Derechos Humanos

España olvida a los niños

España ocupa el cuarto puesto de la Unión Europea en desigualdad infantil. Sin embargo, es el país que menos porcentaje del PIB dedica a la protección a la infancia y a las familias: tan solo un 1,4%.

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12
abril
2016

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El 36% de los menores españoles vive en riesgo de pobreza o exclusión social. Pero hay algo aún más desolador: España es el país de la Unión Europea que menos porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) dedica a las prestaciones monetarias para familias e infancia -un 0,5%, menos de un tercio de la media europea- así como a protección social destinada a este colectivo: un 1,4% del PIB, frente al 2,3% de media de la UE o el 3,7% de Dinamarca, el 3% de Irlanda o el 2,5% de Francia.

Son los datos que se desprenden del último informe de Unicef, Equidad para los niños. El caso de España, que analiza los niveles de desigualdad infantil de 41 países, en base a cuatro variables: ingreso, educación, salud y satisfacción vital. España se encuentra a la cola de los países más desarrollados en desigualdad general de la infancia: está en el puesto 22 de 41. Ocupa el sexto peor puesto en materia económica (ingresos) y el cuarto si el ranking se limita a la Unión Europea, tan solo por delante de Rumanía, Bulgaria y Grecia.

«No hay ninguna posibilidad de cumplir los derechos de los niños si no hay un esfuerzo decidido de los gobiernos para reducir la brecha que separa a unos niños de otros», afirma Carmelo Angulo, presidente de Unicef. «Hacer frente a las desigualdades sociales que afectan a la infancia debe ser una pieza clave en todas las políticas relacionadas con los niños y su bienestar económico, social y emocional».

La desigualdad infantil en España en las áreas de salud y educación arroja datos más optimistas (puesto 10 de 35, y puesto 12 de 37, respectivamente) ya que nos sitúa en la media del resto de países y se mantiene estable respecto a años anteriores. Sin embargo, en términos de satisfacción vital de los niños, la desigualdad ha crecido en los últimos años y ha afectado especialmente a dos colectivos: a las niñas y al colectivo infantil de migrantes.

niño desigualdad

Por otro lado, el informe pone de manifiesto algunas medidas positivas que se han llevado a cabo, como la aprobación del II Plan Estratégico de Infancia y Adolescencia 2013-2016, el Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social o la puesta en marcha del Fondo Extraordinario para la Pobreza Infantil y del Plan Integral de Apoyo a la Familia. No obstante, y dada la magnitud del problema, los 48 millones de euros con los que está dotado el Fondo contra la Pobreza Infantil resultan muy escasos.

Los expertos de la organización estiman que la inversión pública en políticas de infancia disminuyó en más de 6.300 millones de euros entre 2010 y 2013. «La capacidad del estado español para reducir la pobreza y la desigualdad en la infancia ha sido bastante limitada hasta la fecha», asegura Maite Pacheco, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Unicef.

La entidad también valora positivamente el paso dado para que existan Comisiones de Infancia tanto en el Congreso como en el Senado. El informe se ha presentado en el Congreso de los Diputados con el propósito de solicitar a los representantes políticos que dichas comisiones, una vez constituidas, den prioridad a la equidad. Por útimo, insiste en la urgencia de alcanzar un Pacto de Estado por la Infancia que tenga en cuenta las siguientes propuestas, recogidas en el informe:

  • Prestación por hijo de 1.200 euros anuales, empezando por los hogares con menos ingresos.
  • Becas escolares, apoyo educativo y educación de 0 a 3 años accesible para todos y gratuita para los hogares con menos recursos.
  • Garantizar de forma universal el acceso a la salud y a los medicamentos.
  • Tomar el bienestar subjetivo infantil en serio: realizar un barómetro de infancia.
  • Mejorar los indicadores y el seguimiento público de la desigualdad, en especial la de la infancia.

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