«Todavía tenemos dificultades para ver la realidad del continente»

Dipo Faloyin es un periodista de origen nigeriano conocido por su trabajo sobre asuntos africanos, tanto culturales como políticos. Editor jefe en VICE y colaborador de medios como The Guardian y Esquire, Faloyin es el autor de ‘África no es un país‘ (Capitán Swing, 2024), un libro que desafía los estereotipos y ofrece una visión matizada de la diversidad y la complejidad del continente africano.

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Si África no es un país, ¿entonces qué es? ¿Por qué tendemos a agruparla como un todo homogéneo, sin reconocer su diversidad cultural, política y social?

África es una colección de 54 países, 1.200 millones de personas y, en términos de experiencias e historia, no se puede mirar de la misma manera que a otras regiones del mundo. No hay límites en lo que ha sido, es y puede llegar a ser. África no es una sola cosa; hay historias de gran éxito, felicidad y alegría, así como de dolor y sufrimiento, y todo lo que está en medio. ¿Por qué se percibe así? El colonialismo tiene una gran parte de culpa, aunque no completa. Durante la colonización y en los restos que aún quedan hoy se ha intentado pintar a África como un lugar de salvajes y personas no civilizadas, un lugar oscuro e incognoscible, estancado en el tiempo. Pero no es solamente una cuestión de percepción general o de políticas, puesto que ha habido muchas industrias y agencias que han promovido esta imagen. Por ejemplo, las campañas de caridad a menudo presentan a África como una tierra de pobreza, mostrando niños desnutridos, familias luchando por alimentarse y desastres. En el cine y la cultura, se representa como un lugar de tribus y personajes secundarios en historias occidentales. Estas imágenes se han difundido globalmente, haciendo que muchas personas vean a África únicamente a través de la pobreza o los safaris, extremos que enmascaran las historias de la vida cotidiana: reuniones con amigos, visitas a restaurantes y bares, perder empleos y amistades por el camino, el amor, la pérdida y todas esas cosas que nos hacen humanos y que a menudo no consideramos.

«África no es una sola cosa; hay historias de gran éxito, felicidad y alegría, así como de dolor y sufrimiento, y todo lo que está en medio»

¿Cómo cree que la representación de África en los medios globales impacta sobre el futuro del continente, especialmente para las generaciones jóvenes?

Está ayudando. Por esto creo que ahora es el mejor momento para escribir este libro, para que la nueva generación mantenga discusiones más abiertas y sinceras sobre la raza, la historia y el colonialismo. Es el momento adecuado para comenzar a tener estas conversaciones que hace tanto deberíamos haber empezado.

¿En qué medida sigue influyendo el colonialismo en la forma en que percibimos y entendemos África en la actualidad?

Aún vemos que mucho de lo que la gente aprende sobre el continente se basa en los lastres del colonialismo, tenemos que seguir luchando para hablar de ello con honestidad. Todavía tenemos dificultades para ver la realidad del continente a través del paternalismo y entender qué papel tiene Occidente en África. En lugar de enfocarnos en intervenciones externas, deberíamos centrarnos en cómo involucrarnos con el continente de manera que las poblaciones locales puedan participar en estas discusiones. La conversación a menudo se define desde fuera, en lugar de prestar atención a las personas que trabajan cada día para dar forma a sus países de la manera más significativa para ellos.

«La representación que pinta al continente como un lugar de miedo y desesperanza es extremadamente dañina»

En el libro analiza el fenómeno del «síndrome del salvador blanco». ¿Qué impacto tiene en las dinámicas de ayuda y cooperación internacional y cómo se pueden abordar estas percepciones paternalistas?

Un enfoque platónico hacia África no es adecuado. La mejor manera es reconocer que hay una agencia en el continente. Debemos buscar a las personas que hablan sobre África y darles voz. Es crucial tratar al continente como una sociedad viva y respirante, compuesta por sociedades activas en sus propias naciones, igual que tú y yo. La forma en que la gente debería ver la historia y la cultura del continente debe ser crítica; los imaginarios que se muestran a menudo no reflejan la realidad. Todos tenemos un papel que desempeñar en esta percepción, y debemos hacerlo incluyendo a los africanos y africanas.

En su opinión, ¿cuáles son algunos de los errores comunes que cometen personas bienintencionadas cuando intentan «ayudar» a África?

