No tenemos tiempo que perder

Artículo

Sara Fernández Quintano

Experta en Medio Ambiente de MAPFRE

Para empezar, me pregunto si deberíamos cambiar el motivo del día. Quizá tenga más sentido que sea el «Día Mundial contra el Incremento de la Temperatura», puesto que el calentamiento terrestre ya es un hecho, ya no podemos luchar contra él. El Acuerdo de París nos instaba a limitar el incremento global de temperatura en 1,5 ºC, así que sí, creo que es adecuado reformular el día.

Sin lugar a dudas es inherente al ser humano cuestionarnos la veracidad de los hechos, la información que nos llega, también la desinformación. Esto nos hace perder tiempo, tiempo que no tenemos, tanto es así que el Foro Económico Mundial lo ha señalado como el principal riesgo mundial al que estamos expuestos en su recién publicado informe. Hemos perdido muchos años en ponernos de acuerdo y estamos ya muy cerca del punto de no retorno. El mundo se ha calentado en más de 1,2 ºC desde el período industrial y se estima alcanzar el 1,5 ºC entre 2030 y 2035. 

El mundo se ha calentado en más de 1,2 ºC desde el período industrial y se estima alcanzar el 1,5 ºC entre 2030 y 2035

Necesitamos actuar, innovar e invertir. Y todo para ayer. La transición debe ser rápida, global y justa para las personas. Todos vivimos en este planeta y todos debemos hacer #LaParteQueNosToca, sin excusas, sin cuestiones y sin justificaciones.

Ahora toca adaptarse y mitigar sus efectos, y, sobre todo, toca actuar de manera urgente en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Las grandes empresas lo tenemos claro, debemos ser responsables del impacto negativo que generamos con nuestra actividad y de la repercusión de nuestras acciones en la sociedad.

La sostenibilidad no solo es la tendencia en la que más trabajan actualmente las empresas, sino también un eje clave para liderar la descarbonización de la economía. Desde MAPFRE nos hemos comprometido a reducir al máximo las emisiones de carbono y el consumo de energía en todos los países donde estamos presentes. 

Son muchos los retos que nos hemos marcado dentro de nuestra actividad para proteger el planeta con los que aspiramos a gestionar y reducir las emisiones de CO2 y reducir los efectos del cambio climático. En la oficina, por ejemplo, contamos con medidas para ahorrar energía, agua y papel, fomentamos el trabajo en movilidad, adquirimos energía que procede de fuentes 100% renovables, contamos con más de 4.000 placas fotovoltaicas para autoconsumo y promovemos la movilidad sostenible, con puestos gratuitos de recarga eléctrica y rutas de autobuses para empleados. 

Nos encontramos en la «Década de la Acción», un contexto de urgencia en el que tenemos la oportunidad única de colaborar para hacer frente a los retos sociales y medioambientales globales

Nuestro compromiso medioambiental es ir elevando la exigencia en sostenibilidad de una manera firme y progresiva, acompañando a la sociedad en una transición justa, y ayudando a nuestros clientes y a las personas que dependen de su actividad a converger también en esa dirección. En este sentido, tenemos compromisos públicos dirigidos a apoyar la descarbonización de la economía, como reducir un 50% la huella de carbono del grupo en 2030, lograr la neutralidad en carbono en los principales países para 2024 y en todos los países en 2030, y alcanzar las cero emisiones netas en nuestras carteras de suscripción de seguros y reaseguros para 2050. 

En MAPFRE sabemos que, ante desafíos globales, la respuesta solo puede ser colectiva. Estamos en un momento de cambio histórico. Nos encontramos en la «Década de la Acción», un contexto de urgencia en el que tenemos la oportunidad única de colaborar para hacer frente a los retos sociales y medioambientales globales. 

Creemos que cada pequeña parte suma para provocar un cambio, y por eso en MAPFRE queremos formar parte del mismo, con compromisos exigentes y rotundos en materia social y ambiental, con servicios y productos alineados con ellos y con una gobernanza que nos permita continuar avanzando responsablemente en la dirección correcta.

Por Sara Fernández Quintano, experta en Medio Ambiente de MAPFRE.