Innovación

¿Se quedarán los robots con nuestros empleos?

«Hemos acabado con una fuerza laboral polarizada: el crecimiento del empleo se ha concentrado cada vez más en los lados opuestos del espectro de la capacitación, mientras que los trabajos con un nivel de cualificación medio están reduciéndose», escribe Adam Saunders, profesor de la Facultad Sauder de Negocios.

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07
septiembre
2018

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Las constantes fundamentales del ser humano han cambiado: su físico, su mentalidad, su longevidad e incluso su posición como especie dominante. La era de la perplejidad: repensar el mundo que conocíamos (editado por BBVA OpenMind) ofrece un análisis multidisciplinar de los efectos de los cambios que han traído consigo la revolución tecnológica y la globalización, a través de los artículos de veintitrés expertos mundiales en la materia.

Además de afectar a la cantidad de empleos, la tecnología puede tener un gran impacto en la calidad de los mismos. A algunos les preocupa que la automatización robe empleos, mientras otros insisten en que, de hecho, los mejoran. En realidad, ambas afirmaciones son ciertas. Las máquinas han afectado a los trabajos de todos los niveles de cualificación, tanto aumentando como reduciendo la demanda de empleo en los distintos niveles de cualificación.

Aunque es fácil imaginar que empleos que requieren una baja cualificación desaparezcan debido a la automatización (ya que los robots tienen, en la actualidad, la capacidad de aspirar habitaciones por su cuenta, vigilar edificios y dar vuelta a las hamburguesas, por solo nombrar algunas tareas), las máquinas todavía no están reemplazando los empleos con una baja cualificación en los sectores de la limpieza, la seguridad y la industria alimentaria. Esto se debe a que, aunque ciertas tareas pueden automatizarse, los robots son incapaces de asumir muchas de ellas. Por ejemplo, aunque los lavavajillas hacen un trabajo excelente lavando platos, las personas no son reemplazadas completamente en el proceso, ya que las máquinas no se llenan ni se vacían solas. Las personas siguen superando a las máquinas, en especial en trabajos que impliquen habilidades manuales y entornos variados. Por tanto, sigue existiendo (y existirá) una demanda de ocupaciones que requiere de una baja cualificación.

¿Qué pasará con los empleos de cualificación media?

La parte intermedia del espectro es un poco más complicada. Los empleos que requieren de un nivel de cualificación medio (que incluyen a los oficinistas y los operarios, además de a trabajadores administrativos de ventas) es más posible que sean codificables. Como resultado de ello, han ido desapareciendo, pese a que los empleos que requieren de un nivel de cualificación bajo no lo han hecho.

«Las personas siguen superando a las máquinas, en especial en trabajos que impliquen habilidades manuales y entornos variados»

Algunas formas de automatización fuerzan a la gente a llevar a cabo tareas aburridas. Pensemos en cómo la mayoría de los artesanos fueron reemplazados por trabajadores de una línea de montaje. En este proceso de descualificación los empleados que requieren de un nivel de cualificación medio son reemplazados por trabajos con una cualificación baja. Mientras tanto, algunos empleos sencillamente desaparecen, forzando a los trabajadores a recurrir a empleos que requieren un menor nivel de cualificación. Por ejemplo, la mayoría de las pérdidas de empleo en el sector de las manufacturas se han debido a la automatización (en lugar de al comercio internacional, como los políticos tienden a sugerir). Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alrededor de de una tercera parte de los empleos con un nivel de cualificación medio que han desaparecido a nivel mundial se han reemplazado por trabajos con un nivel de cualificación bajo.

Sin embargo, de modo muy parecido a lo que sucede con los empleos que requieren un nivel de cualificación bajo, algunos tipos de automatización pueden eliminar el peligro y la monotonía de ciertas tareas, permitiéndonos así desempeñar un trabajo más seguro y gratificante. Por ejemplo, aunque muchos empleados de la banca han sido reemplazados a medida que más clientes usan los cajeros automáticos para efectuar transacciones rutinarias, esos empleados que quedan pueden, ahora, en lugar de contar dinero, llevar a cabo un trabajo potencialmente más importante como recomendar servicios financieros. La OCDE estima que dos tercios de los trabajos con cualificación media que se han perdido han sido reemplazados por empleos que requieren de una mayor cualificación, del tipo analista o gerente.

«Aunque los avances en automatización se han centrado en el trabajo de alta cualificación, sigue habiendo crecimiento en este sector»

Las ocupaciones que requieren de un nivel de cualificación alto se han visto, por su parte, protegidas en gran medida porque los empleos que exigen una mayor formación y unas habilidades cognitivas más elevadas (análisis, la resolución de problemas y la toma de decisiones) son menos codificables. Esto hace que los profesionales administrativos y los trabajadores intelectuales, como médicos, programadores, ingenieros y gerentes de marketing y ventas sean difíciles de reemplazar. Por lo tanto, incluso aunque los recientes avances en automatización se han centrado en el trabajo con un alto nivel de cualificación, sigue habiendo crecimiento en este lado del espectro. Después de todo, para sacar el máximo rendimiento de sus inversiones tecnológicas, las empresas deben contratar a trabajadores más cualificados y formados.

Así pues, hemos acabado con una fuerza laboral polarizada: un efecto que ha estado ocurriendo en todo el mundo. El crecimiento de empleo se ha concentrado cada vez más en los lados opuestos del espectro de la capacitación, mientras que los trabajos con un nivel de cualificación medio están reduciéndose.

Como resultado de ello, aquellos que no pueden encontrar empleo podrían estar enfrentándose a dos tipos de opciones, y ninguna de ellas buena. Por un lado, hay una gama de empleos disponibles que no son gratificantes ni satisfactorios como lo eran antes, ya que requieren de una menor cualificación u ofrecen un salario inferior. Por otro lado, existe otro conjunto de empleos que podrían resultar más deseables, pero estos trabajos son inalcanzables porque requieren de un mayor nivel de capacitación o formación que el que ha alcanzado el trabajador.

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