‘El solista de la orquesta’: una historia de música y autismo
Antonio Belmonte tiene oído absoluto, pero también Trastorno del Espectro Autista. El documental El solista de la orquesta cuenta la historia del primer alumno con TEA en un grado profesional de música en España.
Artículo
Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).
COLABORA2016
Artículo
Solo una de cada 10.000 personas tiene oído absoluto, el mismo don que hizo de Mozart un genio de la música capaz de componer obras maestras. Pero hay una cualidad aún más común: una de cada 80 personas tiene Trastornos del Espectro Autista (TEA).
De la combinación de ambas surgen historias como la que narra el cortometraje El solista de la orquesta, cuyo protagonista, Antonio Belmonte, se ha convertido a los 15 años en la primera persona con TEA que ha logrado ser alumno en un grado profesional en un conservatorio en España. Concretamente, Antonio estudia 2º curso de grado profesional de música en la especialidad de contrabajo.
Más del 90% de las personas con autismo mayores de edad están en el paro
Para ello, este joven albaceteño ha superado las dificultades que suponen sus problemas de interacción y lenguaje, así como la hipotonía (disminución del tono muscular), que van acompañadas, sin embargo, de una gran capacidad musical. Antonio Belmonte, padre del joven, recuerda que «a partir de los dos o tres años empezó a interesarse por los instrumentos que teníamos en casa, eran sus juguetes. La sorpresa vino a los 5 años, cuando vimos que Antonio cogía una guitarra y la afinaba con mucha rapidez y sin ninguna referencia. Luego lo comprobábamos con un afinador electrónico y había dejado las notas clavadas».
Pero el oído absoluto no basta para hacer de alguien un gran músico, tampoco a una persona con Trastorno del Espectro Autista: Antonio tuvo que trabajar mucho, y aún se esfuerza por mejorar sus capacidades. Como muestra de ello, él mismo ha compuesto e interpretado la banda sonora del cortometraje, dirigido por Arantxa Echevarría. La cineasta, autora de uno de los cortos nominados a los premios Goya 2013, De noche y de pronto, aporta una visión única: «El corto refleja el conjunto de luces y sombras que pueden afectar a una persona con trastorno de espectro autista. -afirma Belmonte-. Las luces, en el caso de Antonio, son la gran facilidad para la música, que toca una docena de instrumentos más o menos bien, que compone pequeñas canciones y las mezcla en su estudio de grabación… Pero también refleja la soledad y el aislamiento en el colegio, las dificultades de aprendizaje y los problemas de comunicación».
La unión de todos estos elementos fueron el germen de una relación que comenzó en enero de 2014, cuando la promotora de El solista de la orquesta, la Fundación Orange, invitó a España al músico inglés, ciego y con autismo, Derek Paravicini, capaz de reproducir al piano cualquier melodía con sólo escucharla una vez. La conferencia ofrecida por su maestro Adam Ockelford y el concierto de Derek en Madrid tuvieron un gran éxito mediático y entre el público. Entre los asistentes se encontraban el joven Antonio y su familia, que se desplazaron a la capital para tratar de asesorarse sobre la manera de encaminar el talento musical de Antonio y para conocer al propio Derek. «Antonio no llega ni con mucho a su nivel, pero la mañana que estuvieron tocando juntos, improvisando Derek con el piano y Antonio con la guitarra y el ukelele, que son los elementos que más domina, yo estuve presente y fue emocionante ver cómo tocaban y cómo se acoplaban el uno al otro», confiesa su padre.
Antonio Belmonte (padre): «Reclamamos mejores condiciones de apoyo y más ayudas a la inserción laboral»
Con las primeras pautas marcadas, comenzó el camino de Antonio para convertirse en un profesional de la música. Uno de los logros más importantes fue su admisión en el grado profesional mediante un examen adaptado, ya que si le hubieran hecho una prueba al uso, es decir, de forma oral, habría suspendido dadas sus dificultades con el lenguaje. El caso de Antonio sentó un precedente y gracias a él, a sus padres y a los profesores de apoyo, las personas con TEA disponen de un examen de acceso adaptado a sus necesidades.
Es mucho lo que han conseguido, pero aún queda mucho por hacer: «Los padres de niños con autismo reclamamos mejores condiciones de apoyo en el colegio y más ayudas a la inserción laboral. Más del 90% de las personas con autismo mayores de edad están en el paro. Para mejorar la integración se necesita un esfuerzo de la Administración y de la sociedad».
Puedes ver todos los trabajos de Antonio en su página web: http://www.antoniobelmonte.com
COMENTARIOS