Sociedad
Crear puentes en un mundo de trincheras
España es uno de los seis países más polarizados del mundo, según el Edelman Trust Barometer de 2023. Sin embargo, en medio del ruido, aparecen nuevos espacios de encuentro para buscar soluciones colectivas a problemas compartidos.
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En 2023, Fundéu eligió polarización como la palabra del año. Precisamente, la III Encuesta Nacional de Polarización Política, realizada por el CEMOP de la Universidad de Murcia, muestra que la polarización sigue creciendo en España y confirma que solo accedemos a aquellos medios de comunicación o noticias que concuerdan con nuestra posición ideológica.
Por su lado, el Edelman Trust Barometer de 2023 situó a España entre los seis países más polarizados —de un total de 28 países estudiados— y reveló que el 76% de las personas encuestadas percibe más falta de civismo y de respeto mutuo que nunca. De hecho, muy pocas personas estarían dispuestas a ayudar (26%), compartir vecindario (21%) o trabajar (20%) con alguien que tenga una opinión opuesta a la suya.
Edelman señala que la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones juega un papel clave en la polarización y, según su último barómetro, una de sus principales causas es la percepción de que los gobiernos y las empresas no están consiguiendo que las innovaciones tecnológicas beneficien a la mayoría de la población.
Espacios para el diálogo
Sin embargo, a pesar del ruido y la desconfianza que generan las nuevas tecnologías, la buena noticia es que han ido emergiendo espacios para el diálogo pausado, donde caben los matices, las dudas y las preguntas que nos permiten avanzar colectivamente. Uno de ellos es el Laboratorio de Ideas Temas de Nuestro Tiempo, organizado por la Fundación Ortega-Marañón y la Fundación Banco Sabadell.
Sonia Mulero: «La verdadera innovación surge de la intersección de ideas y disciplinas»
A través de ocho diálogos, el laboratorio ha abordado temas esenciales para la construcción de puentes en medio de un sistema polarizado: democracia, narrativas, educación, globalización, vanguardias, igualdad, sostenibilidad y pensamiento. Pues, como explica Federico Buyolo, director cultural de la Fundación Ortega-Marañón, «tenemos la obligación social de construir espacios de convivencia. Lugares donde, desde la inteligencia, seamos capaces de fortalecer el papel de la sociedad y de las personas en las soluciones a los retos pasados y el liderazgo en los desafíos futuros».
Y es que, como afirma Sonia Mulero, directora de la Fundación Banco Sabadell, «la verdadera innovación surge de la intersección de ideas y disciplinas, por este motivo apostamos por impulsar espacios en los que compartir reflexiones y generar sinergias. Solamente a través de la colaboración y el intercambio de conocimiento podremos ayudar a que surjan nuevos proyectos y se fortalezcan».
En esa línea, la inteligencia artificial ha sido uno de los temas clave en los encuentros: ¿cómo utilizar la tecnología para que sea una herramienta para el desarrollo y no una amenaza para los derechos? Según Mulero, «es un reto, pero también una oportunidad, ya que, utilizada de forma ética y responsable, puede ser una fuerza positiva que enriquezca y promueva la cultura y las artes en diversas formas». Asimismo, en palabras de Buyolo: «Es una realidad que solo podrá ser útil si se combina con la inteligencia humana y la inteligencia colectiva. Somos seres inteligentes en comunidades de convivencia».
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