Medio Ambiente

David Attenborough y sus setenta años de defensa planetaria

Hoy, a sus 96 años, el reconocido divulgador ambientalista sigue al pie del cañón en su lucha por preservar el planeta. Lleva más de setenta documentándolo, y, por esa misma razón, ahora está nominado al Premio Nobel de la Paz. Todo empezó con una piedra de ambar.

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22
julio
2022

Cuando a David Attenborough (Londres, 1926) le regalaron a los 12 años aquella piedra de ámbar con insectos fosilizados dentro, no imaginaba que fuera a convertirse en el divulgador ambientalista más importante de todos los tiempos. Fue una de sus hermanas la que tuvo ese gesto, y lo hizo porque sabía de la fascinación que el pequeño David sentía por las historias escondidas en las piedras, fósiles y plantas que llevaba recolectando desde hacía años. Lo cierto es que su relación con la naturaleza nació desde la infancia como una suerte de atracción irresistible; una a la que, hoy, a sus 96 años, sigue sin renunciar.

La hemeroteca de Sir David Attenborough está plagada de imágenes y vídeos suyos (incluso en blanco y negro) donde luce una mirada y una sonrisa de absoluta y constante fascinación por los lugares que permanecieron durante siglos inmaculados y protegidos de la vorágine humana, o que hasta entonces no habían sido documentados de manera audiovisual. Frondosas selvas, desiertos inabarcables, islas que solo existían en la imaginación de quienes lograron narrarlas en otros tiempos.

Y es que así ha transcurrido su vida: viajando, filmando, estudiando, y contando cómo es, cómo ha sido, y –si no hacemos algo al respecto- cómo será la biodiversidad en este planeta. En pocas palabras, gracias a Attenborough son ya tres generaciones las que han explorado los ecosistemas más fascinantes y recónditos del globo desde sus hogares.

A Life on Our Planet (2020), su más reciente producción, recoge fragmentos de la carrera como documentalista que inició en 1957 y en la que muestra escenarios naturales que hoy ya no existen más (al menos, en su forma más original). A grandes rasgos, podría ser la continuación de otras producciones legendarias como A Life on Earth (1979), A Living Planet (1984) y The Trials of Life (1990), además de otros clásicos como The Life of Mammals (2002) o Life in the Undergrowth (2005). La diferencia es que ahora ha añadido un mensaje lapidario: o hacemos algo ya para salvar al planeta de los devastadores efectos del calentamiento global, o estaremos inmediatamente condenados a la sexta extinción masiva. 

De la divulgación al activismo

Tras siete décadas de inagotable divulgación, ahora Sir Attenborough vive dedicado al activismo medioambiental. No es casualidad que esta labor le valiera el nombramiento de Defensor del Pueblo durante la COP26, en noviembre de 2021. Y las distinciones que este miembro de la Royal Society que ha recibido por su trabajo se cuentan por decenas: el premio Príncipe de Asturias, Premio Kalinga de la Unesco, Premio Fonseca, Premio Primetime Emmy como mejor narrador, etcétera.

Su labor ha sido tan meticulosa que en Life on Our Planet llegó a calcular qué porcentaje de áreas silvestres se han ido extinguiendo década a década. Y las cifras que arroja en esa producción son escalofriantes: hoy queda menos de la mitad de los entornos naturales que había hace 70 años; en menos de 100 años, la humanidad ha devastado el planeta como nunca lo hizo en la historia.

El ambientalista nunca ha titubeado al asegurar que, hasta ahora, ningún país desarrollado ha conseguido ser sostenible del todo

Precisamente su exacerbada preocupación por las acciones urgentes para salvar al planeta –como recuperar los arrecifes de coral porque, sin ellos, como el mismo Attenborough asegura, «la lucha hacia la descarbonización será inútil») se ganó la atención de todos los focos durante la última convención de las Naciones Unidas por el Cambio Climático.

Con un emotivo discurso dirigido a los líderes mundiales, pidió una actuación urgente y unidad para evitar el aumento de 1,5 grados en la temperatura global. «Una nueva revolución industrial potenciada por millones de innovaciones sostenibles es esencial», sentenció para posteriormente añadir que el problema medioambiental es innegable, y que, a día de hoy, ningún país desarrollado ha logrado ser sostenible del todo. También aprovechó para subrayar, con palabras cargadas de sentimiento, que esta crisis puede ser una oportunidad y un triunfo si logramos un mundo más igualitario. Pocas voces tienen tanta autoridad cuando hablan de crisis y urgencias, del medio ambiente o de la supervivencia de las especies en la Tierra.

Por todo lo anterior es que Sir David Attenborough ha sido nominado para recibir el Premio Nobel de la Paz, un certamen que se celebrará cada 10 de diciembre. Su dilatada trayectoria lo avala. Junto a él hay nombres como el del Papa Francisco o el de la ambientalista Greta Thunberg. Sin embargo, mientras la carrera de Thunberg todavía está arrancando, Attenborough, por su parte, ha llegado al activismo después de haber recorrido cada uno de los cinco continentes durante toda su vida.

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