¿Qué jornada laboral y modelo de conciliación necesitamos en 2023?

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Aurea Benito

Tras saborear la última crónica de mi periodista y sobrino favorito, Víctor Recacha, le dije: «Tu profesión es el mejor trabajo del mundo». Su respuesta no se hizo esperar: «Eso no lo sé, pero mejor que trabajar sí es». Y me ha dado mucho en lo qué pensar respecto a la conciliación. ¿Qué significa conciliar? La etimología siempre ayuda, así que echando mano de ella sabemos que conciliar viene del latín concilium y significa encontrar el acuerdo entre posturas aparentemente enfrentadas. En este caso, «ocio vs negocio», entendiendo el ocio como ese dolce far niente [en castellano, «lo dulce de no hacer nada»] y el negocio como la negación del ocio y el sinónimo de trabajo. Así las cosas, el ocio es una manera de llamar al tiempo «libre», mientras que por reducción al absurdo, el negocio sería un tiempo «esclavo».

Ocio y negocio, ¿un equilibrio imposible? La polémica está servida. Para más inri, la ONU ha publicado un estudio sobre el ritmo de trabajo en los países desarrollados, declarando el estrés laboral como la epidemia de nuestro siglo. Llegados a este punto, es un buen momento para parar y pensar.

Detengámonos un momento en la palabra estrés, definida como un estado de «preocupación» generado por una situación difícil. Diana Orero, gran escritora y amiga, asegura que la preocupación es el uso de la imaginación en sentido contrario a tus deseos. Puestos a imaginar, ¿por qué no suponer algo bonito? Algo tan evidente como obviado incluso por el filósofo René Descartes, quien confiesa que sólo se arrepiente de una cosa en su vida: «Haber sufrido muchas desgracias que jamás ha vivido». Diana y René me han permitido entender que parte del estrés nos lo generamos nosotros y que no todos nos estresamos por las mismas cosas.

Naciones Unidas ha declarado el estrés laboral como la epidemia de nuestro siglo

Hay personas que tienen aversión al reto, mientras que otras lo disfrutan. Algunas necesitan tenerlo todo bajo control, en cambio otras se manejan fenomenal en la incertidumbre. Hay quien no soporta equivocarse y hay quien siente que el único error es no intentarlo. Sin embargo, en todos los casos hay un denominador común como principal factor de estrés: el miedo. Miedo al reto, a la incertidumbre, al fracaso, al cambio, a lo desconocido, al rechazo, a no estar a la altura, a defraudar, a hacer el ridículo… 

Con tanto estrés, ¿dónde empieza la conciliación? Empieza con un viaje interior que cristalice en un firme compromiso personal de conciliar. Si antes veíamos el origen del concepto conciliar, y está genial saber de dónde vienen las palabras, ahora veamos a dónde nos lleva. La verdadera conciliación es el cambio de mentalidad, que va más allá de una jornada laboral de 4 días, del teletrabajo, la desconexión digital o del horario flexible, como muy bien se debate en el episodio 6 del podcast El futuro es ser B, moderado por Laura Baena, con Fernando Polo, Suni Bokobo y Beatriz Caseiro. Siendo todas estas medidas importantes, lo es más nuestra visión del mundo. ¿Qué tal si empezamos por un cambio de mirada que incluya todas estas medidas y que conecte con nuestro propósito?

Cuando enlazamos nuestro qué con un para qué –es decir, aquella razón que nos trasciende y que nos hace dar lo mejor de nuestro ser–, ello nos infunde energía, dirección y sentido y nos lleva a vidas más plenas y felices. Nuestro propósito en ISDIN es Inspire everyone we touch to enjoy healthy, happy beautiful lives. Y para inspirarnos, lanzamos una invitación a todas las personas a dejar de declinar la conjunción «o» que denota diferencia entre dos ideas contrapuestas y separa (ocio o negocio, talento joven o sénior, europeos o asiáticos, hombres o mujeres…), para conjugar la «y», mucho más integradora e inclusiva. Así pues, ocupemos inteligentemente el tiempo de ocio y disfrutemos al máximo el dedicado al negocio.

Simplificándolo mucho, ¿qué te parecería fusionar ocio y negocio?  Creo que una vida llena de sentido es una vida ociosa que mata el tiempo trabajando. Por ello hay trabajos que no haríamos ni por todo el oro del mundo, mientras que nos enrolamos en voluntariados que nos apasionan. Y es por ello que mi sobrino Víctor me responde que no sabe si ser periodista es la mejor profesión del mundo, pero que «mejor que trabajar, sí es».

Aurea Benito es Corporate People Director en ISDIN.