Lo que siempre quiso saber sobre el cambio climático (y no se atrevió a preguntar)

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Ariadna Romans

@AriadnaRmans

El cambio climático es un campo complejo, pero tener claros sus conceptos básicos es fundamental para poder formar parte de la transformación que hace necesaria. Si por un concepto debe empezar una guía sobre conceptos relacionados con el cambio climático es, justamente, explicando a qué nos referimos cuando hablamos de cambio climático. Naciones Unidas lo define como «a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos», que pueden ser naturales o origen de la actividad humana, como en acciones como la quema de combustibles fósiles o la contaminación del medio ambiente.

Así, lejos de ser un tema nicho o marginal, este fenómeno es, seguramente, la crisis más global que sufre ahora mismo la humanidad.

Desde hace unos años hemos visto cómo los debates climáticos ocupan gran parte de las agendas globales, pero entre todo el ruido informativo uno puede perderse en las contribuciones e ideas que resultan fundamentales para comprender qué está pasando y cómo podemos ser parte de ello. A continuación, algunos conceptos clave.

1. Calentamiento global. Este término es uno de los más frecuentes en las notícias pero, ¿qué significa que el planeta se calienta? Este término se refiere al aumento de las temperaturas mundiales del planeta debido a la acumulación de los gases de efecto invernadero en su atmósfera. La contaminación es originada por las emisiones de muchas industrias, sectores productivos o particulares que atrapan el calor del sol y lo revierte en nuestro aire. En las últimas décadas, la actividad humana ha aumentado la concentración de estos gases en la atmósfera a partir de la quema de combustibles fósiles y la deforestación, que ha acelerado el fenómeno del calentamiento global a límites peligrosos para la supervivencia humana.
2. Gases de efecto invernadero (GEI). No se puede entender el anterior concepto sin ampliar en qué significa exactamente esta tipología de gases, entre los que constan, principalmente, el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y los fluorocarbonos. Así, el efecto invernadero es un proceso en el que la radiación térmica que emite la superficie del planeta se absorbe por dichos gases y se irradia en todas direcciones, aumentando el calor dentro de las diferentes capas atmosféricas pero también de la superficie del suelo terrestre. Normalmente la temperatura de la atmósfera se encuentra en un rango adecuado para el mantenimiento de la vida, pero si esta aumentara a la velocidad que lo ha hecho en los últimos años, podría conllevar peligros para nuestra supervivencia.
3. Huella de carbono. Para determinar el impacto que las emisiones de efecto invernadero tienen para un caso particular, sea una persona, una población, una organización o un evento, se ha elaborado una forma de medición llamada «huella de carbono». El objetivo de este cálculo es determinar el equivalente en emisiones que tiene el elemento estudiado en particular, con la intención de emprender medidas que ayuden a compensar el daño causado por estas.
4. Mitigación. Las acciones que se emprenden para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son conocidas como actos de mitigación. La promoción de prácticas sostenibles, incrementar el uso de energías renovables o establecer sistemas de movilidad limpia son algunas de las más populares. Sin embargo, esta práctica es necesaria pero no suficiente para revertir los efectos del cambio climático.
5. Adaptación. Aparte de la mitigación, es importante emprender acciones para enfrentar directamente los efectos de las alteraciones climáticas. Estas medidas reciben el nombre de «adaptación climática». Este tipo de iniciativas incluyen desde modificaciones regulatorias hasta nuevas políticas de protección del medio ambiente. Este tipo de acciones contribuyen a aumentar la resiliencia hacia los cambios del clima y permiten a los ecosistemas adaptarse a la volatilidad.
6. Protocolo de Kioto. El primer gran acuerdo internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero fue adoptado en Kioto en 1997. Si bien el resultado de los criterios establecidos no fue un éxito, este protocolo fue un disparo de salida para activar la acción climática a nivel global.
7. Acuerdos de París. Dieciocho años después del Protocolo de Kioto se sustituyó por los Acuerdos de París, un compromiso renovado con el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de los dos grados centígrados en todo el mundo proporcionando los mecanismos necesarios a los países implicados para alcanzarlos. Este acuerdo continúa, a día de hoy, siendo la extensión de los objetivos de Kioto pero de forma mucho más transversal e involucrando a países más allá de las grandes potencias industriales.