Aislamiento térmico y acústico: las claves de una oficina saludable

Diversas investigaciones demuestran que el diseño de una oficina tiene un impacto decisivo en la salud, el bienestar y la productividad de sus empleados. El informe Health, wellbeing and productivity in offices: The next chapter for green building, de World Green Building Council (WorldGBC), señala que existen una serie de factores –desde la calidad del aire y la iluminación, hasta el acondicionamiento térmico y acústico– que pueden influir en la satisfacción y el rendimiento laboral de los trabajadores en la oficina.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los habitantes de las ciudades pasan entre el 80% y el 90% de su tiempo en espacios cerrados, cuyo aire está contaminado en mayor o menor grado. Este dato, sumado a otros como el del citado informe de WorldGBC, que señala que la mejora de la calidad del aire en espacios interiores puede traducirse en incrementos en la productividad de los trabajadores entre un 8% y un 11%, hace que aumente la preocupación de los fabricantes por cuidar este aspecto.

Mejorar la calidad del aire en espacios interiores puede traducirse en incrementos en la productividad entre un 8% y un 11%

Proteger desde el exterior

Por otra parte, el bienestar térmico es otro aspecto a tener en cuenta si se quiere aumentar el grado de satisfacción del empleado en el entorno laboral. Las marcas fabricantes de aislamiento ofrecen diferentes soluciones para climas cálidos y fríos, como son los sistemas de aislamiento térmico exterior (SATE).

Por lo general, se trata de sistemas aptos tanto para obra nueva como para rehabilitación y dan respuesta a las diferentes necesidades de ahorro energético, a la vez que contribuyen a mejorar las condiciones de confort en el interior de la oficina.

Igualmente, es importante contar con un correcto aislamiento en huecos y cerramientos, prestando especial atención a los acristalamientos de las ventanas del edifico, para evitar las pérdidas caloríficas. Existen paneles de lana mineral, revestidos con un tejido de vidrio de gran resistencia mecánica, que son la mejor opción para fachadas ventiladas, tanto en obra nueva como en rehabilitación, cuando se pretende alcanzar un elevado aislamiento acústico y térmico.

Proteger desde el interior

Según el informe Ecophon Office Guide, la acústica en una oficina es esencial para garantizar el buen rendimiento de las personas que trabajan en ella. Sin embargo, el 70% de los trabajadores está descontento con el nivel de ruido de su lugar de trabajo. Algunas fuentes expertas apuntan que «un buen entorno acústico puede reducir el nivel de adrenalina en un 30%, mejorar la motivación laboral en un 66% y el rendimiento en tareas que requieran concentración hasta en un 50%, entre otros beneficios».

Dada la importancia de este elemento en el entorno laboral, cada vez existen más soluciones en el mercado para favorecer la absorción sonora e inteligibilidad del habla, ideal para aquellos entornos de trabajo con una acústica exigente donde se realizan llamadas con frecuencia.

Al aislamiento térmico y acústico podrían sumarse la iluminación, las condiciones de humedad, la calidad del aire, los campos electromagnéticos, la accesibilidad o la calidad del agua, entre otros muchos aspectos que, conjugados de la forma más adecuada, contribuyen a la salud de las personas. De ello habla precisamente el informe Edificios y salud, elaborado por Green Building Council España (GBCe), el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) y AEICE clúster hábitat eficiente, que recoge los principales aspectos a tener en cuenta en el diseño de edificios para crear espacios que ayuden al bienestar de las personas que van a habitarlos.