Cambio Climático

«El sur de Europa está especialmente amenazado por los efectos del calor»

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21
agosto
2024

Álvaro Rodríguez de Sanabria, coordinador general para España de The Climate Reality Project, reflexiona sobre la urgente necesidad de combatir el cambio climático. Con una larga trayectoria en sostenibilidad y movilidad, Rodríguez destaca la importancia de actuar sin esperar recompensas inmediatas y del despertar gradual del mundo ante la amenaza climática.


¿Cuál es su visión sobre el desafío climático actual?

Lo que he aprendido y visto en los últimos años es que el cambio climático es una realidad que forma parte de nuestro día a día. Hay quien no quiere verlo, pero, como decía el escritor Upton Sinclair: «En ocasiones es muy difícil que alguien comprenda algo cuando su sueldo depende de que siga sin comprenderlo». Además, en el caso de España se hace evidente lo que los científicos llevan décadas advirtiéndonos, que somos el país de Europa en el que más se sentirá el impacto negativo. La gente ve las noticias de las DANAs que se comen el delta del Ebro, o ve la sequía en Cataluña, los incendios en Galicia, las lluvias torrenciales en Mallorca o que Foggo ahora mata «mosquito tigre» (hasta ahora endémico de África), pero en ocasiones no une los puntos para ver que todos esos eventos están relacionados.

¿Cómo cree que la sociedad debe enfrentarlo?

Lo primero es ayudar a las personas a entender qué está pasando y por qué. Cuando las personas son conscientes sorprendentemente se vuelven muy proactivas y cambian su forma de consumir, de usar la energía o de moverse de un lugar a otro. Si bien es muy importante la concienciación de la sociedad en general, lo es también por la capacidad que tienen de influir tanto en las empresas como en los gobernantes, que son los que deben tomar las decisiones generales y establecer las leyes que permitan cumplir con los objetivos.

Centrándonos en The Climate Reality Project, ¿cómo surgió la iniciativa?

Surge de la mano del exvicepresidente de EE.UU. y Premio Nobel de la Paz Al Gore para tratar de multiplicar el conocimiento científico entre la población en lo que se refiere al cambio climático. Gore comenzó en el año 2006 a formar a personas en todo el mundo y a compartir con ellas su conocimiento. Actualmente The Climate Reality Project tiene una red global de 3,5 millones de individuos que incluye personas formadas anteriormente y defensores del clima que dan conferencias en colegios, universidades, empresas, ayuntamientos y a cualquier grupo de personas. Su objetivo principal es difundir lo que la ciencia nos explica de los fenómenos que se están produciendo en el planeta a causa principalmente de la quema compulsiva de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas metano, mal llamado gas natural).

«Las inundaciones, la erosión y la intrusión de agua salada amenazan las regiones costeras bajas de Europa»

¿Y cuáles son sus objetivos?

Ayudar a la sociedad a presionar para que dejen de quemarse dichos combustibles y, al mismo tiempo, se tomen medidas para impulsar una descarbonización y para llevar a cabo una adaptación de nuestra economía teniendo en cuenta los límites planetarios y la necesidad de desarrollarnos en armonía con la naturaleza y con los recursos que hay en el planeta. Por estas razones se acaba de celebrar la 56 edición en Roma durante este año electoral decisivo. La formación se centra en la región sur de Europa –de Portugal a Grecia– por su vulnerabilidad a los crecientes riesgos climáticos. Es muy importante que las personas de la región sepan lo que la crisis supone para ellos y sus comunidades y también lo que pueden hacer para parar el aumento de las temperaturas promoviendo la energía limpia. El sur de Europa está especialmente amenazado por los incendios forestales y los efectos del calor y la escasez de agua en la producción agrícola afectan ya al trabajo al aire libre y a la salud humana. Las inundaciones, la erosión y la intrusión de agua salada amenazan las regiones costeras bajas de Europa, incluidas muchas ciudades densamente pobladas.

¿Qué innovaciones tecnológicas o metodológicas considera más prometedoras para mitigar el cambio climático?

Para mitigar el cambio climático la clave es dejar de provocarlo. La medida más efectiva es evitar emitir gases de efecto invernadero quemando combustibles fósiles. Hay que dejar de consumir energía que no necesitamos. La eficiencia energética y el uso razonable de la energía es fundamental. Luego está la generación de esa energía que no tenemos más remedio que consumir con fuentes renovables. España es, además, el país de Europa con un mayor potencial de generación. Somos el país con más horas de sol y, por lo tanto, tenemos la oportunidad de convertirnos en el generador de energía limpia para toda Europa. Hay que hacer una rehabilitación energética de todo el parque de vivienda en España para convertirlo en viviendas neutras en emisiones. No es cuestión de que hagamos nuevas viviendas sin emisiones. ¡Faltaría más! Pero es importante que las viviendas antiguas dejen de suponer un foco de emisiones por su falta de eficiencia. La movilidad es otro de los retos. Hemos de hacer ciudades más caminables y mucho más accesibles a las bicicletas y eso en muchas ocasiones va a obligar a modificar su urbanismo. Y, sin duda, una de las tecnologías innovadoras más revolucionarias es el transporte público.

¿Por qué?

No tiene sentido que las personas se desplacen de un lugar a otro con una máquina de 1.800 kg que mueve a una persona de 70 kg. Hay que impulsar los coches eléctricos, por supuesto, pero sobre todo hay que impulsar el transporte compartido empezando por el transporte público electrificado y continuando por los coches compartidos, los taxis o los patinetes y bicicletas. Finalmente hemos de tocar el área del consumo y el «desconsumo» o qué pasa con esos objetos cuando ya no me sirven. Esta no es un área en la que Climate Reality trabaje, pero es muy importante para mí. Hay que repensar cuestiones como el fast fashion, que hace una presión brutal sobre los ecosistemas, hay que consumir alimentos de temporada y cercanía… y luego, en las fases siguientes, hay que tomarse realmente en serio la pirámide de gestión de residuos y las famosas 3 erres cuyo orden solemos cambiar. El reciclaje no es el paradigma fantástico sino un fracaso de las dos «R» anteriores: reducir y reutilizar.

«Hay que dejar de consumir energía que no necesitamos»

¿Qué papel juega la educación en la lucha contra el cambio climático y cómo pueden las instituciones educativas contribuir más eficazmente a este desafío?

El cambio climático debe entrar en los planes de estudio. Pero no solo como un elemento que se toca de pasada, sino como un conocimiento troncal. Es cierto que la actual batalla contra la barrera de los 1,5ºC no la van a luchar los niños y niñas que actualmente están en etapa escolar. Ellos se encontrarán el mundo que surja de esa batalla y somos los adultos de hoy los responsables del mundo que se encuentren.

¿Qué cree que nos depara el futuro en términos de política climática y sostenibilidad? ¿Qué acciones urgentes deberían tomarse a nivel global?

Tras mucho arrastrar los pies, el mundo empieza a despertar y reaccionar poco a poco ante la amenaza inminente de los peores efectos del cambio climático. Necesitamos emprender acciones urgentes para lograr reducir las emisiones globales al 50% antes de 2030. Nos quedan 6 años y eso implica que hay que pasar de las palabras a los hechos y han de ser contundentes. En Europa tenemos una oportunidad de liderar este frente y tomar una de las primeras posiciones mundiales como un nuevo modelo económico y de gobernanza. Pero será fundamental que dejemos de mirarnos el ombligo y, como decía la película de Di Caprio: «No mires arriba».

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