Empresa Ciudadana

Pioneros del presente sostenible

Ante un escenario de urgencia climática y crecientes desigualdades, el laboratorio farmacéutico Ferrer demuestra que hay cabida para un nuevo modelo de empresa: en 2021 destinaron el 61,4% de sus beneficios netos a causas sociales y medioambientales.

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Un año seco, una primavera poco lluviosa o una nevada inesperada podrían poner en peligro la cosecha y, por lo tanto, la supervivencia de cualquier campesino medieval. Durante siglos, esta dinámica se concibió como un mal necesario del que no se podía escapar. Hasta que algunos valientes se aventuraron a impulsar, contra el orden establecido, el comercio entre localidades, ciudades e incluso Estados. Este incipiente capitalismo compensaba las carencias de unos con los excedentes de otros generando, además, riqueza. De esta forma, el incipiente capitalismo logró romper con el statu quo feudal mejorando la calidad de vida de gran parte de la población. Sin embargo, más de medio siglo después, ya no sufrimos de igual forma las inclemencias climáticas locales e imprevisibles: ahora sabemos que nuestra principal amenaza, también climática, ha sido causado por la actividad humana y que pone en peligro el equilibrio natural en todo el planeta. Así, la evidencia científica del calentamiento global y las crecientes desigualdades concluyen que, para vivir en un mundo sostenible, el modelo debe cambiar. Como a finales de la Edad Media, muchos pueden pensar que tal transición no es posible. Sin embargo, cada vez más entidades, como el laboratorio farmacéutico español Ferrer, demuestran con su actividad que una nueva forma de hacer las cosas es posible: en el año 2021 destinaron un 61,4% de sus beneficios netos a causas sociales y medioambientales. 

Como recoge la Memoria de Sostenibilidad de la empresa, Ferrer reinvirtió la mayor parte de sus beneficios en diferentes proyectos orientados a fomentar la igualdad de oportunidades de personas en situación de vulnerabilidad, así como iniciativas dirigidas a la protección del planeta, materializando su propósito de ser una compañía de impacto positivo. La cifra representa un aumento del 53,2% respecto a 2020.

Ferrer ha facilitado cerca de un millón de menús saludables a colectivos en situación de extrema vulnerabilidad

Entre las principales causas a las que Ferrer destinó buena parte de sus beneficios en 2021, destaca el suministro de cerca de un millón de menús saludables a colectivos en situación de extrema vulnerabilidad del área metropolitana de Barcelona. Estas comidas, elaboradas con alimentos cultivados en huertos sociales urbanos en régimen de permacultura, quieren impulsar un modelo de ciudad verde, justa, sostenible y agrorregenerativa. La compañía también apoya a niños y niñas en riesgo de exclusión social a través de programas de educación musical para prevenir el fracaso escolar y potenciar su desarrollo educativo, cultural y emocional.

Como ha detallado Mario Rovirosa, CEO de Ferrer, la compañía ha situado su propio margen de beneficios «en menos de la mitad que otras empresas del sector» con el objetivo de «reinvertir en iniciativas de impacto social y medioambiental para crear una sociedad más justa e igualitaria». Asimismo, Rovirosa ha explicado que la empresa lleva años trabajando en su transformación hacia ser una «organización de impacto positivo». De esta manera, toda la estrategia de Ferrer gira actualmente alrededor de las personas y del desarrollo de su talento, la protección del planeta y la lucha por tener una sociedad más justa y equitativa.

Fruto del trabajo culminado en 2021, Ferrer también logró a principios de este 2022 ser el primer laboratorio farmacéutico español en entrar en la comunidad B Corp, la agrupación de empresas orientadas a construir una economía más inclusiva y sostenible. En el proceso de certificación llevado a cabo por B Lab Spain, se valoró muy positivamente la estrategia de Ferrer para desarrollar soluciones terapéuticas innovadoras capaces de transformar la vida de pacientes que padecen enfermedades graves y debilitantes, y se reconoció la capacidad de la compañía de operar con los más altos estándares de calidad y seguridad, transparencia, ética y honestidad.

Apuesta por el talento, y por un mundo más justo y habitable

Los datos de la Memoria de Ferrer de 2021 también reflejan la apuesta de la compañía, a través de su eje Great People, por una cultura centrada en las personas, basada en la confianza y en la responsabilidad. En este sentido, la empresa fue reconocida en España, México y Portugal como un excelente lugar para trabajar (Great Place to Work®), acreditando su capacidad de atraer y retener a los mejores profesionales, con casi un 96% de su plantilla en contratos indefinidos a cierre de 2021.

Ferrer alcanzó en 2021 una reducción de su huella de carbono global del 18,9%

«Las personas de Ferrer son las principales activistas de nuestro propósito. Cada una de nosotras, en nuestras decisiones del día a día, contribuimos a la creación de nuestra cultura», ha destacado Bea Vila, Chief People & Sustainability Officer de FerrerLas personas de Ferrer también fueron un motor del eje Social Justice, a través del cual la compañía trabaja para crear una sociedad más justa y equitativa. Para ello, la empresa movilizó a 420 personas voluntarias durante los Days for Good, dedicando más de 1.300 horas a proyectos sociales y medioambientales.

A través de las acciones dentro de su eje Liveable Planet, para la preservación ambiental del planeta, Ferrer alcanzó en 2021 una reducción de su huella de carbono global del 18,9%, acercándose al objetivo de haberla reducido un 25% en 2030. En esta línea, la compañía trabaja con un 100% de energía eléctrica procedente de renovables, evitando la emisión de 7.500 toneladas de CO2 cada año.

En el ámbito del packaging, Ferrer reafirmó su compromiso con la economía circular con el lanzamiento del programa Packaging for good, que contempla el fomento del ecodiseño y la recuperación de materiales, en línea con la visión de la compañía de reducir en un 25% la huella de carbono de sus envases en 2030 mediante el ecodiseño del 50% de sus productos. Además, en junio de 2021 Ferrer inició en Costa Rica el proyecto Ecoins, un programa de logística inversa que permitió la recuperación de más de 4.500 toneladas de materiales en más de 450 puntos de recolección. Con este proyecto, Ferrer se posicionó como la primera farmacéutica en asumir la recuperación de medicamentos de desecho y cumplir con las indicaciones de la ley costarricense en cuanto a la Responsabilidad Extendida del Productor. 

Así, la compañía vincula su estrategia corporativa con la construcción de una sociedad y entorno medioambiental más saludables. Con su estrategia, Ferrer demuestra que es posible construir un nuevo modelo empresarial en el que el beneficio trascienda a la propia empresa y que, con voluntad de transformación, podemos construir un mundo más sostenible desde el presente.

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