocurra en las salas de negociación», apunta Sven Harmeling, responsable de Clima de CAN Europe, en declaraciones que recoge el Global Strategic Communications Council. «La ausencia de Von der Leyen es notable, pero lo que importa ahora es que la delegación de la UE en Bakú asuma compromisos audaces», suma.
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