Sociedad

¿De verdad puede el orden hacernos más felices?

La llegada a Netflix de la serie de la gurú japonesa Marie Kondo ha despertado un fenómeno que aboga por deshacernos de los objetos que acumulamos sin necesidad para mejorar nuestra vida.

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31
enero
2019

A menos que hayas estado de vacaciones de la tecnología y las redes sociales en lo que llevamos de 2019, seguro que has encontrado en tu timeline la cara de una simpática y sonriente mujer japonesa que responde al nombre de Marie Kondo. Probablemente, junto a algún meme, algún chiste o un titular satírico como los de El Mundo Today, que la ha hecho protagonista de varias noticias en las que recomienda conservar únicamente tres familiaresdefiende a Vox y su propuesta de reducir los Derechos Humanos a dos. Pero, risas a un lado, ¿quién es ella y por qué ahora todo el mundo se mete con el orden de nuestra casa?

La magia del orden, el libro más famoso de esta autora y consultora de organización nipona, lleva más de dos millones de ejemplares vendidos alrededor del mundo desde su salida al mercado en 2014. Sin embargo, recientemente, el fenómeno ha tomado una nueva dimensión viral en las redes tras la llegada a Netflix a comienzos de este año de la serie ¡A ordenar con Marie Kondo!, que ya ha enganchado a varios cientos de miles de usuarios de la plataforma. Tanto en los libros como en la serie, Marie Kondo sostiene las bondades del método KonMari. En él, la autora combina la filosofía oriental y el feng shui para organizar los objetos que acumulas en casa −no por estancias sino por categorías (ropa, libros, objetos de higiene…)− para ir deshaciéndote de todo aquello que no necesitas respondiendo a la pregunta de si ese objeto te hace o no feliz, sin pensar racionalmente en si los vas a necesitar más tarde. Con un entorno en orden, te sientes «más seguro, lleno de éxito, más motivado y con confianza suficiente para emprender otros retos», según la japonesa.

Los trabajadores son más productivos y comen más sano en entornos ordenados, según un estudio de la Universidad de Minessota

Más allá de las polémicas o dudas con algunas de sus máximas −por ejemplo, la regla de tener un máximo de treinta libros o discos en casa, algo muy comentado en las redes−, nadie puede negar la tendencia de la sociedad actual a acumular y acumular sin saber muy bien para qué necesitamos tantas cosas o sin tener claro que las vamos a utilizar en un futuro cercano. Eso ha creado incluso una oportunidad de negocio: ya existen en España organizadores profesionales que, al más puro estilo Kondo, te ayudan a deshacerte de lo superfluo que atesoras en tu hogar. «Las cosas tienen que trabajar para nosotros, no al revés. Hay que conseguir un sistema de orden que funcione por sí solo y a diario», escribía María Gallay, presidenta de la Asociación de Organizadores Profesionales de España (AOPE) en la revista Cosmopolitan. 

No solamente los trabajadores de este nuevo nicho de mercado se apuntan a la tendencia de que menos es más. Un número importante de psicólogos mantienen que, si mantenemos nuestra casa ordenada, somos más felices y nos sentimos más liberados y con la mente más clara. La psicóloga Julia Vidal reconocía a Efe que, una vez vencido el miedo o las sensaciones negativas que nacen al desprendernos de lo material, surgen sentimientos positivos: un acto de renovación por el que dejamos atrás lo que no nos interesa y cerramos capítulos abiertos, y nos sentimos más autónomos y capaces. «Es normal que surjan dificultades para desprendernos de ellas, ya que nos trasladan a un momento importante», sobre todo si se trata objetos con un significado especial. «Pero, incluso si es doloroso, nos sirve también para sentir emociones poco agradables y aceptarlas como parte de nuestra vida; no pasa nada por estar incómodos», explica Vidal.

Ser sistemáticos y ordenados en casa nos puede llevar a estar más contentos e incluso, si aplicamos estas reglas a nuestra despensa y a la planificación de nuestras comidas, podría ser útil para perder peso, según las directrices de los nutricionistas. Además, si lo hacemos en el trabajo, también nos puede ayudar a ser más productivos y mejores en otros ámbitos: según un estudio de la Universidad de Minessotta, capitaneado por Kathleen Vohs, los trabajadores que se encontraban en un entorno más ordenado comían más sano, donaban más dinero a causas sociales y encontraban soluciones más originales a los problemas que se planteaban en su trabajo.

Dejando a un lado el fenómeno viral y los comentarios escépticos sobre la eficacia del método de Marie Kondo, las ventajas de llevar una vida ordenada en todos los ámbitos parecen incuestionables para los expertos. Aunque no puedas permitirte pagar a un organizador profesional, además de engancharte al reality de Netflix siempre quedan los consejos gratuitos que seguro que has oído desde pequeño: revisa lo que tienes antes de comprar más, piensa si verdaderamente necesitas todo lo que acumulas y deshazte de lo que no usas. El paso más difícil es el primero, pero, una vez dado, solo falta ponerse manos a la obra para ordenar tu casa… Y tu cabeza.

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