Salud

Así ha modificado la inflación nuestra dieta

Un reciente estudio muestra que alimentos básicos como el pescado, la carne o la fruta están siendo sustituidos por alimentos procesados y menos frescos a causa de la inflación. Canarias, Extremadura y Navarra son las regiones más perjudicadas.

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06
noviembre
2023

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Casi la mitad de la sociedad española, un 49%, considera que la subida generalizada del precio de los alimentos ha modificado la manera en la que se alimenta y llena su cesta de la compra, según los resultados obtenidos en el VI Estudio de Salud y Vida elaborado por la aseguradora Aegon. Este informe explica en detalle cómo la ciudadanía ha ido excluyendo de su dieta ciertos alimentos frescos y cómo en muchos casos han cambiado su alimentación, que ha ido empeorando a lo largo de los últimos meses como consecuencia de la inflación.

El estudio también analiza los cambios en la dieta teniendo en cuenta valores sociodemográficos donde son las mujeres las que se posicionan en primer lugar con un 50,2% frente a los hombres, cuyos resultados descienden hasta el 47,2%. Paralelamente, para las personas de entre 26 y 40 años este dato se sitúa en el 57,3% y para quienes se encuentran entre los 18 y los 25 asciende hasta el 55,7%. También para el grupo de personas que se encuentran en una situación económica desfavorable, cuyo dato se posiciona en un 66,4%.

Casi la mitad de las personas encuestadas cree que el encarecimiento de los alimentos ha afectado negativamente a la composición de su dieta

Según el análisis de datos por comunidades autónomas, el informe confirma que Canarias es la región más perjudicada por la subida de los precios de los alimentos, donde el 66,4% de su población reconoce que su alimentación y la calidad de los productos en su cesta de la compra se han visto perjudicadas por la subida de precios.

Por detrás, se encuentran Extremadura y Navarra, con un 62,5% y 56% respectivamente. Sin embargo, en el lado opuesto encontramos que en Galicia esta subida de los alimentos parece haber afectado solo a un 37,6% de las personas encuestadas.

Pescado, carne y fruta, alimentos excluidos del menú

Tras una larga temporada con un aumento generalizado y sostenido en el precio de los alimentos, un 45,1% de las personas encuestadas declara haber dejado de consumir algún alimento por este motivo. El pescado (52,5%) se encuentra en primer lugar, seguido de la carne (34,9%) y la fruta (18,1%). Después de estos tres productos básicos, el listado de alimentos que están siendo eliminados del menú de los hogares en España son los cereales (17%), la leche y los lácteos (11,9%), la verdura (8,2%) y las legumbres (7,2%). Es decir, muchas han eliminado de su cesta de la compra alimentos básicos de gran valor nutricional, que deberían incluirse de manera habitual en la dieta diaria y que, por causas económicas, están siendo sustituidos en muchos casos por alimentos procesados y menos frescos.

En este punto, los resultados indican que son las mujeres las que más han dejado de consumir algún alimento (49,1%) frente a los hombres (41%). También, los jóvenes de entre 18 y 25 años (61,7%) y las personas de entre los 26 y los 40 (48,8%). Por último y con un porcentaje más alto, se encuentran quienes han perdido su trabajo o han estado en situación de ERTE (67,2%) y quienes consideran que su situación económica ha empeorado (62,1%).

¿Cómo valoramos nuestra salud?

Además de analizar los cambios en los hábitos alimentarios, este reciente estudio analiza otros aspectos relacionados con la salud y la percepción que de ella tiene la sociedad española, donde 11 de cada 100 personas considera que tiene una salud mala o muy mala. Además, como parece lógico, se observa que la percepción del estado de salud empeora a medida que se incrementa la edad. Por otro lado, la situación económica y laboral también influyen en la percepción de la salud individual.

Por último, el estudio de Aegon recoge un incremento significativo en el número de personas que fuman, que han pasado del 23,2% de 2022 al 41,2% de este año. También aumenta el número de personas consumidoras de alcohol, aunque un porcentaje significativo reconoce que ha disminuido la frecuencia del consumo.

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