El Ibex 35 debe informar más (y mejor) sobre sus medidas anticorrupción

«Muchas veces tendemos a focalizarnos solo en el corrupto, pero nos olvidamos de que también hay un corruptor». Con esta frase resume el coordinador del Obervatorio de Responsabilidad Social Corporativa el fundamento de su informe La gestión de los riesgos de corrupción en las empresas del Ibex 35. Análisis de la calidad de la información que, a partir de las memorias anuales de las propias empresas, determina su implicación contra las malas prácticas e incluso las acciones susceptibles de bordear la legalidad.

«El objetivo del estudio es la evaluación del grado de compromiso público de las compañías en la lucha contra la corrupción en los diversos territorios en donde desarrollan su actividad a través del análisis de su información económica y los diferentes mecanismos de control como los consejeros independientes, las prácticas mercantiles, gestión de lobby o la financiación a partidos políticos, así como la estrategia fiscal», ha explicado Vázquez, que ha matizado: «No es objeto de este estudio evaluar la veracidad de los datos publicados. Sino analizar su grado de implicación a partir de la información que ellos mismos publican, por lo que en el informe también se pondera su nivel de transparencia».

La conclusión del portavoz de Responsabilidad Social Corporativa es que la información que ofrecen las empresas del IBEX 35 sobre su gestión de la corrupción es «anecdótica», con una valoración media de 0,64 sobre un total de 4. El estudio sí reconoce, en cambio, que en la última década la lucha contra esta lacra ha ganado en importancia en los consejos de administración, y se ha igualado en prioridad a los derechos humanos, la protección medioambiental y los derechos laborales.

Las empresas de la construcción, por su elevada contratación pública están más expuestas a prácticas irregulares

Iberdrola, Endesa y Repsol son las mejor valoradas en el estudio en cuanto a la calidad de la información, mientras que las empresas del sector de la construcción son las que obtienen las puntuaciones más bajas, «por su elevada contratación pública y, por tanto, exposición a prácticas irregulares».

La independencia de los consejeros, en el punto de mira

«Pese a que su función es proteger a los accionistas minoritarios y a otros terceros externos de la compañía y deben ser un mecanismo de control efectivo de posibles conductas fraudulentas por parte de los ejecutivos y accionistas de control, en la mayoría de las empresas es difícil determinar su verdadera condición de independientes», ha afirmado tajante Vázquez.

Según el informe, ninguna empresa del Ibex 35 contempla que la elección del consejero independiente deba contar con el acuerdo de los accionistas minoritarios representados en la junta general. Solamente tres de las compañías cuentan con al menos un consejero independiente procedente del exterior, y con amplios conocimientos y experiencia en integridad corporativa. E Indra es la única que establece una duración del cargo por debajo de los 12 años, límite que establece la Ley de Sociedades de Capital.

«El consejero independiente se plantea como una especie de salvaguarda, vigilante externos de las buenas prácticas de la empresa», ha opinado Vázquez, «por eso es necesario que se garantice su independencia, y eso pasa por no crear vínculos excesivos con la compañía». Por ejemplo, el que pueden establecer remuneraciones elevadas. El sueldo medio de los consejeros independientes de solo seis empresas superó la media anual de todo el Ibex 35 en el ejercicio 2016, que fue de 175.000 euros: Inditex, Endesa, Banco Santander, BBVA, Repsol e Iberdrola.

Respecto a la relación entre la operativa a través de paraísos fiscales y las actividades ilícitas derivadas de malas prácticas mercantiles, el estudio denuncia que «el 75% de los casos de corrupción a nivel internacional se produce a través de empresas registradas en estos nichos. En global, el número de filiales en paraísos y nichos fiscales de las empresas del Ibex 35 se mantiene y apenas avanza la información sobre la actividad desarrollada o sobre el impuesto de sociedades pagado en estos territorios».

El informe culmina con otro tirón de orejas referido a otros aspectos susceptibles de alimentar prácticas corruptas. «La actividad de lobby conlleva una serie de riesgos de corrupción asociados, del mismo modo que ocurre con la financiación de partidos políticos o con las puertas giratorias, pueden ser mecanismos empleados para obtener regulaciones favorables en una determinada materia. Ninguna de las empresas del Ibex 35 informa de manera clara sobre cómo gestiona estas cuestiones en todos los países en los que mantiene actividad».