Opinión

Invertir en medio ambiente: una opción responsable (y rentable)

La sostenibilidad es un desafío global que también interpela al inversor: con sus ahorros, puede contribuir a generar un impacto positivo y, al mismo tiempo, obtener la rentabilidad deseada.

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29
septiembre
2021

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El cuidado del medio ambiente está relacionado con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por las Naciones Unidas para alcanzar un mundo mejor y más habitable en 2030. Es un reto que engloba desde la promoción del uso respetuoso y sostenible de los ecosistemas terrestres o la apuesta por energías asequibles y no contaminantes, hasta la protección de la biodiversidad, el freno del cambio climático o la construcción de ciudades y comunidades sostenibles.

Desde el mundo empresarial cada vez son más las organizaciones implicadas en cuidar y proteger el planeta, pero también a nivel individual crece el número de personas interesadas en aportar su granito de arena para conseguir un mundo mejor. La sostenibilidad es un desafío global en el que también se implica Naciones Unidas desde hace más de una década, con la firma de los Principios para la Inversión Responsable en 2007.

Los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno han pasado a ser una tendencia generalizada a la hora de invertir. Los expertos están convencidos de que invertir responsablemente no sólo es ético, sino también rentable (y más fácil de lo que puede parecer a simple vista). Una de las claves básicas es apoyar con nuestros ahorros a empresas cuya principal actividad sea cuidar y proteger el planeta –consiguiendo con ello un impacto vital positivo–; compañías que sean capaces de reducir las emisiones de CO2 dentro de sus procesos productivos y que mantengan un enfoque de uso muy eficiente de los recursos gracias a las nuevas tecnologías sin olvidar, claro, que lo que se busca es la rentabilidad.

«Los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno han pasado a ser una tendencia generalizada a la hora de invertir»

El impulso a la inversión en medio ambiente también viene de instituciones y gobiernos. El Fondo de Recuperación de la Unión Europea de Nueva Generación, por ejemplo, supondrá 750.000 millones de euros en la integración de la acción climática en todas las políticas y programas. El Plan de Inversiones para una Europa Sostenible, por otro lado, implica desde este año –y hasta 2027– un desembolso en inversión sostenible de al menos 1 billón de euros entre entidades supranacionales públicas y privadas. En Estados Unidos, el presidente Biden ha propuesto 2 billones de dólares en 4 años para estimular la inversión en energías limpias.

Además, hay estimaciones como las de la consultora Deloitte, que apuntan que en tres años la mitad de los activos gestionados en Estados Unidos serán bajo criterios sostenibles. Y según el Estudio Global de Inversión 2020 de la gestora global Schroders, un 47% de los inversores mundiales reconoce que invierte en productos sostenible, frente al 42% de hace dos años. En España, la cifra ha aumentado del 38% de 2018 hasta el 45% actual.

«El Fondo de Recuperación de la Unión Europea supondrá 750.000 millones de euros en la integración de la acción climática en todas las políticas»

Entre las múltiples ventajas de la inversión en medio ambiente destaca el hecho de ser un sector de presente y futuro, ya que cada vez hay más empresas comprometidas y, por lo tanto, actuando en consecuencia. No obstante, también es beneficioso para el inversor particular, ya que puede multiplicar sus ahorros mientras ayuda a cuidar el planeta. El ciudadano de a pie cada vez está más concienciado con la sostenibilidad y, de hecho, muestra cada vez más interés por comprar productos fabricados de forma sostenible y que protejan el medio ambiente, frente a otros que no muestran este compromiso.

En Micappital estamos convencidos de que invertir en medio ambiente, apoyar a empresas que cuidan el planeta y, por tanto, a nosotros mismos, es una alternativa éticamente responsable y atractiva desde el punto de vista de la rentabilidad a largo plazo. Pero siempre es recomendable contar con el asesoramiento de profesionales para hacerlo de forma seria, construyendo una cartera bien diversificada para controlar mejor el riesgo, apostando por los fondos más adecuados para cada inversor y supervisando su evolución. Invirtiendo mejor en productos líquidos para que, cuando necesites ese dinero, puedas disponer de él sin penalización.

La sostenibilidad es más que nunca un desafío a escala global que interpela también al inversor: con sus ahorros puede contribuir a generar un impacto positivo y, al mismo tiempo, obtener rentabilidad.


Miguel Camiña es CEO y cofundador de Micappital.

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