Ni dietas mágicas, ni suplementos ancestrales: hábitos saludables

Artículo

Rafael Hernández

@RafaHSchez

Comer bien no solo se trata de llenar nuestro carrito de la compra con «productos verdes». Una alimentación saludable proporciona los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y, por tanto, incluye una variedad de alimentos como frutas, verduras, proteínas, granos y grasas saludables. Pero, ¿con esto es suficiente?

El ritmo de vida frenético que llevamos puede alejarnos de lo que llamamos «una alimentación equilibrada». La comida rápida o los productos precocinados han sido la solución para muchas personas por la falta de tiempo; sin embargo, una alimentación deficiente puede tener graves consecuencias para nuestra salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la mala alimentación se encuentra entre los principales factores de riesgo de muerte y enfermedades a escala mundial. Según datos de la organización, seis de los diez riesgos más perjudiciales para la salud están directamente relacionados con una mala alimentación, lo que supone 11 millones de muertes en todo el mundo. 

Una alimentación saludable es la que proporciona los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo

Es importante tomar medidas para mejorar nuestra alimentación y reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas. Por ejemplo, un consumo excesivo de alimentos procesados y azúcares refinados puede llevar a tener obesidad lo que aumenta las posibilidades de desarrollar enfermedades del corazón o diabetes tipo 2.

 Una alimentación equilibrada es cosa de todos

La composición de una alimentación equilibrada y saludable está determinada por las características y situación específica de cada persona. La edad, el sexo, el estilo de vida o el contexto cultural y social pueden determinar el acceso a una serie de alimentos y, por tanto, a una serie de hábitos alimenticios. Sin embargo, los criterios de una dieta equilibrada son los mismos para todos. 

La educación es otro de los pilares a la hora de establecer unos hábitos de alimentación saludables. Los bulos y desinformaciones que inundan la red pueden complicar la toma de decisiones y generar confusión entre lo que está bien y lo que es perjudicial. Por eso, es importante que las instituciones públicas y privadas fomenten hábitos que mejoren nuestro estilo de vida y esto se hace mediante el impulso de programas que ayudan a comprender la importancia de una buena alimentación. 

Es el caso del programa Comer mejor cada día del grupo dia, referente en el sector de la distribución alimentaria, con el que pretende mitigar las barreras alimentarias, para que todas las personas sientan que es fácil seguir una alimentación equilibrada, sin importar donde vivan o su presupuesto. Con esta iniciativa, Dia impulsa su compromiso con el acceso a alimentos de gran calidad y variados, a promover el conocimiento sobre la relevancia de una alimentación saludable y a ser un aliado de los hogares para que sea fácil adoptar buenos hábitos alimenticios.

La accesibilidad, el conocimiento y el compromiso con unos hábitos saludables son tres factores clave para que cualquier persona pueda seguir una alimentación equilibrada

Y es que el desconocimiento sobre cómo seguir una alimentación equilibrada tienen un impacto directo en la forma en que nos alimentamos, por eso el grupo dia incluye entre sus contenidos un decálogo para seguir una dieta equilibrada, recetas sencillas en distintos formatos, además de guías y consejos para ayudar a aquellas personas que opten por cambiar poco a poco sus hábitos de alimentación hacia una dieta saludable. 

Más que alimentos puntuales, hábitos saludables

Comer fruta y verdura fresca está bien. Hacerlo de manera recurrente está mejor. Tener unos hábitos alimenticios saludables es el secreto para una vida óptima. Y es que «los buenos hábitos son difíciles de adquirir, pero son una buena compañía para siempre» tal como afirmaba Zig Ziglar en su libro Nos vemos en la cumbre. 

Imagina sustituir esas galletas azucaradas de la merienda por una manzana. O beber más de dos litros de agua al día siendo consciente de sus beneficios. Poco a poco estarás dando pasos gigantes hacia un estilo de vida más saludable. Los beneficios se acumulan con el tiempo, ya que una alimentación consciente no solo te hace sentir mejor a corto plazo sino que obtienes una mejor calidad de vida. 

Limitar el consumo de alimentos procesados y grasas saturadas, reducir el consumo de azúcar añadido o sal y elegir opciones más saludables cuando comemos fuera de casa son hábitos que harán crear un estilo de vida saludable. Es una decisión personal elegir qué hábitos incluyes en tu día a día. ¡Es hora de dar el primer paso hacia una alimentación más saludable!