Rita de la Plaza: «La profesión farmacéutica es un sensor social que conoce de cerca a todos sus pacientes y en especial a los más vulnerables»

Rita de la Plaza, nueva tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, destaca el valor y establece los desafíos a los que se enfrenta la profesión farmacéutica.

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Acaba de ser nombrada tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, ¿cuáles serán sus principales objetivos en este cargo? 

Al igual que el resto de los miembros del Comité Directivo del Consejo General, junto a los que tomé posesión de mi cargo el pasado 19 de junio, estoy totalmente comprometida con nuestro propósito, y el de esta organización, de representar los intereses de la profesión farmacéutica con la máxima diligencia, y de continuar trabajando en favor del paciente y el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud. Uno de mis principales propósitos es asegurar que se reconozca y valore el esfuerzo y dedicación de nuestros profesionales, destacando su impacto positivo en nuestra sociedad y su contribución esencial al bienestar común. Por otra parte, como responsable de la Estrategia Social, estoy decidida a seguir la estela dejada por mis antecesoras, Ana López-Casero y Cristina Tiemblo, y avanzar para que la red de farmacias y los farmacéuticos se conviertan en agentes de transformación e innovación social. Porque estoy convencida de que las fortalezas y potencialidades propias de nuestra profesión pueden marcar la diferencia en muchos de los retos sociales y sanitarios a los que nos enfrentamos en la actualidad.

En esta línea, ¿qué prioridades tiene la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica?

Este año estamos poniendo especial foco en tres ámbitos: la soledad, los desaparecidos y la violencia de género. Tres problemáticas que afectan a distintos grupos vulnerables a los que está dirigida la estrategia: mayores, jóvenes, mujeres y personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social. 

«Las farmacias son espacios seguros, de confianza, encuentro y acompañamiento»

Tal y como mencionas, las farmacias son un espacio estratégico para detectar la soledad no deseada y situaciones de violencia machista. ¿Qué acciones se están desarrollando para que las farmacias y profesionales cuenten con protocolos y herramientas necesarias a la hora de abordar estos temas tan complejos?

En el caso de la violencia de género, desde 2022 contamos con el Protocolo de Actuación desde la Farmacia Comunitaria, que pretende ser una herramienta que facilite y guíe los pasos de farmacéuticos y farmacéuticas ante cualquier forma de violencia y malos tratos por razón de género. En este mismo sentido, vamos a comenzar a trabajar en otros dos protocolos de actuación desde la farmacia para ayudar en la sensibilización, prevención y detección de otras situaciones de gran vulnerabilidad: la soledad y las personas desaparecidas. En este caso, lo estamos llevando a cabo en colaboración con el Imserso y el Centro Nacional de Desaparecidos, respectivamente. En todos estos casos, la profesión farmacéutica es un sensor social que conoce de cerca a todos sus pacientes y, en especial, a aquellos con mayor riesgo de sufrir alguna de estas vulnerabilidades. Las farmacias son espacios seguros, de confianza, encuentro y acompañamiento, donde muchas veces la gente acude solo a que le escuchen, y es ahí donde podemos actuar. 

Además del Objetivo 3 de los ODS, garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades, ¿en qué otros ODS se está trabajando desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos para el desarrollo sostenible a nivel nacional e internacional? 

Desde luego el ODS 3 es en el que intervenimos de una forma clara y directa, por la propia esencia de nuestra actividad como profesionales sanitarios. Pero no nos quedamos ahí, sino que, gracias a nuestro compromiso social y a nuestra capacidad para liderar y avanzar hacia el desarrollo de una salud 360 grados, incidimos de forma positiva en otros ODS. Estos se ven muy bien en el Barómetro Social de la Profesión Farmacéutica que acabo de mencionar, destacando especialmente nuestra contribución al ODS 4: educación de calidad; y al ODS 10, reducción de las desigualdades. Contribución que se ve reforzada, asimismo, gracias a nuestra apuesta por las alianzas y el trabajo en red, o, lo que es lo mismo, nuestro total apoyo al ODS 17.

La actividad asistencial que desarrollan las farmacias adquiere especial relevancia en pueblos pequeños. ¿Qué necesidades se han detectado en la población rural?

