Cae el ‘kirchnerismo’ en Argentina, ¿y ahora qué?

El pasado 12 de septiembre se celebraron las elecciones primarias en Argentina, conocidas como las elecciones PASO –Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias–, previas a las generales del 14 de noviembre, cuando se renovará la mitad de los diputados y un tercio de los senadores del país. Llegaron con varias sorpresas. La más llamativa: el avance del expresidente Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) ante la pérdida de votos por parte de la coalición oficialista liderada por Cristina Fernández de Kirchner. También el presidente de Argentina, Alberto Fernández, asistía en el búnker de Chacarita a la derrota que la coalición protagonizó en todo el país y, en especial, en un territorio que suele ser adepto: la provincia de Buenos Aires. «Nada es mas importante que escuchar el pueblo, cuando el pueblo se expresa lo acatamos», expresaba recientemente.

Las listas de precandidatos a diputados presentadas por Juntos por el Cambio fueron las más votadas en siete de las 24 jurisdicciones argentinas, mientras que las de senadores solo se presentaron como la mayor fuerza en dos de las ocho provincias que este año deben elegir a los representantes para la Cámara Alta. Aún así, esto significó una importante remontada del partido de Macri, que consiguió un 37,99% de votos en la provincia de Buenos Aires y un 48,19% en la capital. Fue el fin de una jornada aciaga para el oficialismo, marcada por una pérdida de más de 4 millones de votos y con solo un 35,48% de apoyo por parte de los argentinos.

Los resultados de las votaciones representan a una Argentina sumida en la pobreza desde 2018

Respecto a la victoria de Juntos por el Cambio, cabe destacar que en un principio los sondeos auguraban la victoria a la primera candidata a diputada en las elecciones provinciales, Victoria Tolosa, que acabó cosechando un 33,6%, de votantes derrotada por la fórmula de Diego Santilli y Facundo Manes, de Juntos por el Cambio, que acapararon un 39,86% de los votos restantes.

Un factor relevante de estos resultados es que, en estos últimos meses, se han formado nuevas fuerzas –muchas se definen como «antipolíticas»– que han tenido una importante aceptación entre el público joven. Por ejemplo, Avanza la Libertad, un partido fundado por el economista liberal Javier Milei postulado en las primarias como primer candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires (CABA), se hizo con un 13,8% de votantes, lo que lo ubica a su partido como la tercera fuerza política. Siempre polémico, Milei ha llegado a pronunciar frases como que «Donald Trump iba por el buen camino» y ha apoyado abiertamente las políticas económicas de Jair Bolsonaro.

Sin embargo, las votaciones también representan a una Argentina sumida en la pobreza desde abril de 2018. El pasado mes de agosto, el Instituto de Estadísticas y Precios del Consumidor (INDEC) presentó una estimación del alza del incremento de los precios de bienes y servicios en Argentina que concluyó un aumento del 2,79% en los productos de la llamada ‘cesta básica de alimentos’; desde el 1 de enero, la suma acumulada de este crecimiento ha alcanzado ya el 36.77%. Asimismo, El Observatorio de la Deuda Social Argentina demostró que, antes asumir la presidencia Alberto Fernández, la tasa de pobreza se situaba en 35,5%, mientras que en el primer semestre de su gestión se disparó hasta el 40,9%, incrementándose casi 13 puntos en el primero de 2021. Así, el porcentaje de abstención fue realmente llamativo para unas primarias: solo votó el 67% de los argentinos registrados en el padrón, la cifra más baja desde 1983, periodo en el que finalizaba la dictadura argentina con la elección de Raúl Alfonsín.

Una historia de promesas incumplidas

Pese a que numerosos economistas y sociólogos argentinos creían en una nueva victoria del ‘kirchnerismo’, la moneda ha dado su otra cara. Juntos por el Cambio, previamente llamado Cambiemos, es un partido de liberalismo conservador que buscaba ganar las elecciones de 2016 frente a la que era presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Odiada y amada a partes iguales, el mandato de Cristina Fernández solo consiguió disparar el crecimiento económico de Argentina en un 0,3%, mientras que el PBI por cápita retrocedió más de un 4%, según un análisis de la consultora Ledesme. A todo esto se añaden las acusaciones de corrupción y su imputación en 10 causas judiciales, de las cuales cinco llegaron a juicio oral. Con el descontento social, Cambiemos ganó las elecciones en 2015. No obstante, a finales de 2019 la inflación alcanzó el 53,8%, lo que indica que aumentó un 300% en los últimos cuatro años.

Previamente a los resultados de las PASO, el economista Fabián Medina recordó que Macri provocó «una caída de entre el 3% y el 4% del PIB, llevó el desempleo hasta el 10% e incrementó el nivel de pobreza en 29 puntos». De hecho, tal y como afirma la web de fact-checking argentina Chequeado, el vencedor de las primarias que dice sentirse «reivindicado» por el aluvión de votos, solo cumplió dos promesas electorales durante su mandato.