Innovación

¿Va a ser el metaverso más inclusivo y accesible?

El gran reto del metaverso no está solo en la tecnología, sino en lograr que funcione para todos. La inclusividad es fundamental: el llamado «internet de los sentidos» debe resultar accesible para todas las personas, sin que importe su edad o sus necesidades.

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17
febrero
2023

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La inclusión y la accesibilidad se han convertido hoy en prioridades sociales. Aunque en los últimos años se ha avanzado mucho, lo cierto es que varios estudios confirman que todavía una de cada dos personas pertenecientes a grupos marginados considera que las comunicaciones que realizan las organizaciones siguen respondiendo a ciertos estereotipos.

Al igual que hemos asistido a avances importantes en el ámbito de la inclusión gracias, especialmente, a las oportunidades que nos brinda la comunicación digital y la segmentación que hoy nos permite internet, se han dado pasos hacia la accesibilidad. En este sentido, tenemos que destacar herramientas como los lectores que permiten reproducir en voz alta el contenido de una web o correo electrónico, asistentes virtuales que responden a los usuarios a través de comandos de voz o personalizaciones que permiten crear botones adaptados en el entorno web. Aun cuando hemos andado el camino, no es suficiente. Y así lo pone de relieve, entre otros, el estudio de DicaTic, que apunta que el 62% de los usuarios con diferente grado de discapacidad tiene dificultades de acceso a internet o a su contenido.

Pero nos preguntamos si esta realidad tiene igual traslado a lo que hoy se ha bautizado como el internet de los sentidos o entornos inmersivos como puede ser el metaverso. Si por algo tendrá éxito este espacio será, sin duda, por su nivel de inclusión y accesibilidad. Porque si un escenario virtual no es accesible o inclusivo, muchas personas se verán excluidas, lo que limitará su capacidad para participar plenamente en esa comunidad. En el estudio de Wunderman Thompson New Realities: Into de Metaverse and Beyond, se concluye que el 62% de las personas que han oído hablar del metaverso creen que tiene la habilidad de ser más inclusivo que el mundo físico, pero también recoge que el 82% de estas personas cree que las marcas deberían hacer un esfuerzo especial para asegurar que los nuevos mundos virtuales sean accesibles para todos.

La accesibilidad y la inclusión no son dos valores que solo afecten a unos pocos, la realidad es que antes o después nos afecta a todos. ¿Cuántas veces no hemos tenido que ayudar a nuestros abuelos, padres o tíos a configurar alguna funcionalidad en sus teléfonos inteligentes? Si esto es así, la realidad es que estos dispositivos necesitan evolucionar su experiencia de usuario (UX), mejorando la interfaz de usuario (UI) y, por lo tanto, su accesibilidad.

También es importante la capacidad de adquisición tecnológica de las personas. Por lo general, los dispositivos tecnológicos tienen un coste elevado durante los primeros años de su introducción al mercado y por ello, según el mismo estudio de Wunderman, el 57% de las personas con recursos limitados que han oído hablar del metaverso creen que este será elitista y solo estará abierto para aquellos que pueden permitirse adquirir un dispositivo.

El 57% de las personas con recursos limitados que han oído hablar del metaverso creen que este será elitista

Para lograr la accesibilidad y la inclusión dentro del metaverso, las empresas que están construyendo sus pilares ya están abordando diferentes desafíos técnicos y de diseño alrededor de las interfaces y dispositivos. Es el caso de las nuevas Google Glass, que trascriben a través de los cristales lo que está diciendo otro interlocutor. También incluimos ahí los desarrollos que se están llevando a cabo en los dispositivos de VR para eliminar los mandos y que sean las manos las que interactúen con el entorno virtual, el desarrollo de avatares más o menos realistas con miles de combinaciones que abrirán la posibilidad a que cada uno de nosotros diseñe el avatar que quiere que le represente en cada uno de los entornos o la accesibilidad al metaverso a través de los dispositivos actuales y cuyo coste es y será más asumible.

Un dato curioso recogido en el estudio Diversity and inclusivity within virtual worlds que quizás discrepa de la opinión popular es que el 87% de los usuarios configurará un avatar en el que confluya su identidad real (IRL identity, o «In real life identity») con su identidad virtual (URL identity, o «Unreal life identity») y será este con el que se interrelacionará asiduamente en los diferentes mundos virtuales.

La identidad virtual cobrará mucha importancia en los próximos años, no solo desde el punto de vista visual, sino también formal. Ya existen proyectos de verificación de la identidad digital con los que los usuarios podrán controlar su privacidad y, por tanto, sus datos, pero a la vez las organizaciones dispondrán de opciones que limiten los riesgos en las transacciones a la par que confirmarán las credenciales de los usuarios y establecerán interacciones más rápidas.

Esperemos que inclusión y accesibilidad no queden en un segundo plano en este internet de los sentidos que ahora se está definiendo.


Hugo Saavedra es Head of Digital Innovation and Product en GroupM

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