Los nuevos deportes olímpicos

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Pablo Cerezal

@pablo_cerezal

Desde que el barón Pierre de Coubertin inauguró los Juegos Olímpicos en la era moderna, allá por 1894, con la idea de universalizar el deporte «más rápido, más alto, más fuerte», mucho han cambiado las disciplinas que han formado parte del evento. Año tras año, nuevos deportes pasan a ser considerados olímpicos e integrarse en la mediática competición.

Este año, los Juegos Olímpicos se celebrarán en París, del 26 de julio al 11 de agosto, y los que acudan para disfrutarlos a la ciudad del Sena podrán ver competir y subirse a un podio a personas que hace años exhibían sus ejercicios en las calles de las metrópolis.

En la década de 1960, los barrios de Brooklyn y Bronx en Nueva York se llenaron de jóvenes afroamericanos que ejecutaban frenéticos bailes plenos de acrobacias al son del hip-hop. Así nació el breakdance, o breaking, como un estilo de danza urbana y eminentemente identificativa de un estrato social.

El breakdance ha ido adquiriendo relevancia con el paso de los años, y este verano se estrenará como deporte olímpico. Ya hace cinco años que Francia había declarado esta disciplina que bascula entre el ejercicio y la danza como deporte de alto nivel. Tal vez por ello, ha reservado a los 32 atletas clasificados la emblemática Place de la Concorde para poner a prueba su pericia. Por supuesto, para que se sientan plenamente identificados con sus figuras acrobáticas, la música que les acompañará será ejecutada en directo por un DJ.

En los Juegos Olímpicos de París, el breakdance se tomará la Place de la Concorde

Y otros deportes que se estrenaron como tales en las anteriores olimpiadas de Tokio, regresarán a París para certificar su valía. Nos referimos, en este caso, al skateboard, la escalada deportiva y el surf.

Al igual que el breaking, el skateboard es un deporte eminentemente urbano y, tal vez por ello, sus competiciones se desarrollarán también en la Place de la Concorde. Igualmente nacido en Estados Unidos, pero algo más tarde, en la década de 1980, supuso en aquel país un símbolo de rebeldía, al permitir a quienes lo practicaban soñar con la libertad corriendo a velocidades vertiginosas a lomos de un monopatín. El primer oro olímpico en este deporte lo obtuvo, con tan solo 13 años de edad, la japonesa Momiji Nishiya.

Por otro lado se encuentran la escalada deportiva y el surf, si bien es cierto que la primera, nacida en parajes montañosos, ha visto proliferar en muchas ciudades recintos adaptados para su práctica. Este deporte complica el ya arriesgado de la escalada clásica al tener que realizarse utilizando exclusivamente el relieve de las rocas para progresar en el ascenso. Un deporte para el que Francia ofrece numerosos lugares emblemáticos, como Les Calanques de Marsella o la montaña de Céüse en el sur de los Alpes.

El surf, sin embargo, solo puede ser practicado en playas acunadas por el más potente oleaje. Tanto es así que, en esta ocasión, las competiciones de surf se trasladan hasta Tehuapo’o, una fracción de la isla de Tahití, en la Polinesia Francesa, famosa por contar con una de las olas más impresionantes del planeta. Desde los momentos más calmos, en que dicha ola alcanza los 3 metros, puede pasar a otros en los que su altitud supera los 7 metros. Todo un prodigio de la naturaleza y un filón para exhibir las figuras veloces y potentes de los surfistas.

En esta ocasión, las competiciones de surf se trasladan a Tehuapo’o, en Tahití

Las Juegos Olímpicos de París contarán, por lo tanto, con varios deportes que destacan por su espectacularidad y su estética. Algo diferentes serán los que se incorporen en las próximas olimpiadas, a celebrarse en 2028 en la ciudad de Los Ángeles. Allí, se estrenarán como disciplinas olímpicas el béisbol, el lacrosse, el críquet, el squash y el flag football.

La inclusión del críquet respondería a la necesidad de llegar al innumerable número de espectadores que este deporte tiene en La India. Además, ya estuvo hace más de un siglo en los Juegos Olímpicos. Lo mismo sucede con el lacrosse, un deporte de origen canadiense en que los jugadores deben introducir una pelota en la portería contraria, pero utilizando para ello un palo terminado en una especie de cesta triangular.

El béisbol, por su parte, ha entrado y salido de los Juegos Olímpicos en varias ocasiones desde 1992. Los únicos dos deportes que serán primicia absoluta en Los Ángeles son el squash y el menos conocido flag football, una variante del fútbol americano que se juega sin protecciones por estar prohibidos los placajes y los bloqueos violentos.

No podríamos asegurar si todas estas nuevas disciplinas olímpicas responden a la máxima predicada por Pierre de Coubertin, pero sí que suponen una magnífica vía para popularizar cualquier tipo de ejercicio físico.