¿Cuánto cuesta convertir un coche en uno eléctrico?

¿Más industria o más reutilización? Esa es la principal cuestión a la que se enfrenta actualmente el sector de los vehículos eléctricos, que se anuncia como fundamental para la transición verde, mientras Bruselas planea grandes planes industriales que lo reconviertan. Y es que el coche eléctrico pasa también por un mayor extractivismo: minerías, materiales que se agotan… ¿Podría estar la clave de esta transición en la economía circular? ¿Y si, en lugar de fabricar un parque móvil eléctrico para sustituir al actual de combustión, optamos por reducirlo y transformarlo hacia la movilidad eléctrica?

Es una operación más sencilla y, sobre el papel, también más barata: convertir coches de combustión fósil en eléctricos. Una de las pocas empresas que se dedican a esta transformación en España es Ecoche, con sede en Castuera, un municipio de menos de 6.000 habitantes en la provincia de Badajoz. Nació en 2013 después de que uno de sus socios fundadores conociera en México el problema de los ‘autos-chatarra’, vehículos reutilizados en mal estado provenientes de Estados Unidos que se ponían en circulación sin los arreglos adecuados.

Extrapolándolo a la situación actual, esta compañía se especializó en convertir coches de combustión –usados, pero no en estado catastrófico– en eléctricos. Por una parte, por sencillez y, por otra, convicción ecologista. Y sobre todo, porque es el camino en el que va la legislación: los vehículos tradicionales de combustible fósil dejarán de poder circular por el centro de la mayor parte de ciudades de Europa en breve.

Construya su propio coche eléctrico

En un coche al uso, el motor eléctrico se puede colocar en cualquier parte. De hecho, la empresa badajoceña ha arreglado furgonetas para que lo tengan junto a las ruedas, también en la parte de atrás o incluso ocupando el lugar del motor anterior en el morro. Los tiempos son cortos: en una semana, un taller pequeño de dos personas es capaz de transformar dos coches. El coste de la operación mecánica puede rondar los 10.000 euros. 

De hecho, en Francia hay firmas que incluso, dependiendo del modelo, ofrecen este tipo de transformación por menos de 5.000 euros –en este país, la conversión está subvencionada– y en menos de cuatro horas, el tiempo que lleva sustituir las piezas de un motor por las del nuevo. Incluso existen ‘kits’ caseros que permiten a un usuario con un mínimo de conocimientos de mecánica hacer la operación de forma particular él mismo. Aunque, eso sí, dependiendo del país se puede encontrar con que luego sea ilegal salir a la carretera con su nuevo coche sostenible.

El coste de sustitución de un motor de combustión por un eléctrico ronda los 10.000 euros

Y es que el escollo económico que impide una escalada mayor recae en la homologación para circular una vez terminado el arreglo. No baja de los 50.000 euros y puede llegar a 60.000, un corte que provoca que, de momento, empresas como Ecoche se dediquen más a electrizar vehículos que no vayan a circular por carretera o se utilicen por particulares para transporte privado (vehículos agrícolas, industriales o minería), para los que la homologación es más sencilla y barata al no van moverse por espacios públicos.

La alternativa que buscan ahora las pequeñas empresas del sector es la de una empresa con un gran parque móvil que, al asumir el coste de homologación de muchos vehículos, lo tenga más fácil. Por otra parte, están intentando reunir a clientes interesados que tengan un modelo de coche similar, en este caso para realizar la misma operación de homologación uniendo fuerzas entre pequeños propietarios.

En la empresa de Badajoz, además, dan cursos de formación a otros talleres para aprender a hacer esta conversión eléctrica y difunden las ventajas de la misma. Entre otras cosas, que un coche eléctrico tiene muchas menos posibilidades de estropearse: mientras que en el motor tradicional pueden romperse muchas más piezas, en uno eléctrico apenas tres o cuatro pueden dar fallo.