Discapacidad: un proceso de adaptación y superación

No es tan duro como parece, es cuestión de adaptarse a la los cambios.

La discapacidad es una dificultad física que debe tomarse como una oportunidad para aprender a conocerse uno mismo y potenciar la capacidad de superación con objeto de conseguir metas en la vida.

En ocasiones las personas nos dejamos llevar, actuamos por inercia y solo cuando surgen dificultades, nos paramos a pensar qué hacer, cómo superarlo.

Tenemos dos opciones, lamentarnos y preocuparnos de la dificultad que nos aborda, u ocuparnos de ella.

La primera opción solo te hace perder tiempo y tarde ó temprano te conduce a la segunda opción.

Cuando te encuentras la discapacidad, consciente ó inconscientemente comienzas a potenciar habilidades que canibalizan las hipotéticas limitaciones que puede originar una discapacidad.

Comienza la adaptación, retorna el proceso que experimentaron tantos y tantos seres vivos del planeta, para conseguir el objetivo más ambicioso hasta ahora conocido: vivir.

No sobreviven los más fuertes, sino los que se adaptan a los cambios.

Es algo tan básico como eso, cuando encuentres dificultades como puede ser una discapacidad, ocúpate de ello y adáptate, los resultados te sorprenderán.

Un entorno propicio, garantiza agilidad en el proceso de adaptación. Los padres, hermanos, familia, amigos, pareja, son los primeros en descubrir nuestro potencial y nos lo hacen saber una y mil veces. Nuestra capacidad de autovaloración resultará clave para comenzar el camino hacia éxito.

A partir de aquí, los pasos siempre se repiten en orden secuencial, primero fija el objetivo y seguidamente utiliza la única y exclusiva herramienta que has conseguido fabricar para lograrlo, la adaptación al cambio. La práctica te hará ser cada vez más ágil y potente en consecución de objetivos, metas y te diferenciará, convirtiendo la discapacidad en una ventaja competitiva.

Piensa en ello cada día y siempre que lo necesites, practica el adapting.