La falta de servicios esenciales, el reto demográfico y la despoblación de las áreas rurales constituyen una realidad y los principales retos que copan y coparán la agenda y las estrategias públicas en los próximos años. En su abordaje, se ha erigido como esencial la actividad asistencial de los farmacéuticos, en muchos casos, el único profesional sanitario presente. Para reforzar ese papel insustituible que llevamos a cabo en las áreas rurales, desde el Consejo General seguimos trabajando en proyectos como el Programa de Farmacia Comunitaria Rural o las Escuelas Rurales de Salud, para mejorar la atención sociosanitaria y la promoción de la salud de la población rural desde la farmacia.

Otro de los programas de la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica está centrado en contribuir a la sostenibilidad medioambiental, la reducción de emisiones y la transición ecológica. ¿Cómo están midiendo los progresos alcanzados en esta línea?

En el ámbito medioambiental, nuestra profesión también tiene un gran papel que jugar. Gracias a nuestro efecto multiplicador, tenemos la posibilidad de inculcar en la sociedad la relevancia de mantener prácticas medioambientalmente respetuosas, que faciliten la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la transición ecológica. Grandes ejemplos de ello son SIGRE o la colaboración que mantenemos con ECODES y Sanidad #PorElClima, enmarcados en el programa de la Estrategia dedicado en exclusiva a este ámbito.  

«La Red de Farmacias, compuesta por más de 22.200 oficinas y 55.000 farmacéuticos comunitarios, es la red sociosanitaria mas capilar y accesible de nuestro país»

En el ámbito más puramente sanitario, una de las prioridades del Consejo General de Colegios Farmacéuticos es la renovación de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, prevista para este 2024. ¿Qué se espera de esta nueva ley?

Desde el Consejo General creemos sinceramente que la reforma pendiente de la Ley de Garantías brinda una oportunidad para alcanzar el consenso y hacer efectivo el lema «donde hay un medicamento, tiene que haber siempre un farmacéutico». 

¿Cómo podría mejorar esta ley el derecho al acceso a la salud? 

Consideramos necesario que esta reforma recoja un mayor desarrollo de las competencias profesionales de los farmacéuticos en beneficio de los ciudadanos, con ejemplos como la sustitución de la forma farmacéutica en la dispensación o la extensión de la dispensación colaborativa entre farmacia comunitaria y hospitalaria en las 17 comunidades autónomas. También es una ocasión idónea para limitar la reserva singular de medicamentos, o introducir los servicios farmacéuticos concertados, la atención farmacéutica domiciliaria para colectivos vulnerables con criterios de planificación y la vinculación de los depósitos de los centros sociosanitarios a las farmacias de su zona.

¿Pueden las farmacias contribuir a reducir la saturación en atención primaria? 

Por supuesto y, es más, ya lo estamos haciendo. La red de farmacias, compuesta por más de 22.200 oficinas y 55.000 farmacéuticos comunitarios, es la red sociosanitaria más capilar y accesible de nuestro país. Sin cita previa ni listas de espera, por donde diariamente pasan 2,3 millones de personas. Su mayor integración en el sistema sanitario y coordinación con la atención primaria reportaría grandes beneficios, entre los que destaca el incremento de su capacidad y calidad asistencial; pasar de un modelo que combate la enfermedad a otro que lo previene; una mayor equidad y cohesión sanitaria, social y territorial; o la detección de vulnerabilidades que, de otra manera, pasarían desapercibidas. 

Para terminar, como experta que ha ocupado diferentes cargos vinculados a colegios profesionales, ¿cuáles cree que son las principales necesidades de la profesión farmacéutica? ¿Qué aspectos podrían contribuir a un mejor ejercicio de la profesión?

El futuro pasa por dar a la farmacia el reconocimiento que merece. Considero que las principales necesidades de la profesión farmacéutica incluyen una mayor visibilidad del papel esencial que desempeñan los farmacéuticos en el sistema sanitario. Es fundamental mejorar la formación continua y especializada, asegurando que los profesionales estén siempre actualizados con los últimos avances científicos y tecnológicos; y fortalecer el apoyo institucional y legislativo, garantizando un marco normativo que nos permita desarrollar nuestra labor con seguridad y eficacia.

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