Sociedad

‘Batch cooking’, o cómo optimizar el tiempo y la comida de forma sostenible

El gusto por la comida sana y la falta de tiempo ha favorecido que cada vez más personas se pasen al ‘batch cooking’, una manera de entender la cocina que organiza las porciones de forma semanal, aprovecha el producto fresco y contribuye a una alimentación saludable.

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14
diciembre
2023

El batch cooking –cuya traducción sería algo como «cocinar por lotes»– es una práctica que se está extendiendo en el mundo para disfrutar toda la semana de una alimentación saludable con los recursos disponibles. Se trata de algo tan sencillo como cocinar alimentos en una sola sesión con distintas combinaciones, y almacenarlos en raciones para consumirlos a lo largo de la semana.

Suena fantástico, aunque el presente no es tan innovador: esto ya lo hacían nuestras abuelas, bajo el lema «la comida no se tira».  Ahora se acompaña de utensilios ecológicos y recetas creativas, y a la tradicional práctica de dejar comida hecha para varios días la llamamos con el anglicismo batch cooking. Pero ¿qué es lo que la diferencia de los tuppers de croquetas, tortilla o lentejas con chorizo, cortesía de las generaciones anteriores? Hay diferencias que pueden parecer sutiles, pero que en la práctica no lo son, ya que detrás hay una visión práctica, sostenible y saludable de entender la alimentación.

Cocinar varios platos en una sola sesión –el día elegido suele ser la tarde del domingo– permite aprovechar mejor los productos frescos y de temporada, organizar el menú semanal de manera equilibrada; evitando el desperdicio de comida y empleando envases reutilizables se promueve una alimentación sostenible. El ahorro de tiempo y de dinero es una solución ideal para quienes no pueden hacer de «cocinitas» día sí y día también, pero no quieren renunciar a la comida casera.

Cocinar con antelación permite valorar mejor las cantidades semanales de proteína, vegetales y carbohidratos

Esta manera de planificar la alimentación permite distribuir las raciones recomendadas de alimentos, ya sea basándose en una pirámide nutricional o adaptando la alimentación a las pautas establecidas por un/a nutricionista profesional.

Aunque el batch cooking permite que cada persona organice su propio menú semanal acorde a su dieta, hay ingredientes que no pueden faltar por su versatilidad y cualidades nutricionales. Entre las proteínas, el pollo, el pavo, el pescado, los huevos, el tofu y el seitán cocidos en lote pueden formar la base de varios platos a los que se añaden otros ingredientes, como los vegetales. Estos pueden ser asados, salteados ​​o al vapor: el brócoli, zanahoria, calabacín, pimiento, patata, calabaza, son solo algunos ejemplos que se pueden preparar en grandes cantidades y acompañar distintos platos o combinarlos en un plato único. En cuanto a los cereales y las legumbres, el arroz, la quinoa, las lentejas y los garbanzos son opciones muy usadas que pueden cocinarse en grandes cantidades y utilizarse en diversas recetas frías y calientes, desde el clásico hummus hasta el risotto.

Por otro lado, preparar sopas y cremas haciendo distintas combinaciones de los mismos ingredientes, soluciona cenas reconfortantes y digestivas listas para la semana. Asimismo, las salsas y aderezos caseros almacenados en botes de vidrio agregan sabor a una variedad de platos y dan variedad de gustos a una misma receta. Finalmente, preparar ensaladas en frascos es una forma eficiente de conservarlas frescas y fáciles de transportar. Solo necesitan aliñarse antes de consumir.

En el mercado existen numerosos libros de recetas y canales dedicados al batch cooking que enseñan a preparar en menos de 3 horas la comida para toda la semana. La clave para pasar a nivel experto y no perder más de un par de horas cocinando, dicen, es elegir las proporciones de una o dos raciones de carne, de pescado y de cereales para combinarlos con vegetales, preparando diversos platos. En las dietas vegetarianas se sustituyen la carne y el pescado por proteína de origen no animal. Otra opción para cambiar los sabores es echar mano de las salsas, rápidas de preparar y reservar.

Tan importante como planificar los ingredientes y cocinarlos, es almacenar la comida de manera adecuada para que conserve todas sus propiedades. Dejar preparado un menú semanal de manera sostenible requiere aplicar unas sencillas pautas que cuestan poco pero ayudan a reducir el impacto ambiental: preferir los alimentos de temporada de producción local y a ser posible ecológicos; usar recipientes herméticos reutilizables, de materiales como el cristal, el bambú o la silicona, que conservan mejor los alimentos, tienen menos toxicidad y no generan residuos; aprovechar las cantidades sobrantes, combinándolas para crear nuevos platos; emplear métodos como al vapor, al horno o el salteado, que conservan las propiedades de los alimentos; no guardar la comida demasiado caliente en la nevera, y colocar los alimentos cocinados y frescos en las bandejas superiores, según las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad alimentaria y Nutrición.

Hay que tener en cuenta que los alimentos cocinados pueden conservarse 3-4 días en el frigorífico, y hasta tres meses en el congelador. Anotar la fecha de elaboración y el día preferente de consumo facilitará aún más la tarea de retirar o descongelar y cocinar. Invertir la tarde del domingo para comer bien y descansar entre semana, es la ventaja final del batch cooking. Last but not least.

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