Los estereotipos sobre África, su gente y sus países se perpetúan a través de las imágenes promovidas y los imaginarios creados por las organizaciones occidentales, que a menudo buscan situarse a sí mismas en el centro de la narrativa. Muchas veces, se presenta a África como una zona de guerra constante, con niños desnutridos y campañas navideñas que muestran la falta de recursos en algunos contextos. Esta representación, que pinta al continente como un lugar de miedo y desesperanza, es extremadamente dañina. Lo que resulta frustrante es que estas imágenes han causado mucho daño. Enviar 5 euros a África puede parecer útil, pero la verdadera diferencia se logra al involucrarse de manera significativa: ya sea viajando, mudándote allí con tu familia o iniciando un negocio en el continente. Estas acciones tienen un impacto mucho mayor.

«Estas imágenes se han difundido globalmente, haciendo que muchas personas vean a África únicamente a través de la pobreza o los safaris»

¿Considera que las reparaciones y el concepto de loss and damage podrían ser soluciones efectivas para abordar las consecuencias históricas y actuales de la colonización en África? ¿Cree que los países occidentales deberían asumir un papel activo en esta restitución?

Enfocarse en la restitución de objetos es fundamental. Aunque devolver los objetos por sí solo puede parecer que no haga una gran diferencia, es un paso esencial que debemos comenzar a dar. La devolución de la propiedad es crucial para abordar las injusticias históricas y culturales. Actualmente, hay un debate en curso sobre este tema, y esto ya es un buen síntoma de progreso. A medida que se avanza hacia una mayor equidad, será posible trabajar en la restitución de estos objetos de manera más efectiva. Esta no solo implica devolver objetos, sino también considerar inversiones y los cambios que se están produciendo en el sector privado. Estos cambios pueden influir en cómo se percibe y se maneja la restitución de manera más amplia. Es importante entender que devolver los objetos es solo una parte del proceso más amplio hacia la justicia y la reparación. Se necesita un enfoque integral que incluya la equidad y la colaboración entre distintos sectores para lograr un impacto significativo.

En el libro explica cómo África, como entidad unificada desde la perspectiva occidental, se comprende a partir de estereotipos. ¿De qué forma se podrían romper? ¿El arte, la cultura y el activismo local pueden ayudar a transformar la percepción global del continente?

Siempre es importante reconocer que en un continente hay trabajo por hacer para abordar crisis específicas y entender lo que se está haciendo en otros países. Es fundamental ser específico e incluir el contexto adecuado. A menudo, estos esfuerzos están liderados por expatriados, y el acceso a la información suele ser limitado. Sin embargo, no siempre es el caso. Es necesario que este enfoque cambie, implementando los procesos adecuados para lograr los resultados correctos.

«La forma en que la gente debería ver la historia y la cultura del continente debe ser crítica»

Finalmente, sobre la identidad, cuestión central del libro: ¿cómo definiría su propia identidad, considerando su origen nigeriano y su perspectiva global?

El objetivo es que el libro se sienta lo más personal posible, escrito desde una perspectiva humana, cultural y familiar, de manera que los lectores puedan apreciarlo de la mejor forma. Quiero que el libro no se perciba como una visión genérica de África, sino que refleje una identidad específica, un lugar concreto, mi perspectiva individual. Para mí, esto representa un compromiso genuino con el continente. Deseo que los lectores, tanto en Lagos como en todo África, valoren la profundidad y la singularidad de las identidades a lo largo del continente. Este es el cambio importante que busco: lograr que las personas reconozcan y aprecien la diversidad y la riqueza de las identidades africanas.

¿Qué idea quería que captaran los lectores con este libro? ¿Cree que lo has conseguido?

Quiero que la gente desarrolle un sentido de curiosidad, que superen los prejuicios y los reemplacen con la idea de que África es un continente de posibilidades infinitas. Quiero que las personas puedan ver sus propias experiencias reflejadas en África, ya sea a través del arte, la música, los libros o las grandes ciudades. Espero que encuentren intereses comunes a lo largo de este continente y que se conecten a un nivel humano. Mi objetivo es que vean África como la diversidad que yo veo y que puedan apreciarla desde su propia perspectiva. En cuanto al título, me gustó ver que estaba disponible porque es algo muy común para todos los que trabajamos por que África se perciba por su diversidad y no sus estereotipos.

En el futuro, África será…

Aún no se sabe, pero sin duda será algo único.