La sostenibilidad es la nueva digitalización

Si echamos la vista unos años atrás, a los primitivos e incómodos aparatos electrónicos con los que apenas se podía escribir y jugar a algún videojuego, resulta casi impensable relacionarlos con los sofisticados smartphones de posibilidades casi infinitas. Entre los primeros y los segundos tan solo ha pasado relativamente poco tiempo, pero el punto de inflexión lo marcó la disruptiva aparición de internet. Así, desde entonces, la digitalización ha avanzado transformando (y todavía sigue haciéndolo) las formas de trabajar, de relacionarnos y de disfrutar, creando miles de oportunidades y negocios completamente nuevos. Sin embargo, este no ha sido el único gran proceso transformador. De forma quizás más silenciosa, el cambio climático y la degradación ambiental llevan muchos más años encaminándonos hacia un futuro poco prometedor (desertificación, fenómenos climáticos extremos, falta de alimentos, migraciones masivas…). ¿Qué podemos hacer al respecto?

De igual forma que nuestro deseo de estar más conectados activó la digitalización global, la necesidad de mantener el equilibrio con la naturaleza ya ha abierto las puertas al próximo gran fenómeno que transformará nuestras sociedades por completo: la sostenibilidad. Un nuevo paradigma en el que el valor económico no tiene sentido si no contribuye a revertir el proceso de degradación medioambiental o a estrechar desigualdades, entre otros fenómenos. Se trata de un nuevo horizonte que solo podremos alcanzar de la mano de la revolución digital: según un estudio publicado por Accenture, todas aquellas empresas que combinan digitalización y sostenibilidad cuentan con 2,5 veces más probabilidades de posicionarse entre los líderes del mañana. Así, la apuesta por la sostenibilidad ya no es solo lo correcto, sino que implica que las compañías se juegan su valor real de negocio.  

El 78% de la energí­a que consumen las oficinas de Accenture proviene de fuentes renovables

En la consultora creen que la sostenibilidad es la nueva digitalización: estará presente en todo lo que hagamos, generando nuevas fuentes de valor y crecimiento y transformando la forma en la que vivimos y trabajamos. Por eso, han hecho de ella una de sus máximas prioridades. Recientemente, la compañía ha publicado su memoria anual de sostenibilidad donde destaca cómo está ayudando a acelerar la transformación sostenible de las empresas, mientras embebe de forma sistemática capacidades ambientales, sociales y de buen gobierno en todos sus servicios, opera como una compañía responsable con sus profesionales, su cadena de suministro y el medioambiente, e impulsa la acción social a través de Fundación Accenture. 

En su compromiso de actuar como una compañía responsable, Accenture apuesta por el cuidado de sus profesionales para que puedan prosperar (ha invertido en España más de 6 millones de euros en formación en el último año fiscal), avanza en sus objetivos medioambientales (el 78% de la energía que consumen en sus oficinas proviene ya de fuentes renovables) y hace negocios de manera ética. Una apuesta que han reflejado en el vídeo El impacto de una empresa sostenible, donde trabajadores, clientes y partners responden a cuestiones como de qué hablamos cuando hablamos de sostenibilidad, cuál es el detalle que marca la diferencia en una empresa sostenible o si es posible trasladar la preocupación ambiental, social y ética a todos los eslabones de la cadena.

En Accenture trabajan para absorber de forma sistemática capacidades ambientales, sociales y de buen gobierno en todos los servicios que presta, así como en los activos del negocio. A través de lo que denomina sostenibilidad por diseño, no solo se preocupa por los resultados financieros de sus clientes, sino también por sus avances en inclusión y diversidad, desarrollo de sus profesionales y la sostenibilidad en general. En concreto, con su iniciativa colaborativa Juntos por el empleo de los más vulnerables y la plataforma gratuita Fundaula, ya ha ayudado a formar a más de 720.000 personas para asegurar que nadie se quede atrás en la nueva era digital.