Inteligencia artificial para cuidar del bienestar laboral

En el mundo laboral actual, los retos a los que nos enfrentamos afectan directamente a nuestro de estado de ánimo, salud y rendimiento. Los horarios interminables o la retribución tradicional, entre muchas otras problemáticas, dificultan el desarrollo profesional y personal de los trabajadores, pero también perjudican a la empresa. Según el Instituto Nacional de Estadística, una tercera parte de todas las bajas responden a un trastorno psicológico que proviene del entorno laboral, con unos costes asociados de 171 millones de euros, siguiendo los datos del Observatorio Europeo de Riesgos. Estas son cifras que necesitamos cambiar.

Con esta cifra encima de la mesa, no es casualidad que Inspección de Trabajo haya instaurado recientemente el criterio de fiscalizar a las empresas por los riesgos de malestar psicológico que se puedan dar, por lo que estos pasan a considerarse como riesgos laborales de pleno derecho. Dentro de la nueva directriz, la responsabilidad de detectar y buscar solución a estos problemas pasa a ser de la compañía.

Los riesgos asociados al trabajo

En este sentido, un trabajador descontento se sentirá menos vinculado con el proyecto de la empresa y tenderá a desarrollar dolencias psicológicas relacionadas con el estrés y el agotamiento, además de ser menos productivo. Por eso el bienestar laboral se impone como el punto de partida para entender y cambiar las relaciones entre empleados y empresa.

La cuestión es cómo hacerlo. ¿Cómo crear un plan que se adapte a toda la plantilla y equipos implicados? ¿Cómo atender las necesidades específicas de cada caso? ¿Cómo responder a las complejidades que ha traído la pandemia en el ámbito del trabajo, tales como la conciliación familiar, el teletrabajo o la desconexión digital? No debemos olvidar que la soledad o el estrés crecen fácilmente cuando se hibrida el espacio personal y el laboral.

Las herramientas del siglo XXI

Estos retos que se plantean ante un mundo empresarial complejo y cambiante no se pueden resolver con medidas tradicionales. Hay que innovar y aplicar avances tecnológicos que trabajen en la mejora de la gestión de equipos. Esta es la línea que debe ganar valor.

Por ejemplo, las nuevas plataformas y el trabajo online permiten, si se adaptan correctamente, contribuir al control de condiciones de riesgo. Por ejemplo, elaborando un calendario de trabajo realista y otorgando a los equipos la flexibilidad horaria pertinente para alcanzar los objetivos sin afectar a su vida personal. Ahora bien, aunque medidas paliativas como estas pueden ser eficaces a corto plazo, se necesita un sistema que pueda solucionar el problema de forma definitiva.

Medición y toma de decisiones: la innovación al frente del bienestar laboral

En este punto, es necesario llegar más allá de las herramientas convencionales, a través de la innovación y soluciones relacionadas con la inteligencia artificial y el machine-learning. A través de estas tecnologías, somos capaces de conocer de forma objetiva el bienestar físico y psicológico de los empleados en sus puestos de trabajo.

Esta estrategia única y disruptiva supone el siguiente paso en el desarrollo del bienestar laboral: buscar los retos, localizarlos y acabar con ellos de forma concreta. A la larga, esta tecnología puede ayudar a los trabajadores a saber qué les pasa y cómo tratarlo, y a sentirse mejor con ellos mismos y con las posibilidades de su puesto.

Y todo este bienestar, la sensación de sentirse cuidado y valorado por la empresa, es lo que acaba generando valor. Como hemos señalado, un trabajador con mayor bienestar es un empleado más productivo, alguien comprometido con los principios y objetivos de la compañía, ya que sabe que todo beneficio que esta obtenga también va a repercutir en él. Este vínculo solo se puede fortalecer a través de la confianza y el respeto que garantiza un entorno laboral saludable.

Xavi Escales es CEO de APF Tech