Un momento...
Madrid está a punto de reescribir su extremo norte. Allí donde hoy predominan suelos degradados, ocupados por espacios industriales obsoletos y antiguas infraestructuras ferroviarias, la ciudad impulsa uno de los proyectos urbanos más ambiciosos de Europa: Madrid Nuevo Norte. No será solo un nuevo barrio, sino también una apuesta decidida por una ciudad que se mueve, respira y vive mejor.
Conectividad, sostenibilidad e innovación marcarán el diseño de este nuevo desarrollo urbano, que busca responder a los grandes desafíos de las metrópolis del siglo XXI: cómo reducir la huella de carbono, mejorar la calidad de vida y garantizar que todas las personas puedan acceder en condiciones equitativas a oportunidades y servicios. En este modelo, el transporte público no es un complemento: es el eje que lo articula todo.
¿Y si el verdadero lujo en la ciudad no fuera tener un coche, sino poder prescindir de él? Frente al modelo urbano que durante décadas priorizó al automóvil, las ciudades que miran hacia un futuro más sostenible deben apostar por un sistema de transporte público eficaz y por espacios que favorezcan la movilidad activa.
La movilidad sostenible es clave para garantizar desplazamientos eficientes, seguros y accesibles para todas las personas, al tiempo que reduce su impacto sobre el medioambiente, la salud y el entorno urbano. Apostar por una ciudad bien conectada no es solo una decisión medioambiental: es también una estrategia social. Madrid ya cuenta con una de las redes de transporte público más completas del sur de Europa. Metro, autobuses, Cercanías, BiciMAD y una creciente oferta de movilidad compartida conforman un sistema diverso y eficiente. Sin embargo, en muchas zonas de la ciudad el coche privado sigue siendo protagonista.
En este contexto, Madrid Nuevo Norte se perfila como una oportunidad real para liderar la transición hacia una movilidad más limpia, inclusiva y centrada en las personas. Su modelo urbano apuesta por una red multimodal en la que el 95% de las viviendas y oficinas estén a menos de diez minutos a pie de una estación de Metro o Cercanías. Esta visión responde directamente al reto de la accesibilidad territorial, clave para reducir la dependencia del coche privado, avanzar en la descarbonización urbana y mejorar la calidad de vida de quienes viven en zonas periféricas o municipios cercanos. Así, Madrid se alinea con las estrategias europeas y nacionales que impulsan una movilidad más equitativa y resiliente.
Para avanzar hacia estos objetivos, el proyecto Madrid Nuevo Norte incluye la transformación integral de la estación de Chamartín-Clara Campoamor, que se convertirá en una de las infraestructuras ferroviarias más avanzadas de Europa. Allí confluirán todos los servicios de alta velocidad del país y las principales líneas de Cercanías de la región. Esta estación renovada actuará como un gran nodo multimodal para el nuevo barrio y, en general, para el conjunto de la ciudad, y será además un nuevo icono arquitectónico para Madrid.
Desde este núcleo central, Madrid Nuevo Norte articulará una nueva red de transporte público pensada para integrar todos los modos de desplazamiento: Metro, Cercanías, autobuses urbanos e interurbanos y un sistema de autobús de alta capacidad con plataforma exclusiva y prioridad semafórica. Esta red se estructurará a través de un gran intercambiador subterráneo, conectado directamente con la estación de Chamartín y que permitirá el acceso ágil a todos los modos de transporte, además de otra área, en superficie y frente a las Cuatro Torres, que ordenará el servicio de unas 40 líneas de autobuses interurbanos y facilitará el acceso tanto a la estación de Metro de Begoña como a la futura estación del Centro de Negocios.
A las actuales estaciones de Cercanías de Chamartín y Fuencarral también se sumará la estación de Fuencarral Sur. Además, el proyecto contempla la creación de un nuevo tramo de Metro de tres kilómetros de longitud que partirá desde Chamartín y contará con tres estaciones: una en el área del Centro de Negocios y dos en zonas residenciales. Cada estación estará estratégicamente ubicada a menos de 250 metros de una de las dos estaciones de Cercanías de Fuencarral.
La red se completará con un innovador sistema de Bus Prioritario, que recorrerá más de tres kilómetros con plataforma propia y prioridad en cruces semafóricos, conectando directamente con la red existente de autobuses urbanos e interurbanos, Metro, Cercanías y Metro Ligero. Todo este diseño multimodal permitirá, por ejemplo, acceder al aeropuerto en menos de 15 minutos desde el nuevo intercambiador de Chamartín. Gracias a esta infraestructura integral y conectada, se estima que cerca de 4,5 millones de personas de toda la Comunidad de Madrid podrán llegar al Centro de Negocios de Madrid Nuevo Norte en apenas 45 minutos, lo que permitirá reducir el uso del coche privado para muchas personas que no viven en la capital.
Además de la apuesta por el transporte público, Madrid Nuevo Norte integrará espacios diseñados para priorizar a peatones y ciclistas. El proyecto contempla la creación de zonas peatonales seguras y accesibles, conectadas con una red de carriles bici. Estas infraestructuras activas no solo promoverán estilos de vida más saludables, sino que también contribuirán a reducir la contaminación y el ruido, reforzando el compromiso con un entorno urbano más amable y habitable.
Todos estos elementos fueron muy bien valorados en el informe de SmartCitiesWorld, que destaca la cercanía generalizada que tendrán las personas residentes en esta zona a medios de transporte de alta capacidad. El documento también pone de relieve la apuesta por un modelo de movilidad sostenible en la zona de negocios, con el objetivo de crear un ecosistema plenamente conectado, inclusivo y diseñado pensando en las personas.
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