Cómo será el otoño tras un verano cálido de récord

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Judit Alonso

Tras un verano marcado por las olas de calor e inundaciones en el tramo final de esta estación, el inicio del otoño astronómico invita a preguntarse qué sucederá durante los próximos meses. ¿Serán igualmente más cálidos de lo normal o se retomará una cierta normalidad, de vuelta a la media?

Según Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología Española (AEMET), «los pronósticos nos hablan de un trimestre octubre-noviembre-diciembre con unas temperaturas que, con una probabilidad mayor del 70 %, serán superiores a las normales para la época del año». Se trata de una previsión con la que coincide José Miguel Viñas, meteorólogo en Meteored. «Hay una señal clara que apunta a que el otoño será cálido en su conjunto, con temperaturas por encima de la media, y húmedo, aunque esto último no es extensible a todo el territorio», apunta el también consultor de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Esto tendrá un efecto directo sobre el cómputo final de la estación y en la comparación con otros otoños precedentes. «Este podría estar entre uno de los cinco más cálidos de los últimos treinta años, aproximadamente», avanza Del Campo, puntualizando que es una tendencia que se lleva arrastrando desde hace más de una década. El portavoz de la AEMET recuerda que para encontrar un otoño especialmente frío –uno con temperaturas inferiores a lo normal– hay que remontarse hasta 2010. «Desde entonces, tres tuvieron temperaturas normales, cinco fueron cálidos, tres muy cálidos y uno (el del año pasado) extremadamente cálido», indica.

De este modo, se mantendrá el patrón de calentamiento. «La tendencia al alza de las temperaturas seguirá su curso, tras el periodo junio-agosto más cálido a escala global desde que hay registros instrumentales representativos», complementa Viñas. En este sentido, Del Campo recuerda: «Los últimos diez trimestres compuestos por junio-julio y agosto han sido los más cálidos de una serie de 174 años».

Más calor y más lluvias

Los expertos consultados alertan que las temperaturas más cálidas de lo normal se concentrarán, principalmente, en el nordeste de la Península y los archipiélagos.

José Miguel Viñas: «Hay una señal clara que apunta a que el otoño será cálido en su conjunto, con temperaturas por encima de la media»

«Es más probable que se trate de un otoño con precipitaciones superiores a las normales a que se trate de un otoño seco», advierte el portavoz de la AEMET. Sin embargo, las lluvias se harán esperar, ya que «durante los últimos días de septiembre y los primeros de octubre no esperamos apenas precipitaciones en España, salvo en puntos de Galicia, muy aisladamente, en zonas del Cantábrico y del norte de las islas canarias más montañosas».

Viñas explica que existe «una probabilidad intermedia de tener un otoño húmedo en la vertiente atlántica peninsular y en el oeste del archipiélago canario».

No obstante, las fuertes lluvias caídas en algunas comunidades autónomas durante el fin del verano, preocupan a la ciudadanía que teme que estos episodios se repitan durante los próximos meses. Según el meteorólogo en Meteored, «cabe esperar que alguno de los temporales atlánticos que nos afecten, así como alguno de los episodios otoñales mediterráneos que se produzcan, puedan provocar lluvias intensas».

Calentamiento global en aumento

Las temperaturas cálidas otoñales en España van más allá de su ámbito geográfico. Al fin y al cabo, el calentamiento es un fenómeno conectado con el cambio climático y que no conoce de fronteras. Desde la AEMET explican que las temperaturas serán «superiores» a lo normal en «buena parte del globo».

Rubén del Campo: «Este otoño podría estar entre uno de los cinco más cálidos de los últimos treinta años, aproximadamente»

«Tenemos en marcha un evento de El Niño en el Pacífico tropical que se irá intensificando según avance el otoño y que aportará un plus de calor al aire, reforzando el propio calentamiento global», explica Viñas. Este proceso natural que provoca el aumento de las temperaturas globales fue detectado hace unos meses. «Ya en mayo quedaba bastante claro, lo que aún hay incertidumbre es si será un Niño fuerte o más moderado», dice Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus en el Centro de Predicciones Meteorológicas a Medio Plazo, alertando de las altas temperaturas registradas en los océanos.

«Hay algunas evidencias científicas que indican que los dos tipos de eventos, El Niño fuerte y El Niño moderado tendrán un impacto distinto en Europa. Uno de los problemas que tenemos con El Niño es que históricamente tuvimos un número limitado», lamenta el experto italiano apuntando que los datos recopilados no tienen suficiente peso. «Cuando intentamos buscar evidencia, el muestreo es pequeño, porque tenemos pocas décadas de Niño fuerte. Hay algunos artículos que hablan de esta distinción entre los dos, pero tampoco es una cosa totalmente cierta», considera.

El Niño es parte de una realidad mucho más compleja. «Existen cada vez más evidencias de que el calentamiento global está empezando a provocar algunos cambios significativos en los patrones de la circulación atmosférica, a lo que hay que unir el forzamiento, también en este sentido, del episodio de El Niño», apunta Viñas. Como explica, los procesos que provocan las precipitaciones se han intensificando, pero también se han ido volviendo más extremos los períodos de sequía sin ellas. Para este otoño, a toda esta realidad suma otro elemento, la erupción del volcán Hunga Tonga en enero de 2021. «Aportó grandes cantidades de vapor de agua a la atmósfera y, si bien se trata de una emisión de origen natural, este gas es de efecto invernadero», recalca. Por este motivo, se está estudiando el posible efecto que este hecho tenga en el incremento de la temperatura.